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José Carlos Guerra
Ver galería >«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
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«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
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«Bienvenidos al espectáculo: el Perro Maldito está a punto de soltarse de las cadenas, permanezcan sentados en sus asientos y tengan cuidado porque en esta ocasión el distanciamiento social impedirá que puedan protegerse entre ustedes», alerta desde los altavoces una voz histriónica, minutos antes de que el reloj marque la medianoche.
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