El lagarto trotamundos

El reptil endémico de Gran Canaria lleva más de medio siglo conviviendo en tierras majoreras

Llegaron en medio de palos y cañas para levantar los tomateros

Imagen del lagarto de Gran Canaria capturado en una finca de Lajares, municipio de Betancuria..

Imagen del lagarto de Gran Canaria capturado en una finca de Lajares, municipio de Betancuria.. / AGENTES DE MEDIO AMBIENTE DE FTVA.

El Cabildo de Fuerteventura ha lanzado un llamamiento masivo a la población para que avisen en caso de localizar algún ejemplar de lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), una especie endémica de aquella isla. La novedosa alerta se origina tras la captura hace varios días de un ejemplar de esta variedad por parte de un ciudadano en el municipio de La Oliva. Sin embargo, estos reptiles llevan conviviendo en el paisaje majorero desde hace más de medio siglo. El periódico LA PROVINCIA/DLP ya advirtió en 2016 que había sido localizada una nueva colonia de estos reptiles en La Oliva, en concreto en la zona de la piconera.

La Consejería insular de Medio Ambiente y Caza, que dirige Carlos Rodríguez, fue alertada sobre la presencia de un lagarto gigante de Gran Canaria en una finca privada en el pueblo de Lajares. El descubrimiento se produjo cuando un vecino inspeccionaba su huerto familiar debido a los daños en sus plantas y encontró al reptil atrapado en una trampa que había colocado para identificar al responsable de los problemas.

El lagarto capturado, que mide 44 centímetros de largo y pesa 117 gramos, y que puede llegar a duplicar ese tamaño, fue trasladado a la Estación Biológica de La Oliva, en el espacio gestionado por RedEXO. El Cabildo insular ha anunciado la puesta en marcha de una gran operación para devolver el animal a Gran Canaria a través de RedEXO «quien se encargará de coordinar esta importante tarea».

La presencia del reptil canarión en tierras majoreras no es nueva. Desde hace más de medio siglo convive en varias zonas de la isla. Los primeros avistamientos se produjeron en el pueblo de El Matorral (Puerto del Rosario), Las Salinas y Barranco de la Torres (Antigua), y en algunas zonas el sur de la isla, aunque posteriormente, con el paso de los años, también fueron localizados en Vega de Río Palmas (Betancuria) y en La Oliva.

¿Cómo llegó este reptil a Fuerteventura? Aunque no existe una confirmación oficial, sí la hay por la tradición oral y se vincula especialmente a la actividad agrícola. La hipótesis con más credibilidad sitúa la llegada de estos animales en el interior de los palos y cañas que llegaron desde Gran Canaria y que se usaban para atar las tomateras y levantarlas del suelo. Incluso, esos materiales también se utilizaron para hacer soco a las plantaciones y protegerlas de los fuertes vientos alisios que soplan en Fuerteventura.

Todavía se mantiene vivo en la isla el recuerdo de cuando el cultivo del tomate era la principal economía de la isla, y las cañas y los palos se amontonaban en lo que se denominaban cucañas, al término de la zafra.

Protegido

El lagarto gigante de Gran Canaria está dentro del régimen de protección especial, según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, y sus principales amenazas se localizan en el gato doméstico, el cuervo, la aguililla o el cernícalo.

A principios de los años 60, en El Matorral y Las Salinas fue donde primero se detectaron estos reptiles. El primero de estos pueblos fueron muy importante en el cultivo del tomate y en ese lugar existieron grandes extensiones de estas plantaciones. Los vecinos recuerdan todavía, y con cierta nostalgia porque supuso trabajo para el pueblo, los tomateros de los Franquiz, que incluso llegaban hasta la zona de Los Ángeles, los Hormiga o Pepe Viera, sin olvidar a los González.

El segundo lugar también tuvo su importancia agrícola, pues se recuerda los cultivos del afamado luchador Pollo de Sardina, o la vaquería de Mederos donde llegaban pacas de forraje desde Gran Canaria. José María González es vecino de El Matorral. Desde niño, asegura, ha conocido el lagarto gigante de Gran Canarias. «En el pueblo antes se plantaban muchos tomateros por parte de varias familias importantes y se comentaba, ya entonces, que los lagartos habían llegado a la isla en los palos de madera y las cañas que se usaban como guía para mantener las plantas». Además, recuerda que «mi padre nos comentó que también habían llegado estos bichos en el interior del forraje que traía Mederos desde Las Palmas de Gran Canaria para alimentar sus vacas».

El Barranco de La Torre también fue un lugar muy agrícola, especialmente en la plantación de tomateros. Allí plantó en aquellos años la empresa de Juliano Bonny y desde entonces ya aparecieron los lagartos. «Venían pegados a los palos y cañas para amarrar las matas. Cuando eran descubiertos, corrían hacia los riscos del barranco y se reprodujeron rápidamente», señala un vecino. Además, añade que «tras la marcha de Bonny de la zona se quedaron medianeros cultivando el tomate, como Luis Santana, Justo de Toto o José Antonio Cabrera, y seguían reproduciéndose estos bichos, que todavía se pueden ver cuando hay sol sobre las piedras».

Este vecino, que pide mantener el anonimato, apunta que «los gatos los mataban y se los comían, e incluso vi a muchos cazadores dispararles a pesar de ser inofensivos. Nosotros los veíamos en medio de los palos pero eran muy mansos». En cuanto a los reptiles de La Oliva, un experto naturalista sospecha que se trata de un traslado involuntario. «En el barranco de La Torre existe una industria de transformación de áridos y algún ejemplar pudo haberse introducido bajo la parte inferior de algún camión que posteriormente lo desprendió en La Oliva, pues curiosamente aparecen donde hay mucho transito de camiones y áridos».

Fuerteventura tiene varias experiencias en especies invasoras tanto de fauna como de flora. El caso más llamativo es la ardilla moruna, que fue introducida en el año 1965 y hoy es plaga.