Las cabras majoreras no solo sirven para producir leche y ser la base del afamado queso que prestigia a Fuerteventura. Estos animales están siendo utilizados para interactuar con turistas durante las excursiones que han ideado Emilo Marques y Kristina Zeidler, un matrimonio de guías turísticos. A sus clientes les explican las costumbres y tradiciones canarias, les ofrecen productos de la tierra y, además, comparten durante el recorrido el espacio con las cinco cabras de la citada familia donde pueden llamarlas por su nombre, acariciarlas, darles de comer o llevarlas durante toda la ruta una correa.
Fuerteventura es tierra de cabras. Este animal supone un símbolo para los majoreros, ya que no en vano han jugado un papel fundamental en su economía desde tiempos inmemoriales. Ahora, la cabra se ha convertido en un atractivo turístico bien en las granjas o en el medio natural. Unos guías turísticos han ideado excursiones donde los visitantes interactúan con los animales.
Él de Gran Canaria, ella de Alemania. Emilio Marques y Kristina Zeidler decidieron hace cuatro años poner en marcha el proyecto Fuerte Authentic Tours, que surge cuando ella trabajaba de guía turística en las excursiones de guagua con turistas. Tuvieron la iniciativa de acercar nuestras costumbres y tradiciones a los visitantes, entre ellas, las cabras.
Rayo, Nube, Torito, Milú y Flori son los nombres de dos machos y tres hembras de cabras de raza majorera. Son los animales que participan con los turistas en las excursiones programadas por este matrimonio. Las cabras fueron alimentadas desde que nacieron a biberón y “adiestradas igual que un perro. Es un animal doméstico más, ya que algunos incluso vivían con nosotros y se sentaban delante de la tele y a nuestro lado cuando comíamos. Gracias a eso, nuestros animales forman parte de la familia y estamos muy unidos a ellos”, afirma Kristina. Además, añade que “siempre quería acercar al cliente extranjero a la cultura canaria y a la naturaleza espectacular de la Isla. Me di cuenta que prefería trabajar con grupos reducidos y buscaba presentar Fuerteventura de una manera más rural y activa. Finalmente me decidí por rutas de senderismo y rutas gastronómicas”.
Esta empresa ofrece a los visitantes una ruta guiada de senderismo por El Cardón. Durante el recorrido se les explica las tradiciones, el clima y las costumbres del lugar. A la mitad de la ruta se incluye un picoteo al aire libre de productos con sello majorero: tomate, queso de cabra de queserías de la zona, aceitunas, aceite virgen extra , pan de leña y vino de la tierra. Sin embargo, lo más especial para el turista “es poder llevar la cabra con la correa, las llaman por sus nombres, las alimentan y como son mansas las pueden acariciar. También les ofrecemos ver la manada de ganado suelto que hay por la zona por donde transcurre la excursión cuando el terreno lo permite”, apunta Kristina.
La crisis sanitaria de la covid también ha afectado a la actividad turística de este matrimonio. “Nos ha afectado muchísimo ya que no hay turismo para llenar la actividad con su máximo de ocho personas por excursión. Antes salíamos entre uno y dos veces en semana y ahora una vez al mes. Las otras rutas de senderismo también salen muy pocas veces y este invierno no tiene nada que ver con los anteriores cuando trabajamos seis días en semana”, dice Emilio Marques.
También, reconoce que “seguimos con las excursiones ya que estamos al aire libre y podemos guardar la distancia social. Durante nuestras caminatas apenas vemos a otra gente porque no vamos por los senderos más transitados”.
