La Audiencia de Las Palmas ha comenzado a juzgar a un vecino de San Bartolomé de Tirajana que mató a otro con una llave para cambiar la rueda del coche, tras perseguirlo por las calles de San Fernando de Maspalomas y provocar su caída de la moto al lanzar su vehículo contra él.

Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 12 de noviembre de 2015 en la gasolinera de San Fernando. José Javier Herrera Santana, de 21 años, ha admitido ante el jurado esta mañana que mató a René Sendino, pero niega que tuviera la intención de asesinarlo, sino de "acabar" con una situación de "acoso" y de peleas constantes al negarse a vender drogas para él.

Herrera asegura que eran amigos, que vendía droga para él cuando era menor, que hacía de camello para un grupo de clientes que consumía cocaína. "Lo dejé cuando entró en la cárcel, luego salió y le dije que no quería seguir", sostiene el acusado. "Lo que le jodió es que no quería vender más droga para él".

Unos días antes del incidente de la gasolinera, Herrera afirma que se pelearon en un callejón. "Le di con una llave inglesa y me amenazó con un cuchillo. No podía denunciar que me acosaba porque antes vendía droga para él y tenía miedo de que eso me comprometiera", añade.

"No quería matarlo. Estaba ciego y no sabía lo que hacía", agrega el procesado. "Cogí la llave de tubo para cambiar las ruedas y le di un golpe. No era consciente de que estaba moribundo tras atropellarlo. Iba ciego. Lo único que quería era terminar la pelea y que cada uno se fuera por su lado", señala durante la primera sesión del juicio, que continúa mañana en la sala de jurados de la Audiencia de Las Palmas, en la Ciudad de la Justicia.

Herrera sostiene que casi no salía de casa desde que René Sendino salió de prisión, "porque sabía que si me lo encontraba tenía que pelearme con él". Coincidieron tres veces y lo evitó, hasta que ocurrió lo de la gasolinera, donde se pelearon y la víctima, tras finalizar la pelea, le golpeó por sorpresa con un casco. Ese gesto, según el acusado, fue lo que desató su ira y motivó que lo persiguiera con el coche hasta darle caza.

El fiscal Jorge PobreJorge Pobre, que solicita 18 años de cárcel, sostiene que entre ambos había una mala relación, se encontraron en la gasolinera y comenzaron a pelearse. Después aceleró el coche y lo utilizó como arma mortal. Sacó del maletero la llave, caminó 200 metros y le dio en la cabeza para matarlo, mientras estaba indefenso en el suelo. Caminó 200 metros para "asegurarse" de que lo mataba, concluye el fiscal en su intervención inicial.

La acusación particular ha recordado al jurado que la víctima era padre de un niño de cuatro años y que hay testigos del asesinato. La defensa, en cambio, sostiene que lo "humillaba y le pegaba" porque era un "abusador". El letrado considera que la víctima llegó a la gasolinera y lo agredió a traición. "Había salido de prisión y era una persona violenta, con 10 hojas de antecedentes penales, con delitos violentos como el robo con fuerza y 11 condenas. No es ningún santo ni un pobre trabajador atropellado", opina el abogado de Herrera.

El letrado cree que "no quiso matarlo", sino que "se le fue de la manos" porque tuvo una "reacción colérica". La defensa entiende que hay homicidio, sino asesinato, y que concurre la atenuante de la obcecación, entre otras razones porque cuando lo golpeó con la llave, en el suelo, ya estaba muerto, según la tesis defensiva.