Los conductores que durante esta semana han tenido que circular por la autopista GC-1 en el Sur, en el tramo que discurre entre Pasito Blanco, en San Bartolomé de Tirajana, y Arguineguín, en Mogán, volvieron a mostrar ayer su enfado por los grandes atascos que se generaron como consecuencia de los trabajos de reasfaltado de la carretera durante el día.

Pablo Santana Guedes, vecino de Arguineguín y afectado por las colas, calificó ayer de "vergüenza" que la consejería de Obras Públicas e Infraestructuras haya decidido llevar a cabo las obras entre las 09.00 y las 19.00 horas. "Si lo hubieran hecho por la noche, habría afectado apenas a un 10% de los conductores; vengo con mi esposa del hospital, y llevo más de una hora en caranava", lamentó el conductor. Por su parte, Berta Ramírez, vecina de Cruce de Arinaga, explicó que tiene que salir más de una hora y media antes de su casa para llegar a tiempo a su puesto de trabajo, en Puerto Rico. "Esta situación es indignante y desesperante; afecta al bolsillo de la clase trabajadora, que perdemos aquí parte del depósito de gasolina", apuntó.

Ayer también manifestó su descontento Miguel Hernández, secretario de la Asociación de Empresarios de Playa de Mogán, quien calificó esta situación de "despropósito". "Por no pagar la nocturnidad de los trabajadores, los comerciantes pagamos los platos rotos", criticó. Y es que, aseguró, ayer hasta el mercadillo de Playa de Mogán, del que se nutren luego el resto de negocios, "apenas llegó la mitad de la gente que lo visita cada viernes", hecho que relaciona con las obras. La próxima semana los trabajos se realizarán en sentido inverso, desde Arguineguín a Pasito Blanco.