La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Teresa Sosa

"En las tiendas de aceite y vinagre hay hasta material de construcción"

"No tengo un género determinado, escribo sobre lo que me gusta y me apasiona", afirma la profesora y escritora

Teresa Sosa, en la presentación de su libro en Teror. TONY HERNÁNDEZ

¿Cómo le surgió el gusanillo literario?

Me gusta por la pasión de los temas. He escrito dos libros, uno de poesía general que no es para una edad determinada, y en ese librito aparece también una plantilla didáctica que creé para que la poesía fuera más cercana al niño, pero también vale para los adultos. Y en el caso del segundo libro, que se presentó en las Fiestas del Pino, 'Tiendas de aceite y vinagre', es porque me crié en una tiendita, en la calle Pedro Infinito, en Schamann, y a raíz de ahí pues me puse a investigar y a visitar las tiendas que hay en la isla. A las que quisieron participar las metí dentro del libro, hay 37 y hablé con los tenderos y las tenderas sobre sus vivencias, su tienda... para que el público lo conozca y no se pierda este legado, este patrimonio canario.

¿Entonces usted escribe sobre varios géneros?

No tengo un género determinado, escribo sobre lo que me gusta y me apasiona.

Me comentó que este libro fue porque usted se crió en una tiendita...

Sí. Mi infancia y mi juventud fue en la tienda que regentaba mi abuela, cuando falleció, mi madre continuó con ella, porque esas tiendas suelen ir de generación en generación. Me crié ahí y me vino ese gusanillo de escribir en pequeñas hojitas mis vivencias, lo que yo palpaba y sentía en esa tienda de Pedro Infinito en Schamann. Como quería seguir reviviendo lo que aprendí de mi abuelo, de la tienda, y del ambiente social que genera en una calle porque da vida..

¿Qué sucedió para que usted sintiera en este momento la pasión de escribir sobre estas tiendas?

El hecho de que la tienda cerró después de mi abuela se jubilara, la siguió mi madre, pero los tiempos van cambiando, y los hijos ya teníamos nuestros estudios, otras inquietudes culturales, cada uno tiene su carrera, su profesión... mi madre se jubila y ya no tiene descendencia para seguir con la tienda, que da vida a la calle Pedro Infinito y que todavía se está echando de menos, tienda Víveres Juana, conocida por todo el mundo como la tienda de Paquito o de Bernarda.

¿Fue complicado encontrar las historias que le dan forma?

Pues no, tengo que agradecer la amabilidad de todos los tenderos y las tenderas que me recibieron, y que quisieron participar en el libro, y también a aquellos en las que estuve persiguiendo la tienda, viendo lo que había, enseñándome cosas que no sabía, pero que después no les gustaba salir en el libro. Pero me permitieron estar ahí y compartir vivencias de otra época, porque estas tiendas ya tienen su edad, y de hecho el libro es un homenaje, una exaltación, un reconocimiento a los tenderos y tenderas, y a las tiendas. Sin ellos yo no podría sacar lo que han aportado.

¿Cómo son estas tiendas? ¿Qué venden?

En estas tiendas todavía puedes encontrar de todo lo básico que necesites para un hogar, servicio de frutas y verduras, productos en conserva..., hay tiendas que todavía tienen materiales de construcción, de ferretería, cepillos, lozas..., cada tienda tiene su idiosincrasia, permanecen intactas parece que el tiempo no ha pasado por ellas, otras han tenido que amoldarse al cambio.

¿Usted cómo recuerda la tienda en la que se crio?

Esa tienda es una joya, un tesoro, la describo en la introducción del libro que empieza con una vivencia personal, y todas las personas que han leído el libro me comentan que tiene los recuerdos de otra época y que estas son las palabras que me dicen, y yo también lo siento, "que está escrito de una manera tierna y entrañable". Es una vivencia que está impregnada en mí, todavía tengo la pizarra en la que está los nombres y los precios escrito con mi puño y letra. Mi merienda era un vaso de Clipper y paquete de papas La Canaria, y un bocadillo de mortadela pulida. Esa era mi merienda, la que nunca podré olvidar.

Antes me dijo que el libro pretendía ser un homenaje...

Es un homenaje a todas las tiendas de aceite y vinagre que existieron y que quedan todavía abiertas. De hecho desde que salió el libro por primera vez, que fue el treinta de enero hasta hoy han cerrado ya tres tiendas de aceite y vinagre. En una tiendita de Teror, donde presenté el libro ayer por las Fiestas del Pino 2019, hay una pareja que no sale en el libro, pero en la tiendita está al lado de la basílica la hija de las personas que llevan la tienda está aprendiendo el negocio para que siga a otra generación. Esto no se da muy a menudo y a no ser que la situación de paro sea grave no se recomienda, porque es muy duro.

Me acaba de decir que ayer presentó su libro en Teror, ¿por qué en las Fiestas del Pino?

Yo voy tocando puertas y aquellas personas interesadas en dar a conocer que estas tiendas existen, pues toqué en la puerta de la Casa de la Cultura el mes de julio, hablé con concejal de Festejos y Patrimonio Histórico. No fue aposta en Teror, pero se interesó por la temática del libro.

Compartir el artículo

stats