El gran incendio forestal de Gran Canaria, que acabó con 1.300 hectáreas de suelo "rígido y ganadero", ha provocado la inutilización de pozos de agua que abastecen la actividad agroganadera, motivo por el que numerosos granjeros han tenido que abandonar sus pastos habituales.

Así lo han explicado este jueves los representantes de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG-Canarias) en una conferencia de prensa, al considerar que Gran Canaria se encuentra ante "un nuevo desafío para la actividad agroganadera tras al fuego".

El incendio ha promovido una "situación inestable" en relación al riego de los pastos de los ganaderos canarios, sobre todo, en aquellos cultivos más sensibles como las hortalizas o las papas, que ahora mismo "se hallan deshidratados y es casi imposible recuperarlos".

La catástrofe, que ya se encuentra en su fase de control, devastó los pastos y la comida de los animales, lo que supondrá "un grave problema para generar alimentos de producción local", ha subrayado el presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández.

Asimismo, el fuego obligó a desplazar a más de 4.000 cabezas de ganado y generó una situación crítica con respecto al mantenimiento hídrico de la isla, ya que afectó a la infraestructura de las tuberías de riego y habrá que repararlas para mantener tanto los pastos como los ganados.

"El incendio ha sido una verdadera catástrofe que ha provocado una lacra de deforestación y deshidratación de Gran Canaria", ha explicado el presidente La Unión de Asociaciones de La Reserva de La Biosfera de Gran Canaria, Cristóbal Sánchez, que, a su juicio, es el motivo por el que el incendio ha sido en esta ocasión tan voraz.

La organización profesional agraria ha convocado una cumbre con el presidente del Cabildo insular y con el presidente del Gobierno regional para reflexionar acerca de las medidas que han de tomar para evitar que otro incendio de esta magnitud afecte a la isla.

Ambos ponentes han atribuido la dimensión del fuego originado en Valleseco a "la nefasta gestión del territorio", de ahí a que hayan considerado que es necesario "cambiar la normativa tan pesada que obstaculiza el uso de los recursos forestales".

Hernández ha asegurado que el Plan Insular de Organización, promovido por el Cabildo, no había incluido a ningún ingeniero técnico agrícola y que, de ahí, sea "necesario" una modificación del mismo.