La Comisión de Desequilibrios del Cabildo de Gran Canaria cerrará sus trabajos el próximo 5 de abril sin un acuerdo de mínimos sobre las cifras de los posibles perjuicios a la isla en las inversiones de la Comunidad Autónoma y del Estado. Tal como se auguraba, el gobierno insular de NC-PSOE y los cuatro grupos de la oposición presentarán sus conclusiones por separado ante la imposibilidad de consensuar un dictamen que puedan suscribir todos los partidos de la corporación.

Ayer se reunió la subcomisión creada hace dos semanas para redactar ese dictamen y el encuentro solo sirvió para constatar la dificultad de un acuerdo, sobre todo tras el giro realizado por Unidos, el partido de José Miguel Bravo de Laguna, que de ser el impulsor de la Comisión de Desequilibrios ha acabado solicitando hasta un cambio de nombre para que pase a denominarse Comisión de Reequilibrios.

Ante el rechazo del consejero de CC, Fernando Bañolas, a sumarse a un documento que denuncie los posibles desequilibrios inversores entre islas, así como las objeciones del representante de Podemos, Miguel Montero, al informe presentado por el gobierno de NC y PSOE, finamente se optó por convocar una última reunión de la Comisión de Desequilibrios y que cada grupo exprese allí su posición.

Los portavoces del PP, Felipe Afonso El Jaber, y de Unidos, José Miguel Bravo de Laguna, propusieron hacer un esfuerzo para elaborar un dictamen que recoja aquellos datos de inversiones que estén totalmente contrastados y puedan ser asumidos por todos los partidos. Si no es así, el gobierno de Antonio Morales podría llevar al Pleno y aprobar su propio informe.