Los Reyes de España quedaron "impresionados" por las imágenes que dejaron los incendios forestales de agosto en Gran Canaria y los perjuicios sociales y económicos en su población, tras un recorrido en helicóptero y una visita a las zonas afectadas de la Cumbre, en la que pudieron dialogar con una pequeña representación de vecinos y de los cuerpos que actuaron en los fuegos.

Don Felipe, que estuvo acompañado de la Reina Letizia y la ministra de Economía, Nadia Calviño, comprobaron in situ que un mes después de que se apagaran las llamas, la Cumbre sigue dando olor a quemado, y muchas familias continúan tratando de reponerse de las heridas, a la espera de las ayudas oficiales. El paisaje teñido por el negro da la bienvenida a algunos helechos y cañas que dan los primeros tintes verdes al paisaje tras la catástrofe ambiental.

"Realmente supone una impresión muy fuerte ver in situ esta tragedia. Da idea de lo que han sufrido los vecinos y los momentos de angustia y de perderlo todo" vivido por los lugareños, manifestó ayer Felipe VItras una breve charla con una pequeña representación de afectados de Valleseco, Artenara y Tejeda, que le esperaban en el mirador de La Degollada de Las Palomas, en Valleseco.

El monarca realzó "la labor de todos los servicios e instituciones que han participado" en las labores de extinción, y que ayudaron "a minimizar los daños", a pesar de que ha sido "una catástrofe económica, medioambiental y para la vida normal" de los ciudadanos. "Nos han transmitido lo que han vivido, la angustia de salir adelante y que están pendientes de todas las medidas que se están aprobando para atender las necesidades desde todas las administraciones", añadió.

El monarca lamentó la "imposibilidad" de poder saludar a los 1.200 profesionales que lucharon contra las llamas, aunque tuvo unas breves palabras con sus mandos, a los que transmitió su "reconocimiento", especialmente destacando la "complicación" de afrontar el fuego en las condiciones en las que se produjo.

Cinco horas de visita

Cinco horas de visita

La visita a Gran Canaria duró cerca de cinco horas, desde su llegada sobre las 11 de la mañana a la Base Aérea de Gando, y su marcha sobre las cuatro de la tarde desde el mismo lugar. En medio, Felipe VI y Letizia Ortiz Rocasolano asistieron a una reunión informativa en Presidencia del Gobierno de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, tras saludar en la entrada a algunos de los vecinos que esperaban su entrada, con algunos gritos de apoyo a sus Majestades.

Los Reyes recibieron en una reunión de trabajo con imágenes de los tres sucesos acaecidos en agosto por parte del Florencio López, jefe del Servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias; el jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo; en compañía de la jefa de Extinción de Medio Ambiente, Marta Moreno; y el jefe de Servicio, Luis Fernando Arencibia.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, intervino para dar más detalles de lo sucedido. Y, en nombre de los ayuntamientos afectados, la alcaldesa de Agaete, María del Carmen Rosario, habló de zonas afectadas como el barrio de El Hornillo. Y el alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, se adentró en la parte emocional, señalando las sensaciones a flor de piel que vivieron los vecinos afectados por las evacuaciones y por el miedo a perder sus propiedades.

En la reunión, que duró cerca de tres cuartos de hora, estaban presentes once alcaldes, tanto de los municipios maltratados por los tres incendios en el interior de la Isla y en el de Cazadores, en Telde, así como el anfitrión de Las Palmas de Gran Canaria, el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos; el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, y representantes de los distintos Ejércitos.

El monarca agradeció ante una treintena de personas el esfuerzo institucional y el trabajo realizado por las personas que arrimaron el hombro en aquellos momentos críticos, sobre todo para que se evitaran las víctimas mortales, pese a la amplia zona afectada y los cerca de 10.000 vecinos que tuvieron que ser evacuado en los distintos municipios.

Don Felipe y doña Letizia subieron a la Cumbre a continuación en un helicóptero que despegó de la Base Naval, viajando acompañados de la ministra de Economía, Nadia Calviño; y el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; además de personal de seguridad. De esta forma, sobrevolaron algunos pueblos calcinados por las llamas, haciéndose una idea de la dimensión real alcanzada en el pulmón vegetal de Gran Canaria.

Y en un segundo helicóptero subieron los alcaldes de Valleseco, Dámaso Arencibia; y de Tejeda, Francisco Perera, que ejercería luego de anfitriones durante su recorrido por la zona, en donde entraron en contacto con vecinos afectados, además, personal de la Casa Real y de distintos servicios.

Y desde allí siguieron hacia el Parador de Tejeda, donde se sumó Antonio Morales, para llegar al mirador de la Degollada de Las Palomas, en el municipios de Valleseco, donde podían observan desde una zona elevada los efectos del fuego en el pueblo de Tejeda y en Valleseco. En el lugar se encontraban unos 80 vecinos en representación de los afectados, de los cuales unos 23 eran de Valleseco, 43 de Tejeda y el resto de Artenara, así como unas 14 personas en representación de los distintos cuerpos de seguridad y emergencias que intervinieron en los incendios. Entre ellos, de las unidades presa, bravo y agentes de Medio Ambiente del Cabildo, un policía local de Tejeda, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil y Cruz Roja, que fueron saludados uno a uno.

Los Reyes se mostraron muy cercanos y cariñosos con los vecinos durante la media hora de su estancia entre pinares, intentando conocer de primera mano sus vivencias. Algunos apenas pudieron evitar las lágrimas, tanto de la emoción del momento como del recuerdo de las vivencias recientes. En un ambiente algo más distendido, hay quien se tomó un autorretrato con la Reina y quien recibió un testimonial consuelo de los visitantes, con alguna muestra cariñosa de tocarle la cara. A algunos se les saltaba las lágrimas, y otros estaban contenidos.

Don Felipe y doña Letizia se adentraron algunos metros en el sendero de Las Palomas, rodeados de pinos quemados y con una vista única sobre las áreas quemadas, junto a Ángel Víctor Torres, Antonio Morales y Nadia Calviño. En el recorrido de vuelta en microguagua con las autoridades conoció algo más el desastre natural. Y, aunque sabían de la dimensión del incendio desde la distancia en agosto, preguntaron cómo había pasado de Valleseco a Tejeda el segundo incendio, además de interesarse por la población y el coste económico en su forma de vida.

Sobre las tres de la tarde, los Reyes se subieron de nuevo al helicóptero en el campo de fútbol de Tejeda para desplazarse hasta Gando, con una segunda unidad en la que viajaban miembros de su equipo, donde le esperaba un avión de la Casa Real para regresar a Madrid, tras unas cinco horas de estancia en Gran Canaria.

La visita real es la primera que realizan a zonas afectadas por los incendios y por las recientes inundaciones, tras cerrar el capítulo político la semana pasada, que condujo a las próximas elecciones del 10 de noviembre por la falta de acuerdo entre las distintas fuerzas políticas.