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El ingeniero Jorge Naranjo, durante una de sus charlas.LP / DLP

Arboricultura y paisaje La masa forestal en las ciudades

"Los árboles urbanos tienen una vida más corta porque están estresados"

"Las casas que están cerca de zonas verdes y arboladas tienen un incremento del valor de hasta el 20%", asegura el ingeniero de Montes Jorge Naranjo Borges

¿Qué ha querido exponer en su ponencia?

He expuesto la compatibilidad del árbol en la trama urbana y con las infraestructuras viarias, calles y carreteras, enfocándolo desde distintos puntos. Es importante conocer esta compatibilidad porque se ha visto que con el paso del tiempo aumenta la sociedad urbana.

¿Es compatible la población urbana y su crecimiento con la vida de los árboles?

No hay más remedio. En 1900 eran 233 millones personas del planeta los que vivían en ciudades y para 2025 está previsto que haya 5.200 millones.

¿Y en España las cifras son parecidas porcentualmente?

En España el dato que manejamos es del 2006, según el cual el 68% de la población vive en ciudades. España es urbanita. Ese dato se saca de las estadísticas de las personas que viven en núcleos de más de 10.000 habitantes.

Pero el número no se estabiliza sino que sigue aumentando.

Sabemos que va a seguir en aumento el número de habitantes en ciudades y el porcentaje. En el año 2030 se prevé que en Latinoamérica va a haber el mayor número de urbanistas porcentuales ya que va a llegar al 85% de su población.

Es un porcentaje elevado.

Sí. La previsión es que en 2025 o 2030 más del 60% de la población viva en ciudades, por lo que tenemos que hacerlas más habitables.

Y ver la compatibilidad con la masa arbórea.

Primero tenemos que ver al árbol como un ser vivo, y el beneficio del árbol urbano. La gente ve su importancia cuando está en los bosques, cuando está lejos. Cuando está en las ciudades hay que buscar una compatibilidad.

Tendrá que ser con especies compatibles.

No todas las especies están adaptadas a la ciudad ya que en la ciudad el árbol está sometido a un estrés por la contaminación atmosférica y no todos pueden aguantarla. Además tienen poco espacio para las raíces. Se rompe el ciclo nutriente, el suelo se agota.

¿Suele darse a menudo?

El suelo muchísimas veces se compacta, con lo cual ni el agua les llega bien, no se filtra bien. Toda esa serie de inconvenientes existen aunque podemos disminuirlos. Eso lleva a la conclusión de que los árboles urbanos tienen una esperanza de vida más corta que en el bosque. Eso es importante saberlo.

¿Cómo puede alargarse?

Nosotros podemos mejorar las condiciones, pero siempre el árbol, al estar estresado, va a tener una esperanza de vida más corta, de menos años que en el bosque.

¿Qué beneficios aportan?

Los árboles urbanos tienen una serie de beneficios para la población. El primero, la sombra. También mejora la contaminación acústica, disminuye los ruidos. Regula el clima y reduce la temperatura. Ayer salía en La Vanguardia que podía bajar unos cuantos grados centígrados. Las ciudades tienen siempre mayor temperatura que el entorno. Los edificios se calientan y calientan la ciudad. Los árboles regulan esa climatología con microclimas que reducen la temperatura en algunos grados.

Eso es importante.

Además hay un incremento de la biodiversidad porque estamos plantando y eso atrae a los animales. Mejora la calidad de vida. Hay un impacto psicológico y sociológico positivo. La gente, al tener áreas verdes cerca, hace ejercicios, por lo que se fomenta la actividad física, equilibra la tensión arterial y el nivel de estrés de las personas.

¿Y la contaminación?

Es muy importante saber que los árboles aminoran la contaminación atmosférica. La Universidad de Córdoba señala que una encina filtra 7.000 kilos de partículas al año. Al día mueren en el mundo 10.000 personas por contaminación de forma directa o indirecta, y al año son siete millones.

¿Los árboles neutralizan la contaminación?

En el estudio de la Universidad de Córdoba se dice que para una encina necesita 2.500 litros de agua para mantenerse y es capaz de retener 70.000 litros. Eso significa que los árboles ayudan a minorar el riesgo de desastres naturales, sobre todo de inundaciones.

Cemento contra árboles.

