Los apartamentos canarios suman dos meses en caída libre

El turismo rural ha sufrido una importante bajada de viajeros y de pernoctaciones durante el mes de julio en Canarias. A diferencia de lo que ocurría tras los primeros meses de la pandemia, cuando el turista optaba por las casas de campo buscando una mayor conexión con la naturaleza y mantener una distancia social, esta tendencia comienza a revertirse y la opción de hospedarse en hoteles vuelve a ser favorita. 

De esta forma, en el mes de julio las pernoctaciones en las 444 casas rurales que hay abiertas en las Islas cayeron un 14,9%, es decir, se produjo un descenso de 4.781 reservas con respecto al mismo mes del año pasado. El número de viajeros también se redujo, concretamente en 1.465 personas menos, lo que supuso una disminución del 21%.

La caída del turismo rural en Canarias está produciéndose principalmente por la falta de viajeros nacionales, que cayeron un 27,6% en julio de 2023 con respecto a julio de 2022. La caída en el caso del turismo extranjero fue más disimulada, del 7,4% durante el mismo mes.

La ocupación de las plazas ofertadas en alojamientos rurales de Canarias rozó el 29% en el mes de julio y se posicionó dos puntos por debajo de la media de ocupación nacional del 31,3%. Si se observa la ocupación de las casas rurales durante los fines de semana, en las Islas aumentó en julio hasta el 32,6%, aunque se alejó todavía más de la media nacional del 43,02% durante los sábados y domingos.

En el plano nacional, los alojamientos de turismo rural también registraron un descenso en el número de pernoctaciones el pasado mes de julio cayendo un 3,6%. Las de residentes bajaron un 8,8%, mientras que la de no residentes crecieron un 10%.

En las casas rurales se ocuparon el 31,3% de las plazas, un 5,6% menos que en julio de 2022. El grado de ocupación en fin de semana se situó en el 43%, con un descenso anual del 2,7%.

Por comunidades, las Islas Baleares fueron el destino favorito en alojamientos rurales en España recibiendo 225.909 pernoctaciones, el mismo nivel que en julio de 2022. También alcanzó el mayor grado de ocupación, con el 67,7% de las plazas ofertadas.

Por zonas turísticas, la Isla de Mallorca fue el destino preferido, con 182.382 pernoctaciones. La Isla de Menorca alcanzó la mayor ocupación, con el 75% de las plazas ofertadas.

Frente al descenso registrado en apartamentos y alojamientos rurales, se observa que los cámpines, que vivieron un gran momento tras el estallido de la pandemia, siguen mejorando sus cifras, con Cataluña como destino preferido y País Vasco liderando la ocupación. 

Sin embargo, en Canarias la cifra de viajeros que recurrieron a los cámpines bajó en julio un 11% mientras que las pernoctaciones cayeron un 3,8% con respecto a julio de 2022.

A nivel nacional, las pernoctaciones en cámpines registraron en julio un aumento del 0,8% interanual, impulsadas por las de no residentes (6,1%), frente las de los nacionales, que cayeron un 2,6%. Sin embargo, la ocupación cayó un 0,6% hasta el 51,2 % de las parcelas ofertadas.

El 41,1% de las pernoctaciones en cámpines las realizaron viajeros no residentes. Países Bajos fue el principal mercado emisor, con el 29,9% del total de las de no residentes, un 9% más que en julio de 2022.

Los albergues también aumentaron sus números, con un avance del 1,8% en pernoctaciones, que se han disparado un 26,2% en el caso de los extranjeros. En cambio, las de residentes descendieron un 10,9%. La ocupación cayó un 5,8% hasta el 43%.