San Bartolomé de Tirajana está a punto de tener un nuevo equipo de gobierno. El Partido Socialista, Nueva Canarias, Coalición Canaria y Ciudadanos están ultimando un acuerdo para dirigir el Ayuntamiento sureño durante los próximos cuatro años. Esta unión catapultará a la concejala electa del PSOE, Conchi Narváez, a la alcaldía de la localidad, mandando a la coalición Agrupación de Vecinos de San Bartolomé de Tirajana-Partido Popular a la oposición tras ocho años de mayoría absoluta. Este preacuerdo complica la opción de una moción de censura contra Antonio Morales en el Cabildo de Gran Canaria que pide Luis Ibarra con el apoyo de Marco Aurelio Pérez, líder de AV-PP en el Sur en los últimos ocho años.

Según confirmaron ayer fuentes de las formaciones, tras una reunión celebrada el martes, las cuatro fuerzas políticas han perfilado un acuerdo para gobernar en un pacto cuatripartito "por el cambio" encaminado a dejar a AV-PP como único partido en la oposición.

El acuerdo en el que trabajan las cuatro agrupaciones, al que se ha llegado "con relativa facilidad", según los representantes de los partidos, tiene como objetivo lograr un pacto de gobierno más solido, ya que la suma de los 7 concejales obtenidos por el PSOE, los 5 de Nueva Canarias, los 4 de Coalición Canaria y el edil de Ciudadanos hacen una mayoría holgada de 17 concejales, más del doble que los ocho obtenidos por AV-PP tras las elecciones autonómicas y locales celebradas el pasado 26 de mayo. Este acuerdo supone cuatro ediles más que los necesarios para ostentar la mayoría absoluta en este municipio, fijada en los 13 de los 25 concejales con los que cuenta la Corporación.

De fraguar, en este nuevo gobierno de San Bartolomé de Tirajana será alcaldesa la socialista Conchi Narváez, quien ya ocupó el cargo entre 2005 y 2007 tras una moción de censura contra Marco Aurelio Pérez; mientras, el concejal electo por Nueva Canarias, Samuel Henríquez, se perfila para la primera tenencia de alcaldía, y el de Coalición Canaria, Alejandro Marichal, ha pedido la segunda.

Las formaciones políticas sostuvieron ayer que el acuerdo que llevará a Conchi Narváez a la alcaldía está "bastante adelantado y encarrilado". Así, este principio de acuerdo aleja la posibilidad de una moción de censura contra Antonio Morales (NC) en el Cabildo de Gran Canaria por parte de Luis Ibarra (PSOE), con ocho consejeros, y Marco Aurelio Pérez (PP) con seis representantes. En este escenario, Nueva Canarias va camino de someter al PSOE en la institución insular a pesar de los amagos del líder socialista en las últimas fechas.

"Tengo vía libre"

La situación entre ambas formaciones en el Cabildo no se traslada por ahora al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. La concejal electa por el PSOE, Conchi Narváez, insistió ayer en que no tiene ninguna instrucción por parte de la directiva insular del partido. "Tengo vía libre", confirmó, al tiempo que explicó que este principio de acuerdo otorgaría al municipio un pacto más fuerte al reunir a todas las formaciones que no han gobernado en los últimos ocho años de mayorías de AV-PP.

El edil electo de Nueva Canarias, Samuel Henríquez, reconoció que la ejecutiva local de su partido ha aprobado este preacuerdo y espera que así lo refrenden hoy los miembros de la asamblea local. "Esta es la única opción en la que trabajamos, aunque nos hayamos sentado a hablar con todos", sostuvo ayer Henríquez, "el mandato es claro: un pacto de progreso".

Alejandro Marichal, por su lado, ha actuado por libre en el pacto con NC y PSOE desmarcándose de las instrucciones recibidas desde la cúpula de Coalición Canaria.

Con la conformación de un pacto cuatripartito, los partidos persiguen además apartar toda posibilidad de una moción de censura contra el futuro equipo de gobierno, como ya ocurrió en 2005 y que llevó a Conchi Narváez al poder. De ahí que se incorpore a Ciudadanos a las negociaciones, con el objetivo de aglutinar a la mayoría de los partidos en el poder.

Las formaciones reconocen que el acuerdo ya habría estado firmado desde hace días si la situación del Cabildo no estuviera tan atascada. No obstante, ese preacuerdo aún sin rubricar ya recoge también un programa de gobierno encaminado a desbloquear las grandes inversiones, la aprobación del plan general, la construcción de una residencia de mayores y viviendas y el impulso del transporte público.