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José Pérez Curbelo
Ver galería >Es el campo de la vergüenza y del abandono. Gritos en el silencio. El Pilar, escenario formativo y de alto riesgo. Basura en la puerta principal, jeringuillas, botellas rotas, césped impracticable, cimientos que ceden y el pánico al vuelo macabro de una valla. Iluminación irregular y la eterna espera por las promesas políticas. La instalación de El Pilar, en la calle Pablo Rada de la capital grancanaria, cuna de artistas del balón como Jesé Rodríguez o Yeremy Pino, es un campo de minas. El vivero del bochorno junto a la Pantera Rosa.
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Es el campo de la vergüenza y del abandono. Gritos en el silencio. El Pilar, escenario formativo y de alto riesgo. Basura en la puerta principal, jeringuillas, botellas rotas, césped impracticable, cimientos que ceden y el pánico al vuelo macabro de una valla. Iluminación irregular y la eterna espera por las promesas políticas. La instalación de El Pilar, en la calle Pablo Rada de la capital grancanaria, cuna de artistas del balón como Jesé Rodríguez o Yeremy Pino, es un campo de minas. El vivero del bochorno junto a la Pantera Rosa.
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