Tiene 16 años, perseverante en sus metas, quiere estudiar Medicina, más en concreto la especialidad de Neurología, aprende cuatro idiomas, entre ellos el mandarín, apasionado del deporte, entrena al pádel tres veces por semana y el contacto con el mar le ayuda a despejarse.

Enhorabuena Ismael por este Premio Extraordinario de la ESO. ¿Esperabas este reconocimiento, cómo te llegó la noticia y qué sentiste?

La verdad es que, en primer lugar, no sabía de la existencia de este premio hasta final de curso pasado cuando nos lo comentaron los profesores de mi colegio. Cumplía los requisitos exigidos de tener un expediente de sobresaliente, y decidí presentarme a la convocatoria para intentarlo, sin nada que perder.

Mis padres me animaron a hacer la inscripción pues yo, en primera instancia, no lo tenía claro. En todos estos años, ellos siempre han estado ahí, primero aconsejándome y luego, apoyándome en todas las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi trayectoria personal y académica.

Algunas semanas más tarde me enteré de los resultados a través de la página web de la Consejería de Educación donde se publicaron. Leí mi nombre y lo primero que sentí fue una enorme sorpresa porque, realmente, no me lo esperaba. Luego, cuando fui consciente, sentí mucha ilusión.

Sin duda alguna, para mí es un incentivo, una manera positiva de seguir cursando el Bachillerato. Es una demostración de que el trabajo hecho hasta ahora ha sido el correcto y ha dado sus frutos. Así que me motiva a seguir mejorando.

Los dos cursos que se avecinan me los voy a tomar con seriedad. Todo lo que haga ahora va a influir, en mayor o menor grado, en mi etapa universitaria. Intentaré que no me genere mucho estrés, lo que no significa que deje de llevar las asignaturas al día.

Por supuesto, este reconocimiento supone una motivación para afrontar la Selectividad EBAU con mayor seguridad en mis posibilidades.

¿Qué destacarías de tu paso por el colegio?

Comencé mis estudios en el CHI, Colegio Hispano Inglés, a los 3 años. De esa época, mis padres siempre me recuerdan que era un niño muy tímido, algo introvertido. Mis profesoras de Nursery les decían que era un niño tranquilo, muy bueno.

En mi colegio, los alumnos nos caracterizamos por estudiar de manera simultánea un doble currículo, según los sistemas educativos español y británico. Además aprendemos cuatro idiomas, español, inglés, alemán y chino mandarín.

Dominar lenguas extranjeras tiene un peso sustancial en nuestra sociedad. Sin ir más lejos, cada vez hay más carreras universitarias que exigen tener cierta acreditación en idiomas. Además, cuando uno decide ir al extranjero tanto a estudiar como a trabajar no supone ningún handicap cuando eres capaz de entenderte con la población del lugar.

Otra ventaja de cursar un doble currículo es la complementación de ambos. El sistema educativo británico difiere bastante del nuestro. Tenemos la capacidad de abordar y enfrentarnos a las cuestiones desde distintos planteamientos, uno más teórico, el español y otro más práctico, el británico.

Esto nos aporta una capacidad resolutiva alta. Creo que esta cualidad nos ayuda a entender y buscar soluciones que, a priori, puedan resultar complejas como entender lo que está pasando en pleno siglo XXI, la guerra, la pandemia… después de una etapa histórica sin muchos sobresaltos.

Este doble sistema moldea la mente del alumno en dos maneras distintas de razonar, permitiéndonos tener un espectro mayor a la hora de encarar y comprender todo lo que está ocurriendo en nuestra sociedad.

¿Sabes ya qué carrera universitaria estudiar y en qué país te gustaría cursarla?

Sí, me gustaría estudiar Medicina. Es una profesión que siempre me ha llamado la atención. También influye que mi tío sea un profesional de este sector. Concretamente, desde hace un año, esta decisión es la que más clara tengo y la que más me motiva.

Me gustaría estudiar la especialidad de Neurología; el cerebro, el sistema nervioso, la transmisión de impulsos son aspectos interesantísimos dentro del ámbito sanitario.

El lugar dónde estudiaré la carrera es una cuestión que todavía no me he planteado, pero lo más probable es que sea dentro del territorio nacional. En este ámbito, la enseñanza y los profesionales que la imparten gozan de un prestigio a nivel internacional del que carecen otros países europeos.

Para finalizar, ¿cómo es Ismael fuera del ámbito académico?

Soy una persona que cuando se marca una meta suele intentarlo todo hasta conseguirlo. No me gusta dejar nada de lado. En este sentido soy muy perseverante.

Además, me gusta mucho el deporte, me parece una forma estupenda de desconectar de mis obligaciones. Juego al pádel, entreno tres veces en semana en el Club El Drago y determinados fines de semana participo en competiciones. Otra de mis aficiones es ir a la playa, el mar y la arena también me ayudan a despejarme y me relajan.

Con una buena organización y aprovechando las horas de clase puedes permitirte invertir el tiempo libre, por ejemplo, en deporte o cualquier otra afición que se tenga.

El secreto para que el rendimiento académico no se vea afectado es constancia y estructura organizativa en los estudios.

La práctica de cualquier deporte o afición solo aporta beneficios al estudiante, ayuda a afrontar las obligaciones de manera más eficiente.

Por último, no me quiero olvidar de mis profesores. Todos ellos me han ayudado a ser una persona más extrovertida. Me han aportado confianza en mí mismo y en mis posibilidades.

La institución CHI, Colegio Hispano Inglés, es como una gran casa, formamos una gran familia, donde todos sus miembros son fundamentales para que funcione: alumnos, profesores y familias.