Usted presentó ayer el número 12 de la Revista Ingeniería del Mantenimiento en Canarias. ¿Por qué debemos leerla?
Debemos leerla porque la disciplina de mantenimiento, ensayos nos destructivos y técnicas predictivas, así como la propia gestión del mantenimiento, están presentes en todos los aspectos de nuestra vida, en instalaciones, máquinas, edificios, barcos, aviones, vehículos, de los que se espera que sean fiables, seguros, y que estén disponibles para su uso y mejorar su mantenibilidad.
Y entrando en materia, ¿qué ofrece para engoar al lector?
Pues , entre otros, ofrece un artículo sobre la futura central eléctrica de Chira-Soria, otro sobre el mantenimiento como factor de éxito del Canal de Panamá, o sobre los molinos de viento Ortega, que son una creación canaria que se montaron en La Palma para moler el gofio, ya que no solo contiene artículos técnicos, sino también sobre ingeniería histórica, que en las islas hay mucho. Sin olvidar otra interesante pieza sobre la impresión offset y su evolución, de Artes Gráficas del Atlántico, u otro magnifico artículo sobre los 30 años de investigación en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
En el saluda de su publicación abre usted un texto con el inquietante título Cristóbal Colon y los ensayos no destructivos ...
Hace 527 años, las naves que recalaban en Gran Canaria no venían solo a buscar víveres, ya que uno de sus motivos principales era el de preparar los barcos para un largo viaje. Para ello se necesita seguridad, fiabilidad, disponibilidad y mejorar todas aquellas partes críticas y fundamentales en la navegación. Así fue como se aplicaba el denominado ensayo no destructivo, que es más usual hoy en día, y que en una primera fase consiste en la inspección visual. Así, toda la estructura externa de los navíos era inspeccionada para detectar malos anclajes, el estado de los listones de madera y las laminaciones, la podredumbre por humedad e infiltraciones de agua o la presencia de carcoma, entre otros. Para ello era habitual golpear el casco para escuchar sonidos que advirtiesen de estas anomalías, ya que golpear la madera su sonido determinaba algún problema. Por lo que la emisión acústica, que es otros de los ensayos no destructivos, también formaba parte consustancial de las inspecciones, así como revisar las cuerdas, las poleas, los cosidos de los velámenes, la alineación del timón, los anclajes del carajo, los del palo mayor, las escalas de gato. Hoy se hace todo lo que se hacía entonces pero con un mayor equipamiento.
Eso, ¿qué es lo que se hace hoy para destripar una máquina sin tocarla?
Algunas de las técnicas que se utilizan en los ensayos no destructivos son la radiografía industrial, la medición de espesores por ultrasonidos, los líquidos penetrantes, la termografía infrarroja, las partículas magnéticas, las emisiones acústicas y las corrientes inducidas, sin olvidar la citada inspección visual.
¿En qué sectores son imprescindibles y de obligado cumplimiento?
En barcos, en aviones, en todo. Su aplicación en la industria es general, pero en el sector naval es obligatorio. Un buque no sale del puerto sin una inspección de espesor del casco, y un avión no despega si nos has aplicado antes ultrasonidos para detectar grietas en el fuselaje.
¿Considera usted que en Canarias existe una cultura eficaz del mantenimiento, o se deja ir?
Es muy mejorable. No es que se haga un mal mantenimiento, pero se puede mejorar. Como hasta ahora no se estudia en las escuelas de formación profesional no se le presta la atención suficiente a la disciplina, y desde la universidad, el técnico o el ingeniero que luego va a trabajar como responsable de mantenimiento, si no conoce la materia, ¿cómo podría hacerlo desde la excelencia? Pues difícilmente, por eso es un gran reto el que nos hemos marcado para revertir la situación.
¿Cuál?
Con lo que anunciaba en la presentación de la revista número 12 el catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Antonio Carta González, con la impartición por primera vez en España de la asignatura de Mantenimiento en la ULPGC, en cuyo contenido se está trabajando en estos momentos y que para mí es un notición. A eso hay que añadir otro de los logros importantes que hemos conseguido los que formamos parte de la familia de Formación Profesional, ya que a partir de este mes integramos los ensayos no destructivos como parte de la formación del profesorado, de tal forma que puedan impartir a los alumnos la materia, que es la llave para que cuando a alguien nombren jefe de mantenimiento de una embotelladora, por poner un ejemplo, conozca todas las técnicas para hacer de sus máquinas unos elementos perfetamente eficaces.
En cualquier caso parece que el mantenimiento como materia en sí misma, no parece que tenga un gran predicamento ni difusión.
Por esto en el próximo mes de marzo, durante la celebración de la 43 edición de la Feria del Atlántico, que pasará a denominarse Atlantur, ofreceremos otra novedad, ya que también por vez primera se me ha encargado organizar unas jornadas sobre esta materia aplicada a las instalaciones turísticas, un sector en el que es fundamental, ya que solo a modo de ejemplo, unas malas instalaciones de aire acondicionado pueden representar entre el 60 o 70 por ciento del gasto de energía.
