¿Como valora que la Ley turística aprobada por el Gobierno canario impida a Gran Canaria construir más hoteles de cuatro estrellas?

La Ley limita la nueva construcción a los hoteles de cinco estrellas, también es verdad que el Gobierno primero planteó que fueran de gran lujo. Esto supone para Gran Canaria un freno importante porque esta isla tiene un déficit importante en hoteles de cuatro estrellas porque toda la normativa urbanística ha impedido durante años muchos proyectos. Pero no es que Gran Canaria tenga menos plazas de cuatro estrellas que Tenerife sino que cualquier otro destino con el que nos comparemos.

¿Quiere decir que el mercado demanda plazas de cuatro estrellas y Gran Canaria no tiene para atender a todos esos clientes?

Claro, lo que demanda el mercado actualmente son cuatro estrellas, y tres estrellas, de categoría. No tiene sentido, hablar del gran lujo o el lujo y pensar que con ese tipo de hoteles tenemos asegurados los turistas. Gran Canaria es un destino de turoperación.

¿Qué significa eso?

Pues que el cliente no decide , sino que es el turoperador el que contrata como mayorista, y le ofrece al cliente un paquete global de viaje y estancia.

¿Y el turoperador que trae turistas a Gran Canaria pide cuatro estrellas?

Sí. El turoperador primero pide precios, y no le puedes convencer de que tienes un hotel de cinco estrellas de lujo en un sitio magnífico a 200 euros por día si lo que busca es otro precio.

Es decir, que los empresarios piensan ¿para qué construyo hoteles de cinco estrellas si no los voy a poder llenar?

Efectivamente. Gran Canaria no tiene suficiente mercado para hacer más establecimientos de cinco estrellas. Además, mire, un hotel de cinco estrellas en un entorno de tres, tanto por el resto de la oferta como de zonas públicas, tampoco tiene sentido.

¿Por eso se han hecho de cinco y se les ha bajado la categoría?

Si, pero no se va a utilizar esta picaresca porque eso no va a ningún lado. Si hacemos caso a lo que exige el Gobierno canario no quedará más remedio que hacer hoteles de cinco estrellas, pero el turista será de cuatro o de tres porque habrá que poner unos precios fantásticos para ser competitivos. Las cinco estrellas son ya tan poco comercial, que dentro del segmento de congresos hay grupos que tienen vetado alojar a los congresistas en hoteles de esa categoría.

¿Por qué entonces el Gobierno se empeña en aplicar una ley que perjudica a Gran Canaria?

El Gobierno canario ha vuelto a aplicar otra moratoria y sin duda, Gran Canaria es una de las Islas más perjudicadas porque basó su oferta en los apartamentos y cuando empezó a hacer hoteles llegaron las moratorias y todo el planeamiento del territorio. La Ley puede ser interesante para Tenerife, no le perjudica, porque tiene consolidada la oferta pero a Gran Canaria la ata de pies y manos.

¿Cree que no queda otra que hacer un levantamiento desde Gran Canaria contra el Ejecutivo autónomo, y que aún hay tiempo de que se rectifique?

La Ley se puede modificar, y todo con consenso se puede hacer. El sector turístico necesita, por las características de cada Isla, que exista cierta autonomía, de tal forma, que puedan organizar su desarrollo alojativo, al margen del suelo que sí puede controlarlo el Gobierno canario. El tipo de alojamiento se debe ajustar al mercado, por lo tanto, el discurso de las cinco estrellas del Gobierno canario está vacío de contenido.

¿Considera que el hecho de que para renovar apartamentos la ley establezca la inversión por camas sea otra intervención sobre la oferta de Gran Canaria?

Esa es otra. La ley deja que complejos de apartamentos se conviertan en hoteles de cuatro estrellas, pero hay que pagar un peaje. La inversión mínima que tiene que hacer un empresario por alojamiento es de 9.214 euros. Piense qué inversión hay que hacer para renovar, con lo que el incentivo de poder aprovechar camas para otro proyecto no tiene ningún interés.

También debe reconocer que el Cabildo grancanario no ha puesto ningún control para que los complejos de apartamentos se conviertan en residenciales.

Sí. La residencialización de los complejos de apartamentos es uno de los grandes problemas de la oferta alojativa de Gran Canaria. Es cierto que el Cabildo tiene que hacer algo para que esto no se siga produciendo y ha debido ser más exigente y como no se ha controlado muchos complejos se van quedando fuera del mercado.

¿Qué posicionamiento adoptó la Cámara de Comercio sobre el BIC que ha incoado el Cabildo a todo el entorno del Oasis?

La Cámara de Comercio lo debatió, e incluso la junta directiva, pero no hubo un posicionamiento unánime. Hay representantes empresariales que se mostraron favor del BIC y otro en contra, y por eso no se sacó ningún comunicado.

¿Está de acuerdo con lo que dice el alcalde de San Bartolomé de Tirajana sobre que en Gran Canaria todos nos peleamos e incluso y muchos celos empresariales?

Pues comparto esa idea, pero esos celos empresariales son buenos porque genera competencia. En el sector turístico de Gran Canaria hay grupos de empresarios muy arraigados, cosa que ocurre en menor nivel en Tenerife.

¿Pero esos celos empresariales también frenan los proyectos?

Todo el mundo tiene derecho a reclamar o expresar su desacuerdo con un proyecto.

¿Y si se bloquea y no sale?

Quien siempre resuelve sobre el desarrollo del territorio es la administración, no el empresario.

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