Romualdo cuelga el uniforme

El subinspector de la Policía Local de Tuineje se prejubila tras 35 años vistiendo el atuendo policial | Reclama que las autoridades inviertan más en seguridad

El subinspector Romualdo Perdomo, a la izquierda, se despide de uno de los agentes mas veteranos, Miguel Rodríguez.

El subinspector Romualdo Perdomo, a la izquierda, se despide de uno de los agentes mas veteranos, Miguel Rodríguez. / D. L. P.

Las despedidas sin retorno siempre son tristes. Los agentes de la Policía Local de Tuineje, ubicada en la localidad de Gran Tarajal, despidió el pasado viernes a quien durante muchos años fue su máximo responsable, el subinspector Romualdo Perdomo Cabrera (Pájara, 1963) quien se prejubiló del cuerpo después de prestar servicio durante 35 años. Durante este tiempo aglutina momentos difíciles, en especial con el boom de la inmigración irregular, y otros trágicos como cuando un detenido se ahorcó en los calabozos municipales.

Toda una vida dedicada al servicio general y a la seguridad de los vecinos, aunque sus inicios en el mundo laboral estuvo ligado a la hostelería. En concreto, trabajó durante seis años en la localidad de Costa Calma, «cuando tan sólo existía en aquel entonces La Taberna y el Club Solventura. Hoy la situación es totalmente distintas porque se ha convertido en una de las zonas turísticas más importantes de la isla».

Sin tener antecedentes en la familia de miembros en cuerpos policiales, Romualdo se enteró que el Ayuntamiento de Pájara iba a convocar oposiciones para la Policía Local y decidió prepararse y presentarse. En diciembre de 1988 logró la plaza que defendió durante tres años y medio.

Ya había contraído matrimonio con Alicia Jaime, con la que tenía entonces a su hija Nadia. Luego se aumentó la familia con Romualdo y Laura. La familia residía en Gran Tarajal y desplazarse diariamente a Morro Jable suponía un trastorno ya que estaba hasta dos días sin ver a su esposa y su hija. «Entonces, el Ayuntamiento de Tuineje convocó oposiciones y me presenté a la de agente y cabo, logrando superarlas en febrero de 1992 y logré la plaza de cabo (oficial). En 2003 ascendí a sargento, ahora denominada subinspector, hasta el pasado 28 de enero en que me prejubilé al cumplir la edad de 60 años», señala Romualdo Perdomo.

Por la vida profesional del ya subinspector han desfilado varios alcaldes. Dalmacio Méndez (Pájara), ya fallecido, así como Juan Alonso, Rita Díaz, Gonzalo Báez, Salvador Delgado, Sergio Lloret y Esther Hernández. «Con todos he tenido una relación cordial y profesional».

«Uno de los momentos amargos fue cuando se ahorcó un detenido en los calabozos»

La falta de agentes merma de forma considerable el servicio de seguridad a los vecinos. Y de esto sabe mucho Romualdo Perdomo. «Cuando entré en Tuineje habían ocho agentes. En la RPT figuran 22 agentes desde el año 2005, pero realmente tenemos la mitad ya que no crece. Cinco plazas están vacantes y no se cubren y cuatro agentes se encuentran con limitaciones médicas». Además, agrega que «como profesional no llego a entender como los gobernantes no se dan cuenta que un servicio de seguridad debe mantenerse las 24 horas del día los 365 días del año y que el aumento de la plantilla de policías no se debe mirar como un gasto sino como un esfuerzo y fortaleza para garantizar la seguridad y la vida de los vecinos. Mientras no se den cuenta seguiremos en esta situación de déficit en la plantilla».

Más claro y contundente se muestra el subinspector al reconocer con valentía que «es triste que los vecinos llamen al teléfono de la Jefatura y no haya nadie quien le responda. Es una situación muy triste que padecemos y que vamos a seguir padeciendo».

El fenómeno migratorio se inició en la isla en 1994 y se extendió durante muchos años con miles de inmigrantes que arribaban a la costa majorera, también tuvo una presencia directa en la labor profesional de Romualdo. «Hemos salvado muchas vidas porque entre el faro de La Entallada y Tarajalejo llegaron miles de personas y apesar de nuestras limitaciones logramos prestar apoyo»

Romualdo cuelga el uniforme con la satisfacción del deber cumplido «siempre estuve al servicio del vecinos, nunca hice nada en contra de la ley, aunque piensa que podrías haber hecho cosas mejor, pero he tenido en todos estos años la máxima predisposición».

Sin embargo, han habido momentos trágicos durante su etapa de policía. «Cuando trabajaba en Pájara y estaba con otro compañero de servicio haciendo una ronda, al regresar al cuartelillo nos encontramos a un detenido ahorcado en el calabozo. La verdad que fue una situación trágica y que no se olvida».

Pasión por el campo

La pasión de Romualdo por la agricultura le viene desde niño. Sus padres eran agricultores, plantaban tomateros y con muchas zafras a sus hombros en una zona ubicada entre Pájara y Mezque. Desde entonces, en aquella Fuerteventura rural y profunda, cosechó los conocimientos que sus progenitores le inculcaron.

Los recuerdos de Toto, su pueblo natal le afloran durante la conversación con el periodista. Una de las anécdotas fue «cuando tenía 12 años y mis padres me mandaron con el grano tostado a llevarlo en una burra al molino que había en Vega de Río Palmas. Me acompañaba Pedro Armas, quien hoy es alcalde de Pájara. Mientras se procesaba en gofio, Pedro y yo, nos entreteníamos jugando en el barranco. Y luego a regresar de nuevo a Toto».

Ahora, tras su prejubilación se refugiará en su finca en La Mata, donde disfrutará de la familia, de sus caballos, de sus cultivos y de sus amigos.

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