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La cochinilla canaria que venció al gigante que cotiza en bolsa más de 200 millones de euros

Canaturex exporta a Asia, Europa y América el ‘oro rojo’ que cultiva en sus tuneras de Ingenio

Ganó el pleito por la marca a la multinacional Naturex

Dos sacos de los que exporta Canaturex a diferentes países

Dos sacos de los que exporta Canaturex a diferentes países

Patricia de Pablo

Bajo la denominación comercial de Canaturex, Lorenzo Pérez distribuye por Asia, Europa y América cochinilla canaria criada en Ingenio. Detrás tiene toda una historia épica, pues la empresa logró conservar su marca frente a Naturex, el gigante que cotiza en bolsa más de 200 millones de euros.

Canaturex es una empresa familiar radicada en Ingenio que desde hace más de 40 años respeta los métodos tradicionales de producción de la cochinilla implantados desde 1835. Exportan desde Gran Canaria con éxito a todos los continentes su producción que cultivan y recogen en los terrenos de su finca ingeniense, cuya materia prima para la fabricación del colorante rojo natural cuidadosamente secan con posterioridad en una nave ubicada en la capital grancanaria.

En una explotación cercana al aeropuerto de Gran Canaria y bañadas por el sol constante del sureste, las casi tres mil tuneras que posee esta pequeña empresa pionera en la producción de cochinilla en Canarias exporta por avión o barco casi 500 kilos al año que, en un 95%, acaban en empresas artesanales textiles del norte de Asia, Alemania, EE UU, Francia, Italia, Finlandia, Dinamarca o Canadá, entre otros destinos. Las cochinillas viajan envasadas en sacos de 25 y medio kilos de yute de fibra natural para permitir su ventilación.

Además, la calidad de la cochinilla del agricultor canario como tinte natural hace que la Real Fábrica de Tapices sea uno de los principales destinatarios de parte de la cochinilla que se extrae de la finca de Canaturex empleada para restaurar los tapices históricos que forman parte del valioso patrimonio nacional.

Lorenzo Pérez, con cochinilla seca en una mano y una madeja teñida en la otra.

Lorenzo Pérez, con cochinilla seca en una mano y una madeja teñida en la otra.

Las cualidades de la producción de la cochinilla y su transformación en tinte industrial natural de la firma que gerencia el joven Lorenzo Pérez, mantiene una elevada cotización en Europa debido a las excepcionales cualidades de sus rangos (inocuidad, estabilidad en amplios ratio de temperatura y de ph) que han permanecido inalterables con el paso del tiempo. Tanto es así que únicamente distribuyen a clientes diferenciados para los que planifican sus periodos de siembra y recolección en función de sus necesidades y demandas.

La labor y trayectoria de Lorenzo Pérez es digna de elogio. Cuando registró su marca por 70 euros en 2009 y a los tres meses recibió una demanda de la multinacional Naturex que produce carmín y que en bolsa cotiza al año más de 200 millones de euros, se dijo «ya me quedé sin marca». Se defendió solo inspirándose en los argumentos jurídicos de un famoso litigio similar entre Sony y Panasonic y ganó el pleito.

Gramos de mucho sudor

Del mayúsculo trabajo que supone extraer en bruto del producto de origen animal obtenido resultante de la desecación natural de las hembras adultas del insecto, dan cuenta las ínfimas cantidades de gránulos que se obtienen de las pencas de tunera en las que anidan los minúsculos insectos: para obtener meticulosamente seis gramos de cochinilla necesitaríamos 700 insectos. Por seis gramos de cochinilla recolectada obtendríamos solo dos gramos de cochinilla seca. 

De dieciocho gramos de cochinilla seca obtendríamos seis gramos de carmín, con los podríamos teñir menos de cinco kilos de lana. El tamaño de los gránulos es variable, siempre inferior a 1 cm de longitud. Añade que factura para vivir de la cochinilla de manera profesional con una empresa familiar en la están empleadas cinco personas que trabajan de nueve a diez horas diarias.

Pura artesanía

Según adelanta Pérez, «tanto el proceso de recolección como de elaboración de la cochinilla se hace siguiendo métodos artesanales», lo que contribuye a preservar la naturalidad al 100% y la calidad del producto, pero también el medio ambiente mediante políticas de sostenibilidad. 

Dadas las características de la cochinilla, que es un producto bruto de origen animal que se obtiene mediante la desecación natural del insecto y que tiene pronunciadas propiedades físico-químicas y organolépticas, el envasado debe realizarse lo antes posible después del secado y tamizado, por lo que el producto final debe estar envasado en Canarias, concretamente en el lugar en el que se produce. De esta forma se evita cualquier alteración de las características físico-químicas y organolépticas del producto, con el fin de preservar su calidad.

Sello de calidad

La cochinilla de Canarias es el primer tinte natural del mundo sometido a estrictas condiciones de control ante el Ministerio de Agricultura del Gobierno de España y la Comisión Europea. «Somos la única zona de Europa que produce cochinilla por sus bondades climáticas y por ello la Unión Europea (UE) ha creado un sello de calidad específico para la marca. Es el oro rojo de Canarias. A todo ello se unen sus valores etnográficos, patrimoniales y culturales de carácter histórico que posibilitan sus posibilidades de explotación en el espacio del agroturismo», sostiene. 

Su alto poder tintóreo es objeto de comercio en la industria textil (cueros, lanas y sedas) y se emplea para determinadas aplicaciones en cosmética, como por ejemplo en los lápices labiales y en las pinturas de uñas, en industrias farmacéuticas y alcohólicas, alimentación como colorante natural (E-120) para otorgar a ciertos productos un color rojo vivo, pigmentos para pinturas artísticas, de diseño o de restauración histórica, en la industria maderera o en la confección de tapices y alfombras, entre otras tantas.

«No cobré un solo euro de ayudas públicas viviendo desde 2009 a tiempo completo del cultivo de la cochinilla, hasta que este mismo año he sido incluido en el Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI-Agrícola)», explica Pérez, que está convencido de que «la cochinilla tiene un mercado potencial como producto natural y ecológico altamente demandado, en detrimento de los de origen sintético».

El impulso de Pérez lo llevó a trabajarle al Gobierno de Canarias el expediente para la declaración de la denominación origen de la cochinilla a lo que el ejecutivo se negó al ser el único agricultor del archipiélago dedicado a su cultivo. Pero en 2016 se aprueba en tiempo récord dicha denominación siendo consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Narvay Quintero, que ahora vuelve a ocupar esta cartera. El empeño de Pérez no cesó. Fue también uno de los mayores promotores para que la Unión Europea reconociera la Denominación de Origen Protegida Cochinilla de Canarias, siendo este archipiélago el único territorio europeo donde se produce cochinilla para su comercialización.

Como la empresa de Pérez cuenta con un sistema de trazabilidad, Bruselas le ha concedido el sello de calidad como producto agrícola de Calidad Superior. Hace tres años Canaturex recibió el GHP Award al Mejor Productor de Cochinilla Seca de Europa, en 2021 el GHP Award al Mejor Exportador de Cochinilla seca del año y en 2022 el GHP Award a la Mejor empresa de producción de cochinilla y buenas prácticas agrícolas. Este mismo año fue distinguida honoríficamente en los XXIX Premios Agrarios Pesqueros y Alimentarios de Canarias por el rescate de la cochinilla en el archipiélago.