Contratos sobre ruedas

Arrancan los cursos gratuitos para obtener el carné de transportista y paliar el déficit de 500 profesionales que sufre el sector en Canarias

Los participantes en el proceso formativo ayer en la Autoescuela Reyes de la capital grancanaria.

Los participantes en el proceso formativo ayer en la Autoescuela Reyes de la capital grancanaria. / José Carlos Guerra

Más de 5.500 ciudadanos presentaron solicitud para subirse al camión con los cursos gratuitos del Gobierno y la FET, pero solo 306 han sido los agraciados. Entre ellos, los 15 aspirantes que se forman en Gran Canaria en la Autoescuela Reyes, y que sin haber realizado ningún examen, ya reciben ofertas de empleo

«Yo para ser feliz quiero un camión», cantaba Loquillo en el famoso tema que lanzó en los 80. Unas estrofas que suenan a todo volumen en la escuela Autoescuela Reyes de la capital grancanaria, donde se están formando 15 de las 306 personas que han conseguido una de las ansiadas plazas del proceso formativo gratuito para ser camionero. El objetivo del programa, acordado entre el Gobierno de Canarias y la Federación de Empresas de Transporte (FET), es paliar el déficit de 500 profesionales que arrastra desde hace años el mundo del transporte de mercancías y viajeros. De hecho, la falta es tal que todos han empezado ya a recibir ofertas de empleo, y eso que todavía no han realizado ninguno de los cuatro exámenes que necesitan para ponerse al volante.

Si bien había sobre la mesa solo 306 puestos repartidos por todas las Islas, las solicitudes han rebosado el cupo. Más de 5.500 ciudadanos presentaron su candidatura, pero solo unos pocos han sido los agraciados. Uno de ellos es Aventino Cabrera. Reside en el municipio de Tejeda y aún no asimila que, con todas las solicitudes que había, la lotería le tocase a él. «Agradecimientos es lo único que me sale, siento una gran responsabilidad, con todos los que se quedaron atrás, me siento un privilegiado, yo y todos los que estamos aquí», asegura el hombre. Tiene 51 años de edad y entró a engrosar la lista de parados hace ocho meses. Hasta ese momento, se ganaba el pan de con un empleo temporal de cara al público en la oficina de turismo del Ayuntamiento del Roque Nublo, pero desde antes que caducara su contrato tenía claro hacia donde quería reorientar su carrera.

Su sueño es ser transportista en las medianías de la Isla, la zona en la que creció y «tanto necesita» camioneros. Además, lo suyo no es un sueño fruto de la escasez de profesionales, ya que lo lleva en el ADN. «Tengo un trozo de papel de 1946 de mi abuelo, en paz descanse, en el que está escrito que él fue uno de los primeros transportistas de Tejeda, en mi familia lo llevamos en la sangre».

Los futuros camioneros ya han empezado a recibir ofertas de empleo: «Vamos a poder hasta elegir»

La mayoría de los participantes en el programa, financiado por el Servicio Canario de Empleo (SCE) con una partida de 563.000 euros, llevan años a la espera, de ahí los agradecimientos y las ansias por empezar. Y es que ser camionero sale caro. Entre las tres pruebas para el permiso de conducción de vehículos pesados tipo C o D, y el Certificado de Aptitud Profesional (CAP), el desembolso puede llegar hasta los 6.000 euros, y nunca es menos de 4.000, según la FET, que se encargó del proceso de selección vía sus bolsas de empleo. «Yo llevaba un año y 10 meses apuntado, pero gran parte de los compañeros están desde hace más de dos años», explica Cabrera. Eso sí, la gratuidad no es total, matiza. Tendrán que pagar las tasas para examinarse, unos 250 euros, que distan en exceso de esos 6.000 iniciales, por lo que «vale la pena», apunta.

Faltan mujeres

Entre los criterios de selección figuraban la igualdad de género o las dificultades para la inserción laboral. No es para menos, las mujeres suponen solo el 15% del total del personal que atiende el transporte de viajeros, y su representación es diez veces menos (1,5%) si se trata del traslado de mercancías. «Esta es una oportunidad muy buena para seguir rompiendo estereotipos y abrirnos espacio en nuevos sectores», remarca Odalis Ceballos, una de las pocas aspirantes del curso. Y es que de los 15 canarios que se están formando en la Autoescuela Reyes, solo dos son mujeres.

Ceballos ha puesto el freno de mano para dar un giro de campana a su vida tras años de precariedad. Con 31 años, la hostería había sido hasta hace 10 meses, cuando su situación la «llevó al punto» de tomar la dedicación de abandonar y buscar nuevos desafíos. «Ni de broma» había pensado dar el salto de camarera a conductora de camiones, subraya la joven, pero cuando vio la oferta y las salidas laborales no se lo pensó dos veces. «No tengo miedo, me visualizo totalmente en el puesto», sentencia sonriente. Mañana va a tener su primera práctica a las nueve y media de la maña, la primera de muchas, por eso, avisa –bromeando– de que, hasta que no maneje bien, mejor que a esa hora de lunes a viernes los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria eviten salir a la vía pública, tanto en coche como a pie.

Los aspirantes critican que el Cabildo de Gran Canaria impide sacar el certificado profesional antes de junio

«No solo es que haya trabajo, es que vamos a poder elegir», afirma Cabrera. Ya hay empresas interesadas en ellos, sobre todo de la construcción, y más concretamente para la obra del Salto de Chira, donde hacen falta operarios de grúa y conductores.

Comenzaron las clases hace dos semanas, un intensivo por el que en menos de tres meses se examinarán de la prueba teórica, de maniobra –en circuito cerrado– y práctica –45 minutos en carretera– antes de abril. En ese momento, de sacar todo a la primera, conseguirán el carné de vehículos pesados. No obstante, para transportar mercancías también es vital el CAP, que depende de los cabildos.

Problemas de burocracia

La maraña burocrática que tienen que sortear para acceder al mundo profesional lo antes posible les está trayendo por la carretera de la amargura. Ayer, durante la visita a las aulas de la consejera de Empleo, Jéssica de León, el titular de Economía, Manuel Domínguez, y el presidente de la FET, José Ángel Hernández, los participantes expusieron los problemas que trae consigo la última prueba. Cada corporación insulares tiene diferentes plazos para presentar la documentación. En Tenerife no hay problema porque solo exigen 15 días de antelación, pero en Gran Canaria son seis semanas. «El próximo CAP es en abril, y no llegamos a tiempo para presentar los papeles, aquí vamos a tener que esperar hasta junio para acceder a la prueba», critica Cabrera, que ha instado al Gobierno grancanario a flexibilizar y acortar a 15 días el trámite para estar en las mismas condiciones que el resto de compañeros de otras partes del Archipiélago.