Entrevista | Blas Acosta Cabrera Vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura

Blas Acosta: «Clavijo debe ordenar a Domínguez que anule los permisos de las tierras raras»

Blas Acosta, vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura. |

Blas Acosta, vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura. | / La Provincia.

La Provincia

La Provincia

Blas Acosta Cabrera (Tarajalejo, 1969) es vicepresidente del Cabildo majorero y consejero de Infraestructuras, Carreteras y Planificación. Se muestra contrario a las prospecciones de tierras raras y pide al presidente Fernando Clavijo que ordene a su vicepresidente, Manuel Domínguez, la anulación de los permisos. Asegura que el pacto CC-PSOE ha generado estabilidad en la isla tras la convulsa legislatura anterior.

CCy PSOE gobiernan en el Cabildo y cinco de los seis ayuntamientos de la Isla. ¿Cuál es el estado de salud de ese acuerdo?.

El acuerdo va bien, sobre todo porque ha proporcionado hasta el momento la estabilidad que la Isla necesita en todas las instituciones para afrontar con la serenidad necesaria los grandes retos. Hay muchos asuntos que no podían esperar más y los responsables públicos tenemos una responsabilidad ineludible sobre todo después de la convulsa legislatura anterior en la que se perdió mucho tiempo. Este acuerdo es la mejor opción de entre todas las posibles con los resultados que salieron de las elecciones y los hechos hablan por sí mismos. Tan solo fijándose en los niveles de ejecución presupuestaria cualquiera se puede hacer una idea de a qué le estamos dando importancia. Los socialistas estamos trabajando con altura de miras y pensando en qué es lo mejor para Fuerteventura en un momento muy importante de su historia.

El PSOE majorero se ha posicionado en contra de las tierras raras exigiendo que se desestimen las solicitudes de investigación.

El PSOE insular ha sido muy claro. Estamos en contra absolutamente por muchas razones que van desde las formas del Gobierno de Canarias de no informar ni contar con las instituciones de la Isla en un asunto de tanta trascendencia y que tiene implicaciones socioeconómicas y medioambientales de gran magnitud. Me parece ante todo una falta de respeto y ya lo definí en su día de cacicada inaceptable. Hace mucho tiempo ya que Fuerteventura decide su destino aunque parece que sigue habiendo mucha gente que no se ha dado cuenta. Allá ellos. Nuestro modelo de isla apuesta por el desarrollo del turismo sostenible y de calidad y por diversificar hacia áreas relacionadas con la economía del conocimiento, la innovación, la economía circular y la revalorización del sector primario. Somos una Reserva de la Biosfera y también una de las islas con más figuras de protección de su territorio, y esto no es un capricho. 

¿ Esta actividad minera va en contra del modelo de isla que se ha diseñado ?

Claro. Resulta ademas absurdo que desde las Administraciones exijamos un informe de impacto medioambiental para grabar unas secuencias de una película de cine o para una prueba deportiva y para esta actividad minera no. 

Hay que poner sentido a esto. Esta propuesta de las tierras raras va radicalmente en contra de lo que queremos para las próximas generaciones por no hablar de que por mucho mineral que encuentren no compensará el impacto que va a generar. Solo hay que pensar en el coste que tendría para nosotros y a dónde se irían los beneficios de esa actividad industrial. Le diría a Clavijo que ordene a su Viceprensidente el archivo de las solicitudes de los permisos y acabe ya con este asunto.

¿Qué ocurre con las transferencias en Costas y con el hotel Oliva Beach en el centro de la polémica ? .

Toda la costa canaria tiene problemas, no solo en Fuerteventura. Aquí es donde se ha puesto el foco perjudicándonos con un coste político y reputacional que algún día habría que cuantificar y señalar a los responsables. A nadie se le esconde mi postura al respecto: las competencias en materia de Costas son canarias desde el mismo día en que se aprobó el Estatuto de Autonomía. Hemos tenido que esperar hasta hace un año y pico para hacerlo efectivo pero ya no hay marcha atrás. Ahora lo que debe hacer el Gobierno de Canarias es ejercer las competencias plenas. Respecto al contencioso con el Ministerio de Transición Ecológica confío plenamente en la gestión que está haciendo Angel Victor Torres al frente de su Ministerio del Gobierno de España, y de la Comisión bilateral Canarias-Estado para este asunto, y seguro que sabrá encontrar un acuerdo. Eso es lo que necesitamos.

