Archipiélago de referencia deportiva

Canarias, paraíso para la preparación preolímpica

Las temperaturas medias del archipiélago proporcionan la luz, la calidez, la humedad, y condiciones similares a las competiciones

Canarias, paraíso para la preparación olímpica.

Canarias, paraíso para la preparación olímpica. / La Provincia

Fernando Hernández-Abad de la Cruz

«Haber nacido en esta quemada geología de cenizas, en medio del Atlántico, condiciona a cualquier ser medianamente sensible»

Cesar Manrique

Canarias, por su geografía, su clima y sus gentes, supone un atractor natural para todo amante del deporte. Las islas afortunadas, precisamente por serlo, reúnen las condiciones extraordinarias para entrenar aquellos deportes cuyo sistema de competición se lleva a cabo al aire libre y que, en no pocas ocasiones, se relaciona directa o indirectamente con la altura, la arena o el medio acuático, lo que pasa a ser un bien muy preciado por técnicos y deportistas profesionales.

Las temperaturas medias del archipiélago proporcionan la luz, la calidez, la humedad, y condiciones similares a las competiciones, y, lo que es mejor, incluso con mayor nivel de exigencia que éstas, lo que proporciona al deportista una respuesta fisiológica optimizada. Lo que no se entrena, no se puede mejorar, y aquí los deportistas reciben gran cantidad de estímulos que abren exponencialmente el espectro de respuestas adaptativas relacionadas directamente con el rendimiento motor. Es el caso de los vientos costeros, que, asociados con las condiciones del mar, generan ecosistemas de entrenamiento muy propicios para que grandes regatistas se desplacen a las islas año tras año. Estas condiciones ayudan a mejorar su rendimiento, que se asocia no sólo con exigencias físicas, sino a otros aspectos importantes, como la lectura de los caprichosos cambios de la madre naturaleza (lectura de la ola o del cambio en la dirección del viento), paso previo a tomas de decisión estratégicas que, a estos niveles, son fundamentales y definen posiciones en el medallero.

Otro deporte que encuentra en las islas un gran aliado, es el atletismo, pues los factores climáticos permiten minimizar situaciones de riesgo en la adherencia del deportista a la calidad del entrenamiento. Es muy duro estar inmerso en un régimen de cargas de entrenamiento de máxima exigencia con tan sólo unas horas de luz al día, donde no se puede entrenar al aire libre porque, durante muchos meses, el blanco de la nieve es el paisaje habitual. Existe sobrada evidencia científica de la existencia de una estrecha relación entre las emociones y la respuesta fisiológica. Por supuesto, hay que entrenar bien y con buenos medios, tanto materiales como humanos, pero esto se presupone una vez se llega al olimpo del deporte. Todos los que hemos entrenado de manera exigente, hemos sentido que no es lo mismo hacerlo bajo la luz del sol que sin el calor del mismo, y la energía vital que nos proporciona. Es un extra que hace que cada día sumemos un poquito más, y que, a lo largo de meses de entrenamiento, ese proceso complejo y expuesto a un desgaste físico y mental tan riguroso sea más llevadero, potenciando los procesos biológicos de recuperación. Y es que, hay que decirlo, el buen tiempo, junto a una nutrición adecuada con productos locales de calidad, ayuda al deportista a reponerse mejor después de un duro entrenamiento. Esto hará que al día siguiente se rinda mucho mejor.

También la altura beneficia a marchadores, ciclistas, triatletas, aquellos deportistas que requieran repuestas adaptativas que mejoren el rendimiento en pruebas de larga duración. Se trata, al fin, de los duros deportes de resistencia, cuyo rendimiento se ve mejorado por el entrenamiento a determinadas alturas sobre el nivel del mar. Además, la geografía isleña, unida a la red de carreteras, hace que en el mismo día se pueda entrenar en altura y dormir a nivel del mar, o viceversa, en función de la metodología preferida por cada staff, optimizando todos estos procesos.

Es muy común encontrar en las playas de las islas algunas de las mejores selecciones nacionales de vóley playa, disfrutando de la maravillosa arena y simulación de entornos de competición. En este tipo de deportes, la exposición a distintas variables del medio natural es habitual. No se puede equiparar la lectura de la trayectoria de un balón dentro de un pabellón con luz artificial al aire libre con el sol de frente. Son detalles que para un aficionado pueden ser triviales, pero no cuando nos estamos jugando una medalla olímpica. Las islas cuentan con grandes instalaciones deportivas, como, por ejemplo, uno de los mejores canales de nado del mundo, por el que han pasado numerosos medallistas de campeonatos de Europa, del Mundo y Olímpicos.

Cada deporte tiene su propia identidad y seguro que si hablamos con los seleccionadores de cada uno de ellos podrán matizar infinidad de detalles que probablemente ni el lector ni el que escribe estas palabras hubiese imaginado, pero, sin lugar a dudas, cualquier canario que haya viajado es consciente de la extraordinaria calidad de la oferta alojativa de las islas. Para cualquier deportista, venir a entrenar a Canarias no sólo supone dar un paso adelante en la mejora del rendimiento deportivo, sino vivir la experiencia que rodea y optimizar el propio proceso de entrenamiento. El sector servicios canario es puntero en Europa, reinventándose día a día, innovando con nuevas propuestas que dan valor al deporte y al deportista como cliente de calidad, con una identidad propia y afín con estrategias de desarrollo sostenible. Compromisos estos adquiridos por gran parte de la sociedad canaria, consciente de la importancia de rodearnos de turismo de calidad.

Pese al extendido y paradójico pensamiento de que, para triunfar y alcanzar el éxito, hay que salir de las islas, cada vez son mayores las oportunidades que ofrece nuestra Comunidad Autónoma. Sus aeropuertos internacionales son puntos de encuentro y comunicación con las principales ciudades europeas. Esto, unido a la seguridad que ofrecen nuestras islas, es un factor de altísimo valor para cualquier deportista de talla internacional. No solamente están a un solo vuelo de sus países de origen, también lo están de otros compromisos deportivos clasificatorios para los juegos olímpicos.

Sin lugar a dudas, quienes amamos el deporte estamos bendecidos al poder disfrutar de una tierra de incalculable valor: entre volcanes y lava, emerge de la tierra la explosión más vibrante de luz y color para animarnos a practicar cualquier deporte, entre oleajes de sal y calma. Una llamada, un silbo a cuidarnos y a potenciar nuestros talentos en un paraje único e inigualable.

Fernando Hernández-Abad de la Cruz es Profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Canarias

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