Firgas congela el proyecto del Museo del Agua, presentado hace un año como un gran revulsivo para la promoción del municipio y que debía estar acabado a finales de 2018. El Gobierno de Canarias, como impulsor del proyecto, afirma que sigue pendiente de que el municipio le comunique por dónde comenzar a invertir los 180.000 euros presupuestados. Y el Ayuntamiento asume que la inestabilidad política local les ha obligado a responder a otras prioridades de servicios básicos.
'Villa de Firgas, Villa del agua', este es el lema empleado para este proyecto, que persigue aumentar la oferta turística, cultural e histórica del municipio, diferenciándose de otros centros museísticos. Pero su materialización ha quedado aparcada, pese a disponer del dinero para empezar y ser uno de los proyectos estrella de los últimos años.
El director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, culpó al Ayuntamiento de que no se hayan comenzado a ejecutar las obras. "Desde que nos manden el documento que diga por dónde empezar nos ponemos manos a la obra. Por nuestra parte está todo acabado. Incluso, todavía se está a tiempo en este mandato, porque está consensuado y es sencillo". Clavijo resaltó que es una actuación muy bonita, pero que por su parte no puede hacer más, "porque recursos hay".
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Firgas, Carmelo Luciano, reconoce que la inestabilidad política local, que les ha dejado en minoría y que se vio agravada con la abrupta salida del anterior alcalde Manuel Báez y la falta de personal, les ha obligado a priorizar el trabajo interno, porque estaban en juego también la prestación de "servicios básicos", según su justificación. En cualquier caso, defendió que la idea sigue siendo muy relevante para el municipio y no se puede olvidar, ya que revaloriza sus señas de identidad. Y apuntó que si siguen en el gobierno lo reactivarán en el nuevo mandato. El edil remarcó que depende del Ayuntamiento sacarlo adelante, pero también de la empresa que lo diseñó, para consensuar la planificación de su ejecución.
La inversión ronda los 180.000 euros, y hace justo un año cuando fue presentado con la presencia del vicepresidente regional, Pablo Rodríguez, se apuntaba que podría estar acabado antes de que concluyera 2018. Esas previsiones saltaron por los aires.
El proyecto diseñado por la empresa Arqueocanaria aspira a explotar los recursos con los que ya cuenta Firgas en su calles, como son los molinos de agua, las cantoneras y lavaderos, para que sean accesibles y visitables. De ahí que no sea un museo al uso, sino al aire libre en su mayor parte, "donde se localizan los referentes arquitectónicos de carácter etnográfico e histórico tan vinculados al agua desde el nacimiento de la Villa".
En cualquier caso, contempla la musealización del Parque del Ganadero, que estará dedicado fundamentalmente a los cultivos que desde la época prehispánica y hasta la actualidad se han desarrollado en las islas. También tendrá especial relevancia la ejecución de una serie de actuaciones en las plazoletas, en el Paseo de Gran Canaria y de Canarias, como son la fuente y bancos de azulejos dedicados a los 21 municipios de Gran Canaria; y en la Plaza de San Roque, donde se aportan soluciones a una serie de elementos que generan un impacto negativo en la estética de este espacio.
Con el agua como hilo conductor, se vertebrará un recorrido bien señalado. Este es el caso del Molino del Conde (declarado Bien de Interés Cultural en 2007), la Fonda y los Paseos de Gran Canaria y de Canarias, así como la plaza e iglesia parroquial de San Roque. Otros elementos que también forman parte del Patrimonio Cultural de Firgas, como sus yacimientos arqueológicos, sus molinos de agua, los ingenios azucareros y manifestaciones de su patrimonio, como la fiesta de la traída del palo, también estarán presentes y representan un papel destacado en esta propuesta museológica.
Al mismo tiempo, el documento presentado hace un año en Firgas describe el tratamiento de calzadas, aceras y otras infraestructuras, para facilitar la accesibilidad a los espacios, e incluye el modelo de circulación, describiendo el sentido de los recorridos, entre otras medidas complementarias, que aspiran a "poner en valor" su riqueza y promocionar el rico y variado patrimonio de la Villa relacionado con el agua.
