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El Saladar de Jandía, una joya natural

El Ayuntamiento de Pájara trabaja la conservación del humedal con jornadas en los centros educativos y visitas guiadas para alentar a los jóvenes a cuidar el entorno

Panorámica del Saladar de Jandía, ubicado en Morro Jable, que está catalogado como uno de los humedales más importantes del mundo. | | LP/DLP

El Saladar de Jandía es uno de los humedales más singulares de Canarias y el mayor del Archipiélago. Se trata de un espacio natural protegido, catalogado como Sitio de Interés Científico, único de estas características de la isla de Fuerteventura. Este ecosistema se forma por la inundación periódica de varias zonas en la Playa del Matorral, perteneciente al municipio de Pájara. Con la pleamar se produce un estancamiento de agua que varía y que alcanza sus niveles máximos en las temporadas de otoño y primavera, gracias al auge del fenómeno de las mareas vivas durante estos meses.

Parte del valor científico de este entorno viene dado por sus óptimas características para aves marinas y migratorias. Esta zona goza de unas condiciones, determinadas por el clima y su vegetación, que hacen que estos animales las elijan para nidificar y llevar a cabo la puesta de sus huevos. Por todo esto, el Saladar se define como el lugar ideal para que estas aves hagan una parada en su ruta migratoria que las lleva de Europa a África. Además, es hogar de otras especies aviares como la tarabilla canaria o el chorlitejo patinegro.

Entre la fauna también destacan algunos mamíferos pequeños o reptiles, como el perenquén majorero. Asimismo, son muchas las especies animales y vegetales únicas que habitan en este espacio, que cuenta, además, con una amplia comunidad de artrópodos.

116 hectáreas

El Saladar tiene 116 hectáreas de superficie, un área equivalente a más de cien campos de fútbol. En cuanto a la vegetación, representa uno de los pocos ejemplos de matorral halófilo termoatlántico, capaz de vivir con altas concentraciones de sal, existente en la región biogeográfica insular de la Macaronesia Europea. La característica principal de estas especies, denominadas halófilas, es la adaptación a la alta salinidad del agua del mar. Entre ellas se encuentran la uvilla de mar, el matamoro, el salado o el balancón, entre otras.

Sin embargo, la salud del Saladar de Jandía es muy delicada y requiere de una protección vital para su supervivencia. Las meras pisadas a través del mismo pueden alterar la estabilidad del ecosistema, por lo que la forma ideal de explorarlo es a través de unas plataformas que se han instalado y que rodean su perímetro.

En 2002, este humedal fue incluido en la Lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional. Es el único de las Islas que está presente en este índice, cuyo objetivo se basa en la conservación de estos ecosistemas y su biodiversidad. A partir de entonces, han sido muchas las acciones que se han llevado a cabo para fomentar su regeneración y su protección.

Desde la entrada en la lista Ramsar, en 2002, el cuidado, la protección y regeneración del saladar ha sido una prioridad en el municipio de Pájara. Por eso han sido múltiples las acciones que se han destinado a este propósito, como la instalación de vallas a su alrededor y pasarelas para evitar las pisadas, se procedió a su limpieza y restauración y a la eliminación de especies invasoras, entre otras.

La Concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Pájara, se ha centrado en la educación para llevar a cabo esta labor. Se ha usado la concienciación como método de prevención y para alentar a los jóvenes del pueblo a cuidar este entorno.

Por este motivo, han sido varias las jornadas organizadas por el Consistorio en los centros educativos, así como visitas guiadas. Estas charlas buscaban recalcar el valor medioambiental de este entorno y la importancia de conservar la biodiversidad del humedal, uno de los más importantes del mundo. Asimismo, todos los años en Pájara se celebra el Día de Los Humedales, organizado por el Ayuntamiento, con actividades que incluyen la participación de centros educativos del municipio.

Para complementar estas charlas y talleres, el concejal Rodrigo Berdullas encargó la creación de un reportaje audiovisual que recogiera la riqueza natural de esta zona húmeda y del humedal de la Playa de la Barca. Su objetivo principal era contribuir a la formación medioambiental de los jóvenes y de toda la ciudadanía, y darles a conocer algunos de los paisajes más reconocidos de su localidad.

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