La empresa Pérez Moreno y el Ayuntamiento de Tejeda han solicitado al Cabildo de Gran Canaria una prórroga de dos meses para concluir las obras de la zona comercial abierta del municipio cumbrero, lo que garantiza, salvo nuevos imprevistos, que la calle principal del pueblo estará renovada para las Fiestas del Almendro, que se celebran el primer fin de semana de febrero.

El alcalde de la localidad, Francisco Perera, explicó ayer que las obras para la peatonalización de la calle Doctor Domingo Hernández Guerra "avanzan a buen ritmo" y se prevé que estén acabadas el próximo 30 de enero, para posteriormente rematar el mobiliario urbano y la jardinería.

El regidor recordó que los trabajos acumulan dos meses de retraso por una paralización judicial, tras la denuncia de un colectivo de vecinos que se opuso a la poda y traslado de los árboles, y por la aparición de roturas contaminantes en la red de saneamiento que estaba enterrada bajo esa calle.

A la espera de que la Consejería de Industria del Cabildo acepte la prórroga en la ejecución de la obra, pues es la institución que financia el proyecto con 1,3 millones de euros, el objetivo del Ayuntamiento es estrenar el nuevo adoquinado en la festividad más popular del municipio, la del Almendro en Flor.

Esa fiesta es especialmente esperada por los vecinos y comerciantes de Tejeda, pues este año se tuvo que suspender en dos ocasiones por la llegada de temporales de lluvia y nieve, lo que obligó al Cabildo a cerrar varias carreteras de acceso a la cumbre.

Perera lamentó que el proyecto de la zona comercial abierta no se pueda culminar en las fechas de Navidades, tal como estaba previsto, pues eso perjudica a los negocios instalados en el pueblo, como tiendas, restaurantes o alojamientos turísticos. El alcalde atribuyó este retraso a las movilizaciones de una asociación de vecinos y grupos ambientalistas, que culminaron en una denuncia en los tribunales y en la adopción de medidas cautelares por parte del Juzgado, que finalmente rechazó las demandas y permitió la continuidad de los trabajos.

Esa paralización judicial, según Perera, no solo demoró el proyecto durante casi un mes, sino que "rompió el ritmo de trabajo" de la empresa adjudicataria, pues ante las dudas frenó la compra de materiales y el traslado de los mismos a Tejeda.

A ese retraso se unió la aparición de defectos en la red de saneamiento de esa calle, pues, según la empresa y el gobierno municipal, las raíces de los laureles de Indias habían roto algunas tuberías y provocado el vertido de aguas fecales en las cercanías de las viviendas.

Frente a las críticas de los grupos que se opusieron a la desaparición de los laureles plantados en esa calle, el alcalde señaló que el proyecto contempla la reposición de "árboles de gran porte y especies autóctonas, elegidos por los propios vecinos en una votación". Así, una vez concluya el adoquinado de la calle se plantarán tres especies, viñátigos, mocanes y árbol del amor ( Cercis siliquastrum), también conocido como árbol de Judas y que se cubre de flores rosadas en la primavera.

Además, se instalarán parterres de un metro cúbico con almendros, naranjos de Sevilla y acebuches. Encima de los muros se colocarán macetones con plantas y flores autóctonas, lo que ofrece la ventaja de poder desplazarlos cuando se celebran actos festivos o se prevén aglomeraciones de personas.

El alcalde precisó que el objetivo es tener la calle terminada para el Almendro en Flor e iniciar con posterioridad el ajardinamiento y la colocación del resto del mobiliario urbano. El temor es que el mal tiempo retrase más la obra o impida celebrar la fiesta.