Eso las plazas de cemento no lo consiguen, los árboles sí. La energía cinética de la lluvia es disipada por las hojas, caen con poca fuerza y encima se filtra.

¿Se vive mejor cerca de ellos?

Una cosa que la gente no sabe o no valora es el incremento del valor residencial. En La Vanguardia se dice que las casas que están cerca de zonas verdes y arbolados tienen un incremento del valor residencial de hasta el 20%.

Hay gente que cree que solo sirven de adorno en la ciudad.

De adorno o que solo sirven para dar sombra. Los avances científicos van demostrando las distintas ventajas que tienen los árboles, por un costo medio de mantenimiento anual de 2.400 euros.

¿Usted aboga por un plan de gestión específico?

Yo defiendo la necesidad de un plan de arbolado urbano. Hay ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga que tienen su plan de gestión. No es ley, pero marca unas directrices y unas pautas para poder planificar que alargan la esperanza de vida para el árbol urbano, que de por sí está más estresado.

En Barcelona lo tienen claro.

En el plan de Barcelona dependiendo de la dimensión de la acera se planta un tipo de árbol u otro. Si el ancho es corto, se plantan árboles pequeños; si la acera es media, se plantan árboles de porte medio, y si la acera tiene más de seis metros de ancho, se ponen árboles de porte grande y se distancian para que puedan crecer sin competencia.Se tiene en cuenta hasta el tamaño de los alcorques.

Entonces Barcelona sí tiene un buen plan.

Barcelona tiene 150.000 árboles y el 30% son de una sola especie: el plátano. El plátano lo tienes en las plazas de Valleseco y Teror, en el parque de las brujas de la finca de Osorio, delante del Ayuntamiento de Santa Brígida.

Son muchos ejemplares de una misma especie.

En Barcelona hay 150.000 árboles, de los que 45.000 son plátanos. Y después del almez, que es una especie de olmo autóctono de la península, tiene un 12%. Es decir, que casi la mitad de todos los ejemplares que hay en Barcelona pertenecen a esas dos especies. Después hay varias más, que tienen un 7% u 8% del censo.

¿En Barcelona han previsto la diversidad arbórea?

Cuando Barcelona elabora por primera vez su plan de gestión se da cuenta que el sobrepeso está en pocas especies y puede ocurrir que si entra una plaga se quede con muchos menos árboles.

¿Y en Córdoba?

Es parecido: tiene un 25% de naranjo amargo. Entonces si pensáramos en Las Palmas podríamos ver que podría pasar algo parecido al haber un sobrepeso de algunas especies. Solo si tenemos un plan de gestión podemos ver las especies que hay y en base a eso, como han hecho en Barcelona, se puede establecer una política de plantar especies nuevas, que nos interesen desde el punto de vista de la jardinería y de la vistosidad porque el paisaje juega un papel importante. Especies que sean compatibles con la climatología y con el medio, que aguanten el estrés de la ciudad y que no sean invasoras.

¿Debería haber un plan de gestión en las islas?

Me gustaría que en las ciudades en Canarias hubiera un plan de gestión del arbolado urbano que nos dieran unas directrices sobre qué política seguir.

¿Qué especies son más recomendables aquí?

Aquí se emplean muchas especies subtropicales y tropicales. Cuando plantas especies tropicales tienen que estar asociadas a riego. De manera natural hay que ver los árboles que mejor se dan en las ciudades costeras. Menos Valverde en El Hierro, el resto de las capitales están en la costa. De manera natural crecen especies de bajo porte como las tabaibas o los cardones, salvo en sitios donde crecen tarahales, que es un arbusto, y las palmeras en vaguadas, que son de porte arbóreo. Salvo palmeras, de manera natural no teníamos árboles. Por eso tenemos que adaptar esos árboles que hemos sacado de los subtrópicos y los trópicos.

¿El laurel de Indias?

El laurel es tropical. Los ficus benjaminas que se han plantado en Siete Palmas son tropicales. Pero después tenemos el pimentero, que viene de Sudamérica y otras especies subtropicales que se pueden adaptar. Las plantas se deben cultivar en nuestros viveros.

¿Protegemos los autóctonos?

Existe la posibilidad de proteger los árboles de interés local a través de catálogos, como el que ha elaborado Santa Brígida en 2009, que es el único de interés local que existe en Canarias.

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