El descubrimiento de sabores, gustos y de productos nuevos es aún posible hoy en día en la Feria del Sureste, a pesar de la gran globalización que existe en el mundo. Así le ocurrió ayer a Christine Lind, cocinera, que con su marido Henryk Lind, ambos daneses, visitan con regularidad Gran Canaria.

Christine Lind supo ayer que se come el tuno indio, al degustar y conocer que un producto de la empresa Quesos El Parral, de Ingenio, tiene esta fruta untada. La turista adquirió un queso de este tipo al encontrar un sabor desconocido. Esta pareja también compró café y vino abocado, ambos de Agaete, como aceite y jamón. "Me gustó mucho ese queso con tuno. Está todo muy bueno y los precios son muy baratos, casi la mitad que en mi país", comentó Christine Lind, quien tiene la costumbre de comprar muchos productos alimenticios locales para consumir el tiempo que están en la Isla, así como otros tantos llevarlos para amigos y familiares en Dinamarca.

Esta es una de las muchas historias que sucedieron entre las cientos de personas que se hallaban durante la mañana ayer en el inicio de la nueva edición del Festival del Sureste, ya la número quince, en la zona peatonal de la Avenida de Canarias, en Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana.

En esta ocasión, el evento cuenta con 150 puestos, cuando en la anterior que tuvo lugar en Cruce de Arinaga, en el término municipal de Agüimes, fueron 114. Esta vez se repite una vez más la amplia oferta de productos del sector primario, como de artesanía, todo ello con una gran mezcla de olores, colores y sabores. El gran escaparate y acontecimiento dinamizador de la economía, que es esta feria, da a conocer el potencial comercial, económico, natural y gastronómico de la comarca del Sureste.

Pasadas las 11.20 horas comenzó el acto institucional de inauguración de esta nueva edición, que fue en el escenario instalado en la plaza de los Algodoneros. El primero en intervenir fue el presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Vecindario (Ascoive), Juan Pérez; a los que siguieron los alcaldes de Agüimes e Ingenio, Óscar Hernández y Juan Díaz, respectivamente.

Posteriormente lo hizo el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, cerrando el acto la presidenta de la Mancomunidad y alcaldesa de Santa Lucía de Tirajana, Dunia González.

Al acabar, estos representantes de las distintas administraciones bajaron del escenario, saludaron y conversaron con vecinos, concejales, empresarios, entre otros, que estaban entre el público en la plaza. Entre ellos, se hallaba el exalcalde santaluceño Silverio Matos, que recientemente salió exculpado del caso Palmera, convirtiéndose en el protagonista por unos minutos, recibiendo abrazos y saludos.

Después, los tres alcaldes de la comarca y el presidente insular, junto a los otros políticos, fueron a la gran caseta de los tres municipios y recorrieron el resto de puestos de la feria. La repentina y breve llovizna que se produjo no impidió que numerosas decenas de personas comenzaran a conocer los casetas de venta y exposición.

Entre los primeros y numerosos visitantes estaban también María Asunción García y María Trinidad Godoy, ambas vecinas de la capital grancanaria. Era la primera vez que visitaban y conocían la Feria del Sureste. "Todo está bonito, entretenido y con muchas cosas de aquí, que no tiene que ser de fuera para ser bueno. Los quesos son enormes y espectaculares. Y los precios son buenos, incluso algunos baratos siendo productos muy trabajados o de fincas de aquí ", dijeron.

A parte de la apertura de los puestos, entre los que hay varios de colectivos sociales, se desarrollaron y se harán numerosas actividades y actuaciones musicales programadas para todo tipo de público y edades. También está la muestra de animales en este evento, que continuará hoy y concluirá mañana. Los niños y grandes podrán ver hasta el domingo a ovejas de lana y otras de pelo pedigué, así como burros, cabras, vacas del país y perros presa. Una unidad móvil del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) estará instalada en la calle Escorial durante los tres días de la feria para la recogida de donaciones de sangre.