"Los planes de contingencia están perfectamente establecidos en el Plan de Urgencias de Canarias y se activan cada vez que hay procesos agudos como la epidemia de la gripe, las complicaciones respiratorias propias del invierno, o episodios de calima como el que estamos viviendo", explicó ayer Octavio Jiménez, director general de Programas Asistenciales de la Consejería de Sanidad del Gobierno autonómico. De hecho, hay gerencias que han tomado la determinación de reforzar las guardias "desde hoy - por ayer - y hasta el jueves, en función de las posibilidades de cada centro".

Siguiendo está línea, y según desveló la citada administración del Gobierno de Canarias, el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín reforzó, desde principios de enero, con 40 profesionales el área de Enfermería. Por su parte, el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil(Chuimi) contrató a 17 enfermeros; 17 auxiliares; 10 celadores; un Facultativo Especialista de Área (FEA) de Medicina Interna de lunes a viernes, en horario de 16.00 a 20.00 horas; y otros dos entre las 9.00 y las 12.00 horas para los sábados, domingos y festivos. A esto cabe sumarle dos FEAs de Urgencias los fines de semana y días festivos, distribuidos en un horario que comprende entre las 9.00 y las 19.00 horas.

"Cada gerencia, tanto de los hospitales como de los centros de Atención Primaria, tienen unos criterios de activación que se tendrán en cuenta estos días por los efectos que pueda causar la calima en la salud de las personas", detalló Jiménez. Para después aclarar -haciendo referencia a todos los hospitales de las Islas - que, "cada hospital es distinto y cada situación es diferente, por lo que algunos solo han aumentado la plantilla de médicos de guardia y otros solo la de enfermería, por ejemplo".

Espacios

Ídem de ídem ocurre con la apertura de nuevos espacios en los centros sanitarios para poder atender a un mayor número de enfermos, en el caso de que fuera necesario. En este sentido, el director general quiso dejar muy claro que no todos los efectos adversos que puede causar la calima en la salud de los individuos precisan ser abordados en hospitales. "Hay que decir que en los servicios de Urgencias de Atención Primaria hay personal muy cualificado que dispone del material necesario para dar cobertura a los pacientes", enfatizó.

A pesar de la intensa concentración de polvo en suspensión que azota desde el pasado fin de semana a las Islas, las Urgencias de los hospitales del Archipiélago no han experimentado cambios notables. Según los datos que maneja la Consejería de Sanidad, el pasado domingo el Hospital Negrín registró 199 pacientes; el Chuimi, 230; el Hospital Universitario de Canarias, 194; el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, 183; el Hospital General de La Gomera, 27; el Hospital General de La Palma, 58; y el Hospital Insular Nuestra Señora de los Reyes (El Hierro),34.

"Estas cifras no son desorbitadas y coinciden con las que se registran habitualmente. Sin embargo, todo apunta a que habrá un aumento durante los próximos días puesto que los efectos de la calima se pueden hacer notar entre 48 y 72 horas después de haber estado expuestos a ella", valoró el profesional.

Asimismo, son los pacientes aquejados de asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) los principales afectados por los efectos de la tierra en sus pensión. No obstante, "ninguna persona está exenta de sufrir un catarro con una hiperreactividad bronquial", apreció Octavio Jiménez. "Las personas con problemas respiratorios pueden necesitar oxígeno, aerosoles, o medicación intravenosa. Pero esto debe determinarlo siempre el profesional que les asista, pues hay tratamientos estándar, pero no todos tienen las mismas necesidades terapéuticas", añadió.

Preocupación

Por lo que concierne a las consecuencias que puede provocar la calima en la gestión de la atención sanitaria, el responsable de programas asistenciales aseguró que en el SCS, "siempre existe preocupación por este y por otros muchos procesos". "Nuestro principal objetivo es atender bien a la población", prosiguió Jiménez, "por lo que cualquier cambio estacional u otra alteración debemos seguirlo muy de cerca".

Cabe resaltar que, según los expertos, esta densa concentración de polvo en suspensión no se producía desde hace más de tres décadas.