Este fin se semana se han celebrado manifestaciones en las islas para exigir una moratoria turística y cambio en el modelo de desarrollo.

Los socialistas respetamos cualquier convocatoria o manifestación ciudadana, faltaría mas, y además de eso desde las instituciones en las que estamos gobernando en la isla estamos trabajando desde hace tiempo en dar ese giro a nuestro modelo de desarrollo para orientarlo y enfocarlo más hacia la calidad del destino, dando más valor a la sostenibilidad social y ambiental, a que un mayor margen de los benefcios se queden en la Isla, y sobre todo haciendo un especial esfuerzo en actualizar y mejorar las infraestructuras y los servicios públicos que en esta Isla es algo que está siendo histórico, tanto por su dimensión y recursos como por la complejidad que conlleva el tener que hacerlo de forma urgente. Hablamos del agua, de la vivienda, de las comunicaciones o de las infraestructuras sociosanitarias.

Y lo urgente no nos está impidiendo ocuparnos también de lo importante que es definir la isla que queremos para los próximos treinta o cuarenta años en las que el turismo seguirá siendo nuestra principal fuente de riqueza por mucho que diversifiquemos.

¿Cree que la isla sufre la masificación, el impacto y la presion de otros destinos turísticos?

Estamos lejos de los volúmenes, la presión y el impacto que genera el turismo en otras islas o territorios, y también sabemos que lo que atrae de nuestra isla es precisamente su paisaje, sus playas y que no está masificada. Esto es necesario administrarlo con inteligencia. 

La oferta tiene que satisfacer a la demanda. Le daré un dato objetivo: más del 60% de los turistas que nos visitan cada año tienen rentas medias superiores a los 60.000 euros, es decir que ganan más que nosotros y deciden venir a nuestra Isla en sus vacaciones. Un porcentaje muy elevado de éstos turistas son gente formada, sensibilizada con el respeto al medioambiente y que valoran nuestro compromiso, y también nos afean las cosas que no hacemos bien. En mi opinión hay que ser sostenibles sí, pero sin dejar de ser una isla dinámica en la que se generan oportunidades y en donde este garantizado que los que aquí vivimos tengamos posibilidades de desarrollo.

¿Y la tasa turística podría ser una solución?

 Depende de para qué y según cómo. Esta medida está en nuestro programa electoral y hemos presentado una iniciativa parlamentaria al respecto. Hay otras propuestas que se irán dando a conocer. En mi opinión la tasa en sí misma no soluciona nada si no es finalista y va destinada a mejorar los entornos turísticos, a proteger y ordenar los usos de los espacios naturales, culturales, las playas, etc., a mejorar la calidad, es decir, debe tener un objetivo concreto y conocido. En Europa que es de donde vienen los turistas se entendería perfectamente la aplicación de una tasa. De hecho se aplica en multitud de lugares de una manera u otra, aunque en la mayor parte de los casos suele ser de ámbito municipal, por cierto. Ahí dejo este apunte porque es en los municipios y en el ámbito insular donde mejor se conocen las debilidades que se pueden corregir con una tasa a los turistas. La perspectiva local desde las islas y los municipios es una de las claves para hacer que la tasa sea próxima.

¿Qué le parece la iniciativa del Gobierno canario para regular las viviendas vacacionales?

 La regulación de este tipo de actividades es positiva si genera certidumbre y un marco de desarrollo y control, pero en este caso se está generando un efecto perverso, y es que desde que se anunció el borrador de decreto han aumentado estas viviendas en Canarias más de un 15%. Se ha generado un efecto llamada que está interfiriendo en una actividad económica por lo que el Ejecutivo canario contribuye en agravar el problema en lugar de solucionarlo, generando además mucha inquietud y preocupación entre los que tienen una o dos viviendas y las necesitan como parte de su renta para vivir dignamente.

Suscríbete para seguir leyendo