De Canarias hasta Asia en autocaravana: el viaje de Guacimara y Pedro tras dejar sus trabajos y volverse nómadas

Los isleños decidieron abandonar la vida empresarial para convertirse en creadores de contenidos y sufragar así su aventura por carretera

Pedro y Guacimara tienen la vivienda con mejores vistas, pues cambian cada día.

Pedro y Guacimara tienen la vivienda con mejores vistas, pues cambian cada día. / ED / LP

Clara Morell

Clara Morell

De Canarias hasta Asia en autocaravana. Ese es el reto que se han puesto por delante los canarios Pedro Acebedo y Guacimara Acosta, originarios de La Laguna, que han optado por un estilo de vida itinerante y se encuentran en estos momentos recorriendo Europa a bordo de su Fiat Ducato Integral. Un vehículo que han modernizado con sus propias manos y que se abastece que energía solar. Para costear el viaje, decidieron dejar sus antiguos trabajos y convertirse en nómadas digitales generando ingresos con distintos emprendimientos. 

A Guacimara, periodista especializada en comunicación y marketing digital, y Pedro, informático con experiencia en el mundo empresarial y tecnológico, la idea de iniciar esta aventura se les pasó por la cabeza hace aproximadamente tres años. Lo primero que hicieron fue comprar una pequeña furgoneta y adaptarla para viajar, pero tras realizar los cálculos pertinentes se dieron cuenta del gran gasto que suponía. Por eso, decidieron adquirirla para usarla durante cortos períodos de tiempo y alquilarla a terceros cuando no la utilizaban. «A los dos años logramos recuperar la inversión», señala Guacimara.

Contratiempos en el viaje

Aunque el recorrido empezó con su perro Jack y su gato Ra, estos fallecieron por el camino.

Aunque el recorrido empezó con su perro Jack y su gato Ra, estos fallecieron por el camino. / ED / LP

El gusto por la vida en la carretera pronto se convirtió en una pasión y, tras haberse recuperado económicamente del primer desembolso, decidieron invertir en otra autocaravana de mayor tamaño: su Fiat Ducato Integral que tiene una longitud de casi ocho metros, una altura de tres y un ancho de dos veinte. El vehículo es ahora mismo el hogar rodante desde el que persiguen el objetivo de llegar a Asia. Para la pareja, este cambio de estilo de vida fue motivado por un evento traumático: el repentino fallecimiento de un familiar en su trayecto al trabajo. Este suceso marcó un punto de inflexión, llevándolos a perseguir la vida que realmente deseaban.

Tras ese acontecimiento, en enero de  2023 arranca el viaje pero con un nuevo contratiempo. La detección de un tumor en su perro los llevó de regreso a Tenerife. El retorno a una casa de cemento era complicado para ambos, que estaban ya acostumbrados a las ventajas de su vivienda sobre ruedas.

Otro obstáculo inesperado fue descubrir que una ley aduanera les impedía desplazarse con su autocaravana fuera de las Islas durante más de seis meses, pues entonces se consideraba como una «exportación». Para solucionarlo, se vieron obligados a vender su vehículo y adquirir uno nuevo en Alicante, además de establecer su residencia en Madrid en cuestión de días.

Una autocaravana a la que no le falta detalle

¿Es duro vivir en una autocaravana? ¿Hay que renunciar a algunas comodidades? La respuesta de Pedro y Guacimara es un tajante «no». Y es que su Fiat Ducato tiene de todo: cocina equipada con electrodomésticos e incluso lavadora, además de un baño, una cama y espacio para trabajar. El vehículo tiene inclus un garaje para almacenar bicicletas o motos, algo que era «esencial» para ellos porque una autocaravana tan grande no les permite acceder fácilmente a muchas zonas. 

En cuanto a la electricidad, la pareja dotó el vehículo de varias placas solares y baterías de almacenamiento que les permiten ser autosuficientes. Normalmente estos vehículos son dependientes de campamentos donde se les permite enchufarse a la electricidad, pero en su caso no es necesario. También tienen una gran autonomía de agua al contar con un enorme depósito. Para costear su viaje, Pedro y Guacimara han creado la web Road to Magec, cuyo nombre significa «camino hacia el sol» –en una mezcla de inglés y guanche–. En esa página la pareja publica los contenidos audiovisuales que generan en la autocaravana y cuentan a sus seguidores cómo es viajar trabajando o qué supone dar el salto a la vida nómada. El éxito que tienen en el mundo digital es tan grande que la web se ha convertido en su principal fuente de ingresos. 

«No creemos que sea bueno poner todos los huevos en la misma cesta, por eso tenemos varios negocios»

Como subsistir solo del mundo digital sería «poner todos los huevos en la misma cesta», la pareja tiene también un negocio de alquiler de furgonetas camper, una pequeña firma de joyas inspiradas en Canarias y una web llamada Tenerifelicidad donde comparten información turística y se nutren de los anunciantes. En definitiva, todo forma parte de una estrategia «muy meditada» para conseguir el objetivo fijado, llevar un estilo nómada que les permita costearse el trayecto por carretera hasta Asia. Por ahora, la pareja lleva unos meses disfrutando de Portugal. «No hay prisa, el viaje es parte de la vida», afirman.

El teletrabajo y los nómadas digitales están a la orden del día. Aunque lo habitual es ver a Canarias como un destino para estos asalariados remotos, el Archipiélago exporta también a trabajadores que quieren seguir con sus profesiones pero sin estar atados a una oficina. Es el caso de Pedro Acebedo y Guacimara Acosta, un informático y una periodista que ejercen en la red mientras viajan por el mundo.