Sufrir una avería en el coche durante la circulación es una situación que, aunque todo conductor evita y teme, puede darse por diferentes motivos. Es fundamental estar preparado para esta circunstancia, saber cómo actuar, qué pasos seguir, y conocer las coberturas del seguro y así resolver con seguridad el problema.

La avería puede darse en cualquier circunstancia y los pasos a seguir dependerán del tipo de vía en el que se haya producido. En todos los casos, la prioridad es actuar con calma y seguridad, tanto para el conductor y los ocupantes del vehículo como para los demás conductores que transiten por la carretera.

Del mismo modo, el número de intervenciones por averías dependerá del mantenimiento del coche y del estado de la vía, así como de la edad del vehículo. Las más frecuentes son las relacionadas con pinchazos y reventones, falta de batería, problemas del motor y de bombas de combustible y sistemas de inyección, que superan, según los estudios, unas 900.000 intervenciones anuales en España por avería en carretera.

Seguridad como prioridad: chaleco reflectante y triángulos

En primer lugar, la seguridad. En caso de avería el primer paso es, además de mantener la calma y poner las luces de emergencia para alertar de la situación a los demás conductores, tratar de sacar el vehículo de una zona de accidente. Para ello, y siempre que la avería lo permita habrá que situarlo fuera de la circulación, apartado del tránsito e inmovilizándolo en dicho lugar seguro.

En caso de poder salir del vehículo con seguridad, el conductor deberá hacerlo con el chaleco reflectante puesto, con el objetivo de señalizar la zona de la avería con los triángulos de emergencia, dos en caso de vía de doble sentido a 50 metros de donde esté averiado el coche. Que los demás conductores visualicen a los ocupantes y el coche averiado a la mayor distancia posible es clave para evitar accidentes a causa de un coche averiado.

Lo más adecuado es salir del coche, siempre que sea posible. En caso de avería la actuación más segura es abandonar el vehículo, saliendo con precaución por el lado más alejado de la circulación y colocándose fuera de la calzada en un lugar seguro, preferiblemente elevado o tras un guardarraíl o valla de protección similar.

Llamar al seguro del vehículo y recibir ayuda es el siguiente paso, clave para resolver el problema a la menor brevedad. Desde un fallo mecánico, rescate del vehículo en caso de haber volcado o quedarse atorado, pinchazos, falta de aceite o gasolina, o evacuación del coche y traslado a un lugar seguro, son dificultades que estarán cubierta por la asistencia en carretera. La aseguradora, con una llamada de teléfono, podrá activar el protocolo de actuación y resolver el problema en el mismo lugar, o mediante el remolque con una grúa.

Según necesidades, los seguros suponen una cobertura orientada a aportar seguridad y comodidad para el conductor, desde los servicios básicos a una gama más amplia. En este sentido, lo primordial es que un seguro a terceros ofrezca defensa jurídica, asistencia en viaje, responsabilidad civil por remolque y elección de taller.

Para mayor seguridad, también ofrecen cobertura ante posibles incidentes, como la rotura de luna, robo del vehículo e incendio, que aporta tranquilidad al propietario con una protección más amplia del vehículo. Si el objetivo es estar cubierto ante cualquier incidencia, los seguros a todo riesgo aportan una tranquilidad absoluta, con una asistencia de viaje completa, gestión de multas e incluso servicios como cobertura en caso de siniestro, pintura del coche, coche de sustitución, e incluso daños propios.

Prestación para el coche, atención al pasajero

En caso de avería el servicio de asistencia en carretera es el mejor aliado, con coberturas que en los más básicos acostumbran a cubrir el vehículo mientras en los más ampliados también a los pasajeros. Este servicio está centrado en socorrer al conductor en cualquier incidente, con un protocolo de ayuda para el coche y para las personas que lo ocupen.

La cobertura a pasajeros puede incluir desde taxi o coche de sustitución, asistencia médica en caso de accidente, alojamiento y manutención mientras el vehículo es reparado, o cobertura fuera de las fronteras nacionales, por ejemplo.