“Que nuestra Virgen de la Peña nos ampare y nos libre de esta situación que estamos viviendo con el virus”. “He venido a agradecer a la patrona que me haya salvado del virus de la covid que sufrí y que gracias a ella estoy aquí. No podía hacer otra cosa que venir a agradecérselo”.
Estos son algunos de los testimonios de peregrinos que ayer se dieron cita en el pequeño pueblo de Vega de Río Palma para venerar y realizar sus promesas a la Virgen de la Peña, patrona de Fuerteventura, donde la situación de la pandemia del coronavirus se convirtió en uno de los protagonistas. También algunas de las peticiones estaban basadas en torno a la salud y la familia.
«Vengo porque tengo verdadera devoción por la patrona. Así me lo inculcaron mis padres desde niña»
Todos los caminos y veredas tenían ayer un destino común: la pequeña ermita de Vega de Río Palmas, en el municipio de Betancuria, donde se encuentra la Virgen de la Peña. A pesar de las medidas sanitarias del nivel 3 establecida por el Gobierno de Canarias por la pandemia, se vivió un buen ambiente con la presencia de numerosos peregrinos desde primera hora de la mañana para evitar los efectos de las altas temperaturas.
En un ambiente completamente festivo y distinto a la edición anterior, la asistencia de peregrinos a la Vega de Río Palmas fue numerosa, aunque la gran mayoría acudieron sin lucir la vestimenta tradicional. Grupos de ciclistas, compañeros de trabajo, colectivos de jóvenes o familias llegaron a la ermita desde todos los rincones de la Isla para venerar a la Patrona.
El Ayuntamiento de Betancuria, Cabildo de Fuerteventura y autoridades eclesiásticas establecieron medidas de seguridad para evitar que se incumplieran las normas sanitarias. Tanto que los peregrinos tenían un cupo reducido y tiempo limitado para permanecer en el interior de la ermita.
«Todos los años vengo. Este año veo algo de desmadre de la gente, pero se porta bien la mayoría»
Olga Torres, una ama de casa, se acercó a La Vega para ver a la patrona. «Vengo porque tengo verdadera devoción por la patrona. Así me lo inculcaron mis padres desde niña», señalaba ayer.
Asimismo, María del Pino Hernández, jubilada, visitó a la imagen de la Virgen de la Peña acompañada por su nieta y un bisnieto: «Vine con mi nieta y biznieto para que desde muy jóvenes aprendan a sentir el amor a la Virgen»
El vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, que recientemente ha sido reasignado por el obispo, José Mazuelos, a las iglesias del Pino y de San Pablo, en Las Palmas Gran Canaria, señaló que «La Vega es un punto de encuentro. Es el día de la Madre que tiene poder de convocatoria y de encuentro porque Ella nos conoce y nos reúne en el momento fraternal». Además, añadió, que en esta edición «la gente ha sido más responsable y ha tomado conciencia de la situación que vivimos».
«Vine con mi nieta y biznieto para que desde muy jóvenes aprendan a sentir el amor a la Virgen»
Cabrera, un asiduo a la festividad majorera, apuntó que «La Virgen esta todo el año en su santuario y podemos acercarnos en cualquier día». Además, anunció que las eucaristías se podrá seguir a través de los medios de comunicación, como la Misa del Peregrino, en la pantalla de Mírame Televisión, y hoy la misa principal».