Generación distribuida

Holaluz propone llenar de placas solares los tejados para incrementar la capacidad de generación eléctrica en un 40%

La eléctrica afirma que la factura energética de una familia durante 20 años podría pasar de 84.000 euros a cero con paneles solares, coche eléctrico y bomba de calor

Archivo - Carlota Pi, cofundadora de Holaluz

Archivo - Carlota Pi, cofundadora de Holaluz / @CARLOTAPIAMOROS - Archivo

En España hay 10 millones de tejados residenciales técnicamente viables para ser transformados en pequeñas centrales de producción eléctrica, según Holaluz. La eléctrica catalana, impulsora del movimiento 'La revolución de los Tejados', afirma que si cada uno de ellos instalase placas solares con una potencia de 5 kilovatios, el país podría incrementar su capacidad de producción de electricidad actual (124.000 megavatios) en un 40% y cubrir toda la demanda doméstica, según un informe de la comercializadora sobre el potencial y situación actual del despliegue de la generación distribuida en España.

La compañía diferencia entre autoconsumo (producción de electricidad para el propio consumo) y la generación distribuida, entendiendo esta última como producir para autoabastecerse a uno mismo y a los vecinos a través de la venta de electricidad a la red eléctrica. El despliegue del autoconsumo ha tenido un crecimiento exponencial en España en los últimos años al calor de la subida de los precios de la energía y la pandemia, hasta superar los 5 gigavatios (GW) instalados, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Pero la mayor parte es en la modalidad de autoconsumo individual sin excedentes, según Holaluz.

La energética quiere impulsar la otra modalidad, en la que se comparte energía con los vecinos y se vende a la red lo que sobra, que podría alcanzar un potencial de 50 GW. Y defiende que es la forma más rápida y eficiente de instalar renovables ante el objetivo de generar el 81% de electricidad 'verde' en 2030 (frente al 50% actual). Por un lado, las placas solares requieren menos tiempo de construcción y permisos que las grandes instalaciones eólicas y solares. Por otro, al tratarse de un consumo de proximidad apenas suponen pérdidas en el tránsito por la red eléctrica.

Además, si se le añade baterías favorecerían la operación del sistema si se permitiera gestionar de forma agregada todas las baterías como si fueran una planta de producción virtual, que almacene energía durante el día y produzca durante la noche. Pero sobre todo supone un abaratamiento de la factura para el consumidor, según la eléctrica.

Holaluz parte de la hipótesis de que una familia a lo largo de 20 años se gasta unos 84.400 euros en su factura energética (luz, gas y gasolina o gasoil para el coche) para afirmar que la instalación de paneles en los tejados conseguiría reducir ese gasto un 30%, hasta los 61.400 euros. Si además esa familia utiliza un coche eléctrico, en vez de un vehículo de combustible fósil, el ahorro baja al 70% (hasta los 27.800 euros) y si añade una bomba de calor a la casa y electrifica su demanda por completo la factura se reduce el 100% hasta los cero euros, según la compañía.

Una tercera parte

La hoja de ruta energética de España –el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)-- establece como meta la instalación de 19 gigavatios (GW) de autoconsumo antes de 2030, una tercera parte del potencial que propone la comercializadora de generación distribuida. Pero a día de hoy apenas hay unas 500.000 instalaciones de este tipo en España, lo que supone un 5% de penetración, entre cuatro y seis veces menos que países como Alemania, Holanda o Australia, según la compañía.

“España puede ser líder en transición energética en Europa porque hay 1.400 horas de sol equivalente al año, pero la penetración solar no llega al 4% del total de los 10 millones de tejados que son viables”, ha explicado la cofundadora de Holaluz, Carlota Pi, en la presentación virtual del informe. Hasta la fecha, la comercializadora 'verde' ha conseguido transformar más de 14.000 tejados en 'productores de energía verde' y más de 325.000 contratos de electricidad.

Calor regulatorio

El reto no solo es de los consumidores a la hora de elegir la forma en la que consumen energía. También es de los reguladores, a quienes Holaluz reclama acelerar la implementación de esquemas de energía colectiva, como el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas y fortalecer el rol del gestor de autoconsumo, así como fomentar la instalación de sistemas de almacenamiento distribuido para poder vender la energía en los mercados secundarios cuando el sistema lo necesita.

También alinear los objetivos de las distribuidoras (grandes eléctricas) para que no pongan dificultades a la conexión de la generación distribuida e incentivar la compra de paneles solares, entre otras medidas, con una rebaja del IVA. “Lo peor de esta relajación de los precios es que parece que se ha acabado el problema de la energía. Hay que incentivarlo de forma positiva con una rebaja del IVA o con más subvenciones”, ha agregado Pi.