¿Ve usted Risco Caído como Patrimonio de la Humanidad?
Yo creo que sí, si se sigue trabajando en la línea en la que se está haciendo y teniendo en cuenta la singularidad del yacimiento, su territorio, el nivel de mantenimiento y una buena planificación en su gestión, creo que sí.
¿Qué repercusión tendría su inclusión en el catálogo del organismo de la ONU?
La repercusión para Gran Canaria es la de situar a la Isla en una posición cultural relevante, junto con los bienes más valiosos de todo el planeta. Y sería un factor que permitirá investigarlo y protegerlo con más rigor. Además, aparte de su valor cultural, acarrearía nuevas dimensiones turísticas para el Archipiélago. Lo que ocurre es que se encuentra en una zona de montaña con una capacidad de acogida muy limitada, y debería tener un plan de regulación de visitas muy concreto.
¿Cree que se encuentra bien promocionado? ¿Lo conocía en su ámbito de trabajo?
Risco Caído aún no se conoce lo suficiente. Yo lo conozco porque me relaciono con la gente que está trabajando en el tema, y consulto tanto la web como sus documentos y en el mundo de la arqueología ya se tiene un conocimiento sobre ello y los expertos lo saben, pero para llegar a un nivel más general es necesario un proceso para dar a conocer el bien y sus características.
Como experto en urbanismo, ¿qué papel jugarían la cueva y la cúpula de Risco Caído en el entorno troglodita donde se enmarca su ubicación?
Este es uno de los aspectos que se tienen que investigar. Hay otras zonas del mundo con entornos trogloditas, como la Capadocia, en Turquía, que también se encuentra en la lista del Patrimonio de la Humanidad, con capillas medievales en el interior de las cuevas que aportan algo muy diferente. En este sentido hay que subrayar que la lista no es un catálogo de lo que existe en el mundo, sino de aquellos bienes que representan la riqueza y la diversidad del Patrimonio de la Humanidad. Aquí hay que decir que cada vez es más difícil incorporar más bienes españoles o europeos en general, ya que hay muy pocos asiáticos y africanos y la Unesco se ha propuesto alcanzar un equilibrio en el listado en los próximos años.
Es decir, que se pone aún más complicado.
Lo tenemos más difícil pero no solo para el yacimiento prehispánico de Risco Caído, sino para todos los bienes españoles. A eso se añade que cada Comunidad quiere tener en su listado de propuestas a los bienes de su respectiva comunidad. España a lo más que puede aspirar ahora es a un solo expediente cada vez. Por lo tanto lo importante no es tanto estar en la lista que se propone a la Unesco, sino hacer un procedimiento muy riguroso, planteado y coherente, que sea fruto de la participación de los habitantes y que cumpla con todos y cada uno de los requisitos de la Unesco, para que cuando envíe a sus inspectores coincida plenamente con lo expuesto, porque no merece la pena no hacerlo bien.
El Cabildo parece que se lo está tomando a pecho, ¿va por el camino correcto?
Por los trabajos que he visto para incluirlos en la lista indicativa, que es la que luego tiene que remitir a la administración central y aprobarse por todas las comunidades en su momento, y que incluyen investigaciones desde el punto de vista astronómico y otras temáticas, se trata de un trabajo técnicamente bastante riguroso y bien enfocado. Hay que seguir en esta línea y, sobre todo, no correr demasiado. Si se hace bien se obtiene lo que se busca, y no hay que olvidar que lograr su inclusión es el compromiso de conservar el yacimiento para toda la humanidad, y esto es fundamental que sea debidamente explicado a todos los habitantes de Gran Canaria.