El hombre que hablaba con las piedras

El Ayuntamiento de La Oliva tributa un merecido homenaje al desaparecido maestro pedrero

El maestro pedrero, Quiliano Hernández, en una imagen de archivo.

El maestro pedrero, Quiliano Hernández, en una imagen de archivo. / LP/DLP

A. C.

Quiliano Hernández García (La Oliva, 1943-2023) ha sido uno de los mejores maestros pedreros que ha dado Fuerteventura. El hombre que hablaba con las piedras, que las domaba y transformaba en diferentes formas es el protagonista del stand del Ayuntamiento de La Oliva, en la Feria Insular de Artesanía, que mañana cierra sus puertas. Fue galardonado con el premio insular de Artesanía en 2012.

Quiliano nació en la Rosa de Los Negrines aunque a sus 30 años se mudó al pueblo de Lajares. Desde pequeño comenzó a sentir una enorme atracción hacia las piedras del volcán que envolvía la zona donde vivía. Aprendió el oficio con su tío Lorenzo, labor de la que hizo su profesión hasta su jubilación.

Este maestro pedrero dedicó su vida al trabajo de la piedra, destacándose por su maestría en la talla, restauración y colocación de piedras naturales. Su compromiso con la preservación de este oficio ancestral se manifestó tanto en su labor independiente como en su condición de empleado del Cabildo de Fuerteventura, donde impartió talleres y transmitió sus conocimientos a nuevas generaciones hasta su jubilación. En la institución insular desarrolló su labor profesional en el Ecomuseo de La Alcogida.

En su faceta de autónomo fueron numerosos los trabajos que confeccionó e incluso con encargos desde todas las islas. Realizó numerosos trabajos de restauración en edificios como el Faro de la Entallada, Casa de la Cilla, Faro del Tostón, la Casa Tiscamanita, el Faro de Jandía, así como en diversos edificios eclesiásticos. También construyó el pequeño santuario de la Rosa de los Negrines.

La Concejalía de Cultura del Consistorio norteño tributa un merecido homenaje a esta artesano de la piedra que dejó una profunda huella, no en vano siempre mostró su compromiso para que el oficio tradicional de piedra no se perdiera. Por ello, actualmente algunos de sus familiares y alumnos continúan dando forma y vida a las piedras en el pueblo de Lajares.

«Es un honor para nosotros reconocer la trayectoria de un artesano tan destacado como don Quiliano Hernández García. Su legado perdura en cada piedra tallada y en cada edificio restaurado de nuestra isla», declaró el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco.

Por su parte, el concejal de Cultura, David Hernández, agregó: que «queremos destacar el esfuerzo y la dedicación de don Quiliano por mantener viva la tradición de la pedrería en nuestra comunidad. Su influencia se extiende más allá de sus obras, inspirando a las nuevas generaciones de artesanos».