La Guardia Civil ha sorprendido en Majanicho, en el municipio majorero de La Oliva, a dos hombres que pescaron furtivamente 14 kilos de meros, sargos y gallos para comercializarlos luego en Corralejo.

Estos hechos, ocurridos el pasado 18 de agosto, constituyen infracciones a la Ley de Pesca de Canarias, ya que el pescado intervenido, con un peso de 13,750 kilos, fue capturado en una zona prohibida para la pesca submarina y sin respetar el peso y la talla mínima para cada especie.

Los pescadores furtivos fueron sorprendidos en la Cala del Mejillón, una de las zonas protegidas y prohibidas para la pesca del norte de Fuerteventura que son muy frecuentadas por este tipo de infractores por la abundancia de pescado que existe en ellas, explica el instituto armado en un comunicado.

Allí, la Guardia Civil divisó a dos personas que salían del agua equipados con trajes de neopreno y que se aproximaban a un vehículo portando uno de ellos un fusil de pesca submarina y un porta peces con diverso pescado, que cargaron en el maletero antes de emprender su marcha hacia la localidad de Corralejo.

El seguimiento realizado al vehículo permitió localizarlo finalmente en una de las calles del núcleo urbano de Corralejo, donde los agentes comprobaron que en el maletero del vehículo había un fusil de pesca submarina y un capazo de goma que contenía pescado de diversas especies.

La Policía interceptó todo el pescado y lo trasladó a la cofradía de pescadores de Corralejo para corroborar su talla y peso, lo que permitió comprobar que de las nueve piezas de mero intervenidas sólo una alcanza la talla reglamentaria (45 cm). A esa captura se sumaban dos gallos morunos y un sargo.

Todo el pescado intervenido fue posteriormente entregado al Centro Benéfico de Corralejo.

La Guardia Civil advierte de que este tipo de hechos son constitutivos de varias infracciones administrativas a la Ley Canaria de Pesca, en concreto dos infracciones tipificadas como graves, al ejercer la pesca submarina en zona protegida y no respetar la tallas mínimas autorizadas de las especies, así como una infracción tipificada como leve, al exceder la cantidad autorizada por persona y día, que es de un máximo de 5 kilos por licencia.

En esta ocasión, sólo se denunció a una de las dos personas que fueron sorprendidas con las citadas capturas.