La factura de la investidura (3)

Las condiciones del PNV para favorecer un gobierno de Pedro Sánchez: un nuevo "modelo territorial" y abordar el encaje de Euskadi

La formación nacionalista ha planteado la cesión de parte de la gestión de los fondos europeos o establecer la prelación de los convenios autonómicos sobre los estatales, entre otras cuestiones

Miguel Ángel Rodríguez

Faltaban aún 10 días para que se celebraran las elecciones generales cuando en el PNV ya ponían precio a una hipotética investidura de Pedro Sánchez. El portavoz de los jeltzales en el Congreso, Aitor Esteban, afirmó en el debate a siete celebrado en RTVE de la necesidad de cerrar un acuerdo programático. Con las urnas ya cerradas y con cinco diputados clave para la reedición del Gobierno progresista, el PNV va afinando en qué consistiría ese pacto, un nuevo "modelo territorial del Estado" que aborde el encaje de Euskadi.

De los partidos a los que Sánchez debe convencer para salir victorioso en el debate de investidura -ERCJuntsEH BilduPNVBNG y Coalición Canaria-, tan solo los peneuvistas y los nacionalistas gallegos apoyaron al líder del PSOE en 2020. Los jeltzales aprendieron de aquella experiencia. "Sabemos lo que es firmar un acuerdo de investidura con Sánchez y sabemos lo que es no cumplirlo, de modo que ahora es Sánchez quien debe decirnos para qué quiere nuestros votos", aseguró hace unos días el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en Radio Euskadi. Pese a que parecen dejar la responsabilidad de hacer una propuesta en el tejado del presidente del Gobierno en funciones, en el PNV tienen claro que una de sus principales exigencias será la búsqueda de ese nuevo modelo territorial.

En concreto, Esteban aseveró antes de los comicios que cualquier acuerdo debe pasar por el "reconocimiento de la nacionalidad de Euskadi, una relación bilateral y un árbitro neutral". En la formación jeltzale evitan dar más detalles sobre este planteamiento para preservar la negociación con Sánchez, pero Ortuzar lleva años hablando de la necesidad de impulsar la renovación del Estatuto de Guernika. A comienzo de este año, el líder del PNV recalcó que "es una carpeta que hay que abrir". No en vano han sido una de las formaciones que más ha denunciado durante la legislatura la invasión de cualquier competencia que esté en sus manos.

Demandas tradicionales

Además, tanto en el debate a siete celebrado durante la campaña electoral como en los últimos meses, el PNV ha ido dejando claras cuáles son sus peticiones. Estaban planteó la cesión de parte de la gestión de los fondos europeos a las comunidades autónomas, la aplicación de reglas fiscales diferentes para cada territorios o establecer la prelación de los convenios autonómicos sobre los estatales siempre que estos sean más beneficiosos.

Por otro lado, durante toda la legislatura, el PNV ha reclamado la aceleración de las obras del AVE vasco, iniciadas hace más de 15 años, y el transpaso de numerosas competencias. En junio de 2021, por ejemplo, se cedió a Euskadi todas las competencias relacionadas con Prisiones y en mayo de 2022 el Ingreso Mínimo Vital, pero los jeltzales exigen que se continúe el proceso de transferencias con el régimen económico de la Seguridad Social.

Vía cerrada

Pese a que el PNV deja claro que hará valer el precio de sus cinco diputados, su posición negociadora se debilitó al rechazar de plano una negociación con Alberto Núñez Feijóo, pese a que en anteriores ocasiones han cerrado acuerdos con el PP. El partido vasco informó de su "negativa a iniciar conversaciones de cara a falicitar" la investidura del líder conservador, sin siquiera hacer mención a los acuerdos con Vox. En el PP creen que el paso que dió este fin de semana el partido de extrema derecha, ofreciendo sus votos sin necesidad de entrar en el Gobierno, podría atraer al PNV. Sin embargo, fuentes de la formación jeltzale no lo ven posible, ya que seguirían estando obligados a aprobar todas las leyes con Vox.