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San Lucía

Culpables por parir en casa y asesinar al bebé al no cuidarlo durante todo el día

La juez debe decidir si castiga a los padres de la niña con 18 años de cárcel

Culpables por parir en casa y asesinar al bebé al no cuidarlo durante todo el día

El tribunal popular constituido para juzgar a unos padres de Vecindario por asesinar a su hija recién nacida emitió ayer un veredicto de culpabilidad histórico en la Audiencia de Las Palmas. Los nueve miembros del jurado consideran por unanimidad que Sara Metzger, de 25 años, y Jacinto Sánchez Herrero, de 59 años, "dieron muerte" a la niña por tenerla en casa y no prestarle ningún tipo de auxilio o atención médica en las horas siguientes al parto.

El veredicto, que fue emitido a última hora de ayer, concede la razón a la Fiscalía de Las Palmas en la integridad de su acusación, pues ratifica los hechos planteados por el ministerio público en cada una de las 28 cuestiones formuladas. Esa unanimidad de criterio en todos los hechos ha causado sorpresa en la Audiencia de Las Palmas por la complejidad y la rapidez con la que se ha resuelto el caso. De ahí que las fuentes consultadas califiquen el fallo de histórico.

La decisión del tribunal fue tan contundente que la magistrada-presidenta, María del Pilar Verástegui, ordenó el ingreso en prisión de Jacinto Sánchez, el padre de la niña fallecida, tal como solicitó la fiscal Blanca Hernández en una vista posterior a la lectura del veredicto. Sánchez se encontraba en libertad provisional, al contrario que su pareja, y hasta ayer se había mantenido en un segundo plano. Su abogada, María del Pino de la Nuez, se opuso a la medida de prisión, pero pocas alternativas quedaban ante la crudeza del veredicto.

El jurado considera probado que Sara Metzger dio a luz en la casa de Jacinto Sánchez sobre las 05.50 horas del 1 de mayo de 2015. Ambos, pese a ser un parto de alto riesgo, decidieron tener al bebé en la vivienda sin asistencia médica. La "única preparación" que realizaron fue colocar unas colchonetas en el suelo para recoger a la recién nacida. Entre los dos optaron por no cortarle el cordón umbilical y no procedieron a la aspiración de las secreciones ni a la reanimación neonatal.

Tampoco alimentaron a la niña durante todo el día, ni la abrigaron para protegerla de una posible hipotermia. Las horas pasaban y la respiración de la recién nacida era cada vez más tenue. Apenas se movía, apenas lloraba, pero los padres continuaron sin prestarle los auxilios mínimos necesarios, "conscientes de que esa actitud pasiva produciría la muerte de la niña", estable el jurado.

Y eso, sobre las 23.00 horas, fue lo que ocurrió. La niña, a esa altura de la noche, "ya no realizaba ni el más mínimo movimiento". Sus progenitores, en cambio, persistieron en su actitud pasiva: no llamaron a los servicios sanitarios, sino que se limitaron a dejar pasar el tiempo, "sin hacer nada por salvar la vida de su hija", subraya el tribunal. Ambos acudieron al Centro de Salud a las 12.05 horas del 2 de mayo, esto es, un día después de dar a luz, "cuando estaban totalmente seguros" del fallecimiento de la niña. Los médicos sólo pudieron certificar su muerte.

El jurado entiende que los padres no tenían la intención directa de matar al bebé, pero al persistir en esa actitud pasiva de negación de auxilio asumieron el resultado de la muerte como "probable". Esa actitud es compatible con el dolo eventual que plantea la fiscal para formular la acusación por asesinato.

La representante del ministerio público entiende que existe alevosía porque un recién nacido nunca se puede defender. Por eso solicita una condena de 18 años de cárcel para Sara Metzger y Jacinto Sánchez como autores de un delitos de asesinato, con la agravante de parentesco.

Ninguno de los dos, en su derecho a la última palabra, aceptó ayer el veredicto de culpabilidad. "No puedo volver atrás para cambiar mi actuación. Me equivoqué y soy responsable de ello, pero no una asesina", replicó la madre. "Soy totalmente inocente, he dicho la verdad", añadió su pareja.

Ahora sólo falta que la juez ponga la sentencia para cerrar un proceso que ha despertado una enorme expectación en la Audiencia, con la asistencia de médicos, abogados y fiscales para presenciar el desenlace del juicio.

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