Marta, una mestiza American Pit Bull Terrier, llegó al albergue insular de Bañaderos en el 2017. Esta perrita fue enviada por el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana y se encontraba en muy mal estado y delgada, pero ya han pasado tres años desde su llegada. En ese tiempo se ha recuperado y compartido residencia con muchos amigos caninos a los que ha visto marchar con nuevas familias, mientras que ella se queda siempre, porque nunca la eligen. Nadie la quiere.
Ahora tiene entre 5 y 6 años, se está haciendo mayor y lo único que quiere es encontrar a alguien que la quiera, que se convierta en su familia. Las trabajadoras y voluntarias esperan con ansias que llegue el día en el que Marta encuente un nuevo hogar. Tampoco ocurrió ayer, cuando el albergue insular de Bañaderos organizó una nueva jornada de adopciones que se celebra durante todo el fin de semana. Ayer viernes fue el primer día pero continúan hoy y mañana. Las personas o familias interesadas en adoptar a una mascota podrán desplazarse al lugar entre las 09:00 y las 14:00 horas, y llevarse a su nueva mascota inmediatamente, después de tramitar la adopción.
Los animales que protagonizan esta nueva jornada son 21 perros y 20 gatos que ya están esterilizados y vacunados. Entre los perros se encuentran 13 de razas potencialmente peligrosas, por lo que es necesario disponer de la licencia municipal que autorice la adopción de estos animales.
Otros sí encuentran familia
Al contrario que Marta, hay otros canes que tienen más suerte, como Pili y Chus. Ellos ya han encontrado un nuevo hogar. Pili llegó hace ocho días y ya encontró una nueva casa. Así que, después de tramitar los papeles de la adopción la pequeña Pili se ha marchado con su nueva familia. Chus también ha tenido la suerte de encontrar a su nueva familia, pero todavía no ha abandonado el albergue ya que hay que castrarlo y vacunarlo, así que tendrá que esperar un poco para irse.
Con el caso de Marta, Pili o Chus se puede comprobar que algunos animales encuentran hogar rápidamente y otros no. Afortunadamente casi todos los animales están bien cuidados en el albergue.
Pero hay un caso tan triste como el de Marta, y es el de Poker, quien ha sido bautizado por las personas del albergue como Siro. El pequeño Siro fue encontrado durante una intervención policial en una casa, sus antiguos dueños se habían marchado, dejándolo solo. Así que fue enviado al albergue, y en esta jornada es uno de los perros que busca un nuevo hogar. Y se podría decir que lo busca con más desesperación que los demás. El pequeño no para de llorar llamando a su antigua familia, o a una nueva. Está triste, y necesita desesperadamente una familia. Algo que llama la atención de Siro es que en su cuello lleva un collar con un número de contacto, sin embargo nadie ha preguntado ni se ha interesado por él.
Marta y Siro comparten la tragedia en sus historias, la tristeza en sus ojos, y las ganas de encontrar un nuevo hogar donde jugar, correr y, sobre todo, que sean tan queridos, o más, como lo son por las trabajadoras y voluntarias de su actual hogar.
Gatos
En esta jornada también hay 20 gatos que buscan una nueva casa y un sillón en el que echarse a dormir, un lugar donde pasear, o una familia que los mime y juegue con ellos a todas horas. Sin embargo, cuando la gente va al albergue principalmente lo hace por los perros olvidándose de los gatos.
Entre estos mininos se encuentra Sumi, una gata que llegó en el pasado mes de mayo y continúa esperando que alguien la adopte y juegue con ella, mientras le da mimos y rasca la tripita. En su misma situación está Brittie, al igual que Sumi llegó el mes de mayo y sus historias son bastante similares.
En el albergue hay muchos más perros y gatos esperando, y deseando, encontrar un nuevo hogar. Marta, Siro, Sumi, Brittie y muchos más tienen la esperanza de encontrar una nueva casa donde ser felices y poder olvidar la tristeza de haber sido abandonados.
