Una ITV para mangueras

En cinco años, la inmediatez que ofrece su stock ha convertido a Tess Canarias en la distribuidora líder de material para el trasvase de fluidos

Un operario despliega una manguera en la nave de Tess Canarias del Puerto de la Luz.

Un operario despliega una manguera en la nave de Tess Canarias del Puerto de la Luz. / Andrés Cruz

En un buque, si una manguera de gran dimensión con fuel en su interior se pica, desde que se detecta hasta que se apaga la bomba, la fuga puede provocar un vertido de 2.000 litros de combustible y una grave amenaza para el medio marino. Por eso, estos tubos, al igual que los vehículos, deben someterse a pruebas rutinarias que certifiquen su buen estado. Una especie de ITV en la que Tess Canarias se ha convertido en la empresa de referencia. Con escasos cinco años de vida, factura cinco millones de euros anuales de media, cuenta con 23 trabajadores, todos locales, y es la única compañía proveedora de suministros y reparaciones que tiene acopio propio de estos productos destinados al trasvase de fluidos en el Archipiélago.

En su nave, ubicada en el muelle Reina Sofía del Puerto de la Luz, «estresan» a las mangueras para comprobar si ha llegado la hora de jubilarlas. ¿Cómo? Inyectándoles agua a alta presión. Las paredes de área en la que se lleva a cabo este proceso están adornadas de manchas de color negro fuel. Y es que algunos tubos, ante la intensidad del flujo, estallan, más cuando se les da un uso constante o están cerca del final de su vida útil, que suele durar entre cuatro y cinco años.

Esta ITV comienza, cuenta uno de los operarios encargados, Yeray Medina, introduciendo una presión de tres bares, que es la «de calle», a la que circula el agua del grifo por las cañerías; de ahí se inicia un ciclo de altibajos de una hora y media que acaba a más de 22,5 bares, intensidad, de media, superior a la de trabajo.

Si hay roturas, reventones o necesidades de recambio, la inmediatez es la clave de la compañía, explica la directora de operaciones, Mónica Suárez. Hasta que ellos ‘atracaron’ en las Islas, si una manguera fallaba, el repuesto había que mandarlo a fabricar fuera –en la Península u otro país de Europa– e importarlo, con el coste extra que implicaba el trasporte. Esto obligaba a las compañías a tener suministros de emergencia para evitar imprevistos, sobre todo a las navieras que realizan escalas de corta duración en los puertos de las Islas.

Ahora, si una plataforma petrolífera o un barco precisa de un recambio in situ, tiene una empresa distribuidora a la que acudir. «El cliente compra al momento y se lo lleva», subraya el director general, Rajiv Kripalani, quien añade: «Hacemos pedidos de material a gran escala y los almacenamos, una ventaja competitiva que solo es soportable con buenas espaldas financieras». Y es que Tess Canarias pertenece a una multinacional noruega, Tess, que es proveedora de suministro y prensado de todo tipo de mangueras industriales.

Además, la firma canaria también se encargan del transporte y la instalación de los tubos, incluso en altura. Medina es uno de los trabajadores que cuenta con un título específico para la puesta a punto en vertical, puede hacerlo a más de 85 metros en barcos o aerogeneradores, enfatiza el empleado.

El ‘bunkering’

El negocio de esta empresa se divide en cuatro ejes. El primero, y más robusto, es el bunkering, e l repostaje de embarcaciones en alta mar, cuya logística supone el 65% de sus transacciones. Otra punta de lanza se basa en el suministro a plataformas petrolíferas, un sector en el que buscan expandirse de cara a los próximos años. «Hemos crecido tan rápido que no nos ha dado tiempo a darnos a conocer, y muchas compañías no saben que aquí ofrecemos estos servicios», apunta Kripalani. La tercera línea se centra en los buques pesqueros que faenan en aguas de Canarias y la costa africana. Cuando acaba la temporada de capturas, estos navegan hasta los puertos de la Comunidad Autónoma, donde se les realiza el mantenimiento, ya que ofrecen buena infraestructura y seguridad.

El resto de sus ventas son la distribución de material a la industria local. Desde gasolineras hasta fábricas pasando por parques eólicos y el sector aeronáutico.

Antes de 2018, Tess participaba en proyectos puntuales en los embarcaderos de las Islas con empleados que trasladaba desde el extranjero, pero ese año, tras realizar una serie de estudios, de la mano de Kripalani, decidió apostar por esta tierra y realizar una potente inversión. Mientras se tramitaba convertir a Tess Canarias en una compañía de la Zona Especial Canaria (ZEC), así como los permisos para construir en zona portuaria, empezaron a comercializar sus productos desde una pequeña oficina. Y cuando ya pudieron abrir las instalaciones, llegó la pandemia. Podría haber sido un hándicap, pero, en palabras de Suárez, «el mar nunca descansa». El mundo se paró en tierra, pero siguió en el océano, por lo que su actividad subió como la espuma, duplicándose en un año.

La actualización es vital para ser competitivos, más con la entrada en el mercado de los combustibles menos contaminantes. En el bunkering, los barcos impulsados por gas natural líquido –GNL– necesitan mangueras de acero inoxidable, no las comunes de caucho. Una fuente de energía alternativa que «todavía no está muy desarrollada» en los puertos del Archipiélago. Por ese motivo, Tess pretende adelantarse y tener suministro propio para ofrecer estos tubos a los operadores.

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