Moisés Martín Martínez tiene diagnosticado un síndrome del Asperger, con una discapacidad del 65%. Pero ese trastorno no le ha impedido canalizar su sensibilidad hacia el arte. El joven de 22 años acaba de inaugurar en la Casa de la Cultura de Moya una exposición con medio centenar de cuadros, entre los que se entremezclan retratos y dibujos abstractos. Su preocupación por los demás le ha llevado a sumar en su muestra varias piezas de Judith Quintana Ponce, de 16 años, y compañera de estudios, que tiene un 75% de discapacidad y un problema de columna.
Los actores de la exitosa película española Campeones se decantaron por el baloncesto. Y, al igual que sus protagonistas, Moisés es un adelantado, aunque su rumbo se ha dirigido al mundo de la cultura.
A los nueve años su familia le descubrió unas dotes especiales. Desde entonces no ha parado. "Dibujé a Benito Pérez Galdós, y mi madre se lo enseñó a mi profesor, que no se lo creía, se quedó flipado", recuerda el joven con Asperger, un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista, y que afecta a la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento, así como poseer campos de interés estrechos y absorbentes, según la definición que ofrece la confederación española que agrupa a afectados.
"Cuando me trajo el retrato pensé que lo había cogido de las actividades que realizan en su clase, pero me dijo que era de él. Yo le dije que no me gustaba que mintiera, pero insistió en que era de él. Y lo volvió a pintar. Luego se lo dije al profesor, que también pensó que le estaba tomando el pelo", relata su madre, Cristina, que valora especialmente el cambio personal que experimentó tras descubrir el mundo del arte: "A través de la pintura canalizó sus frustraciones personales".
Cervantes y Los Beatles
El escritor grancanario Benito Pérez Galdós es uno de sus temas favoritos, pero también ha retratado el Castillo de Mata, sin dejar de lado calles de Triana y Telde. Pero, sobre todo, mucho temas más imaginativos. "Se me da bien", expresa con orgullo , pero sin pretensiones. Y de ello da idea que ha vendido sus primeros trabajos.
"Me gustan mucho los rostros y las pinturas abstractas", como queda de manifiesto en sus cuadros expuestos en Moya, que supone su segunda exposición pública, tras pasar el mes pasado por la Biblioteca de Arucas, donde recibió 600 visitas. A diferencia de otros artistas, Moisés acudía al centro público, donde mostraba y explicaba su trabajo a quienes pasaban a verlo. Y hasta descubrió las personalidades de Arucas, donando dos cuadros del artista local Manolo Ramos. Antes, algunos de sus trabajos llegaron a Rumanía de la mano de su padrino
En las paredes de Moya se expone una de las pinturas que resume su vida, según su familia: 'El árbol de la vida'. Está dedicada a una mujer que es acogida simbólicamente por una de las ramas, y en cuyo árbol se ve un ojo mirando el cielo; empleando bastoncillos de oídos para las hojas, entre otros detalles.
También resaltan Las 7 maravillas del mundo, con símbolos de Petra, el Coliseo romano, Río de Janeiro y la iglesia de Arucas, en homenaje a su primera exposición. Pero también sobresalen sus rostros con dos mitades: una de la persona famosa y su principal creación artística. Este es el caso de Cervantes y Miró, así como los retratos de cada uno de Los Beatles, Santiago Santana y hasta del artista de Moya más reconocido, Tomás Morales.
Judith sigue sus pasos
Carboncillos, óleos, acrílicos. Sus técnicas son dispares, al igual que sus maestros. Entre ellos, Picasso, del que destaca el Guernica; el catalán Modest Cuixart, con sus "cuadros desagradables", y Miró. Incluso apunta a un pintor que encontró dibujando en un pasillo de un hotel en Playa del Inglés.
Moisés recuerda con cariño algunas expresiones cariñosas que ha recibido por su trabajo: "Qué creatividad tienes"; o "cómo dibujas tío" (aunque él matiza que esta expresión coloquial no le gusta). Su generosidad le ha llevado a animar a una nueva pintora a sumarse a las paredes de su exposición en Moya. Es Judith Quintana, compañera de estudios del instituto Isabel de España, donde estudian un módulo profesional, y que ha presentado dos cuadros para esta muestra. Moisés espera que siga sus pasos.
El arte le viene de familia, tanto de su madre como de su tío.
La madre, sin embargo, expresa que el reto es que su vida no se limite a la pintura y que se abra a nuevas experiencias.
Aunque existen muchas similitudes con la exitosa película española Campeones, que tiene como protagonistas a personas con alguna discapacidad, el joven reconoce que no ha visto el filme todavía. Y su madre apunta que a su hijo no le gusta ver sufrir a las personas.
La madre agradeció la especial acogida de la Casa de la Cultura de Moya, en especial al coordinador Octavio Suárez; y a la concejala del área, Lucía Rodríguez. Y tuvo unas palabras especiales para el caricaturista Néstor Dámaso, que ha tutelado a Moisés en su proceso de aprendizaje.
La exposición Diversidad y color acaba de estrenarse, y permanecerá hasta el 4 de abril. Y de allí seguirá por otros destinos.
