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Caideros se desmelena

El pago celebra su fiesta de la lana con la trasquilada de 180 ovejas del cortijo de Galeote

El matrimonio homenajeado de la jornada, Josefa González y Nicasio Díaz. QUIQUE CURBELO

Las medianías de Gáldar recibieron ayer con un fuerte abrazo a los más de 3.000 visitantes que decidieron celebrar el Día de Canarias carretera arriba, recién arreglada por cierto, entre animales, manjares y el canto folclórico de cinco agrupaciones en el pago de Caideros. Las 180 ovejas que cuidan Francisco González y Tania Rivero en el Cortijo de Galeote quedaron mucho más "fresquitas" tras una trasquilada en el campo de fútbol en el que participó medio centenar de "peluqueros" rudimentarios. La asociación Montaña el Agua, que organiza la fiesta de la lana desde hace 21 años, lamentó que la Fedac dejara sin casetas a sus artesanos.

Este año Caideros puedo celebrar su tradicional fiesta de la lana bajo un sol radiante, que amenaza con disparar los termómetros de las medianías hasta los meses de verano. Por suerte, para cuando Lorenzo apriete las ovejas de Galeote ya estarán "ligeritas" de ropa. "Algunas se resisten y hay que empujarlas un poquito, pero lo que está claro es que hay que atarles las patas porque si no, salen pitando del corral", aseguró ayer Juan Mendoza, pastor en Gáldar y "barbero" por un día de ganado ovino. "Y si gritan es porque se llaman unas a otras y necesitan sentirse acompañadas. De ahí el refrán de cada oveja con su pareja, ¿no?", bromeó Mendoza.

El arte de la tijera, bien afilada con piedra de molino por el artesano Juanito, implica un procedimiento bastante arbitrario. "Primero hay que cortar el pelo de las patas. Luego la cabeza y, finalmente, se hace un corte limpio en el torso de la oveja, del que sale toda la lana de una vez. Pero lo más importante de esta labor es que hay que ponerle un poco de cariño, ya que se trata de animales esenciales para el ejercicio de una profesión casi en vías de extinción", relató la única mujer del rebaño de voluntarios que participó en la trasquilada, Yurena Pérez, hasta hace muy poco presidenta de la federación regional del salto del pastor.

Al otro lado del ruedo, con cachimba, cachorro y fajín, Luis Arencibia no quitaba ojo al montón de lana que se acumulaba tras la "pelá" del rebaño. "Y pensar que cuando yo era niño, la lana era muy difícil de conseguir. Recuerdo que en mi casa la única que dormía en colchón de lana era mi madre, el resto en paja, pero paja de la buena, de cebada, no cualquiera, claro", aclaró este vecino de Firgas en compañía de su mujer con la que a lo largo de 60 años de matrimonio ha compartido colchón de paja, de lana y ya, por último, de látex. Ahora bien, el de lana siempre les pareció el "más calentito" y "flojito", señalan ambos entre carcajadas.

En los tiempos en los que Arencibia aún llevaba pantalones cortos, el ganado daba de comer a "toda una casa de familia". "Carne, leche, queso y lana. ¿Qué más se les puede pedir a estos animales?", exclamó Arencibia, mientras lamentaba que una profesión "tan nuestra" se esté "perdiendo" en la Isla.

Para sorpresa de muchos pastores que participaron en la trasquilada, la pareja propietaria de las 160 ovejas y 35 corderos de la jornada apenas llegan a los 30 años de edad. Francisco González, que ha decidido relevar a su padre Ángel González en los corrales que custodia en Galeote, fue el encargado este año de traer a las "modelos de pelo rizado" a la muestra autóctona.

Al lado de este salón de belleza improvisado, un par de caballos de raza angloárabe reproducían la trilla tradicional, "en la que gracias a la labor de las bestias, el gofio nunca faltó en casa de José Velázquez".

La fiesta se presentó suculenta en la plaza del pueblo no solo por el sancocho de Gonzalo, sino también por las torrijas bañadas en miel casera de Elsa. "Este año tenemos de invitada a la fiesta a la agrupación folclórica Garajonay, de Tenerife, con la que estamos hermanados. El Cabildo nos acaba de arreglar la carretera esta semana tras el derrumbe del puente de Los Silos, y la lluvia no nos ha estropeado las fiestas", señaló muy contento el presidente de la asociación cultural Montaña el Agua, Pepe Torres, quien añadió que este año el verseador Yeray Rodríguez será el padrino de la fiesta. Sin embargo, ya en el escenario, no pudo contener su malestar por el "desplante" que la Fedac (Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria), perteneciente al Cabildo, le había hecho a la organización. "En un principio nos confirmaron que nos iban a apoyar con diez artesanos y solo han venido siete. Y, lo peor de todo, es que no enviaron las casetas para que los profesionales instalaran sus productos en la muestra", agregó Pepe. A la organización le ha extrañado este "desaire" institucional, ya que el consejero Juan Domínguez, por contra, sí había mostrado en estos días su apoyo a la fiesta.

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