Muchos asistentes a la Batalla de Barberos de Gran Canaria hicieron cola para hacerse un Batalla de Barberos selfie Como si fuera un cantante de rock o un futbolista famoso, nadie quiso perderse la oportunidad de tener una foto con esta celebridad en el mundo del corte de pelo. Sharpfade (algo así como tiburón desvanecido) fue una de las estrellas invitadas al concurso organizado por dos jóvenes y voluntariosos grancanarios, Borja Bolaños y Maikel Santos, que por segundo año consecutivo reunieron en Carrizal a casi un millar de profesionales y seguidores de esta profesión.

Un centenar de ellos, de los que 30 vinieron desde la Península, compitieron en las tres modalidades con premios: jóvenes promesas, fast fade y freestyle.

Antes de la competición, el propio Sharpfade se ofreció como modelo en las clases magistrales impartidas por reconocidos barberos nacionales e isleños. El tinerfeño Aday Cruz le hizo el corte y el teñido, y el lanzaroteño Valentín Reyes el peinado, antes de que él mismo sorprendiera al público con sus técnicas de rasurado del cabello.

Fran Aranda, figura nacional de la barbería artística, explicó desde el escenario cómo se realiza un corte de pelo que permite distinguir hasta cuatro tonalidades de color. Recomendó a los presentes que busquen un peinado que puede mantenerse durante dos o tres semanas sin necesidad de recurrir a lacas o brillantinas.

Sin embargo, lejos han quedado los tiempos en que los muchachos solo acudían a las barberías cada tres o cuatro meses, normalmente cuando los padres ya amenazaban con meter directamente las tijeras para acabar con las greñas.

Muchos jóvenes valoran actualmente tener un corte de pelo único y acuden a la barbería cada viernes o dos veces al mes. La isla de Gran Canaria, asegura Borja Bolaños, no es ajena a esta tendencia y cada vez hay más profesionales, aunque exista la creencia de que en las ciudades se cierran barberías por falta de clientes.

Junto al teldense Maikel Santos, y con el apoyo del Ayuntamiento de Ingenio y la empresa distribuidora Makao, Borja Bolaños se ha embarcado en esta aventura de las competiciones de barberos, importadas desde Estados Unidos.

Una muestra del auge del arte del peine y la tijera es que el concurso de jóvenes promesas se limitó a 40 participantes. Algunos barberos acudieron con su propio modelo, pero el resto de los que se prestaron de conejillos de indias fueron voluntarios captados en el propio municipio, que volvieron a casa con un peinado gratos y espectacular.

Aunque el boom de los jóvenes barberos pueda estar relacionado con el fenómeno de los hipsters, Bolaños rompe el mito de la supuesta ultramodernidad y asegu- ra que en su local los clientes siguen discutiendo de fútbol, de política, o contando chistes misóginos.

"En las peluquerías mixtas, si hay mujeres presentes, se cortan un poco, pero si solo hay hombres siguen diciendo las mismas barbaridades de siempre", bromea.