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CRISIS DEL CORONAVIRUS Los adelantados de la isla interior

Los pueblos confían en un impulso económico con los nuevos horarios

La Aldea, Agaete, Moya, Firgas, San Mateo y Valsequillo aguardan con expectación la publicación del decreto del Gobierno central

Calles vacías en Las Nieves, en Agaete, durante esta cuarentena. ANDRÉS CRUZ

Los municipios grancanarios de La Aldea de San Nicolás, Agaete, Moya, Firgas, San Mateo y Valsequillo, todos ellos con menos de 10.000 habitantes, disfrutarán esta semana, a la espera del correspondiente decreto del Gobierno central, de la exención de los horarios por franjas de edad tanto para dar paseos como para practicar deportes, sumándose así a Tejeda, Artenara y Valleseco, que ya disfrutaban de este mayor grado de libertad de movimientos por unos censos inferiores a los 5.000 habitantes.

Los alcaldes de estas seis corporaciones ultiman los preparativos para la habilitación y mejora de los espacios más propicios tanto para el ejercicio al aire libre como para el tránsito de los peatones para así garantizar en lo posible las distintas medidas de protección y del llamado distanciamiento social, pero sin perder de vista, como en el resto del país, el próximo gran escalón, el de la fase 2.

De momento, todos los alcaldes consultados se congratulan, a la espera de que el Ministerio de Sanidad lo ratifique, de ese relajamiento en los horarios ya que se ven preparados y creen que puede suponer un impulso a la actividad económica. Y es que, como apunta entre otros Antonio Ortega, de San Mateo, la salida de los pequeños de la casa en los horarios hasta ahora establecidos, de doce de la mañana hasta las siete de la tarde, "no son los más cómodos para las familias porque muchas veces no son compatibles con el trabajo de los padres".

Son localidades que han pasado la pandemia con nota. Como ocurre con La Aldea de San Nicolás, de la que su alcalde, Tomás Pérez, reporta cero casos al igual que Tejeda y Artenara.

Según Pérez, además la localidad se encuentra bien preparada para estas paulatinas aperturas, y para ello se ha hecho "un concienzudo trabajo de desinfección en el que han participado tanto la Infantería de Marina, la UME, e incluso los agricultores de cooperativas como Coagrisan, además de la intensificación de los trabajos de limpieza de Urbaser, que es la empresa adjudicataria en el municipio".

El primer edil espera que este sea solo un paso más para acceder a la siguiente fase, atendiendo a los numerosos restaurantes de la localidad y al medio centenar de viviendas vacacionales, "por lo que nuestras perspectivas están puestas en que podamos recuperar la llegada de visitantes", en un momento que coincide con la finalización de la zafra de exportación.

Siguiendo la ruta del norte al centro de la isla, Agaete también se apunta al zafarrancho de combate. Su alcaldesa María del Carmen del Rosario, que asegura que la villa "sigue siendo un municipio muy seguro y limpio", anuncia un refuerzo en esas tareas de desinfección, sobre todo en la avenida y calles más transitadas y espera que la nueva norma de esta semana también impulse la actividad comercial en unos días en el que ya parece existir un mayor trasiego, como el de este pasado domingo, "en el que vimos a mucha gente del norte haciendo deporte".

Señala que, "desde que se anunció la primera apertura de las terrazas y que se les podía ceder más espacio público se lo facilitamos a los comercios", al considerar que "los empresarios son los que más han sufrido la crisis". Por último indica que "la gente ya es más consciente" para respetar las distancias, "y hay vecinos que toman alternativas como irse a la parte alta del municipio a caminar".

Mientras, el alcalde de Moya, Raúl Afonso, se muestra cauto a la espera de la nueva orden, "porque de momento no ha llegado nada, pero vamos por el buen camino para afrontar esa siguiente etapa porque el pueblo está cumpliendo con lo que mandan las autoridades sanitarias".

Afonso recuerda que en el pueblo de Moya sólo han apuntado "cinco o seis casos, todos recuperados, y es bueno que se vaya poniendo todo en marcha, si la situación lo permite para abrir esos horarios, pero sin perder de vista que la salud es un elemento importantísimo, por lo que tenemos que tener muy presente que no la debemos volver a perder en dos días".

Jaime Hernández, alcalde de Firgas, también asume que la villa se encuentra preparada tanto para esta apertura de horarios como para la inminente segunda fase si todo sigue su curso. Reporta solo un caso de coronavirus, ya recuperado, y un falso positivo. "En ese sentido", asevera Hernández, "estamos contentos porque la gente ha sido muy respetuosa y ha cumplido muy bien todas la pautas con las medidas de seguridad". Unas medidas "que está reforzando el Ayuntamiento en estas fechas entregando viseras, mascarillas e hidrogeles para colaborar también en paralelo con acciones que ayuden al comercio local, con la elaboración de vídeos informativos y el anuncio en las redes sociales de aquellos establecimientos que ya han abierto sus puertas". Pero aparte de esta coyuntura, Hernández insiste en no perder de vista la atención a los vecinos más vulnerables de la villa, "por lo que seguimos trabajando a varias bandas".

Por su parte, el alcalde de la Vega, Antonio Ortega, indica que "sin duda se trata de una medida muy positiva pero sin olvidar que deben respetarse las medidas de seguridad y las distancias mínimas", y asegura que además está ejecutando "unas actuaciones de mejora y embellecimiento en aquellos lugares donde transitan muchos vecinos, como Hoya Viciosa, el parque Contra la esclavitud infantil, y en la carretera que lleva a Valsequillo para que se pueda pasear y disfrutar del entorno". A ello se añade la preparación de la reapertura del mercado municipal, "que estará abierto desde el viernes al domingo en su horario habitual, lo que permite a su vez abrir los dos supermercados" del centro urbano, dada su catalogación como municipio feriado.

Por último, el primer edil de Valsequillo, Francisco Atta, también aporta mucha cautela, aludiendo a que "hay que esperar con prudencia a ver cómo se plasma la norma en el BOE", para añadir que en " municipios como el nuestro los espacios son muy amplios y con barrios alejados", por lo que considera que no supondrá "un grave problema de coincidencia de personas", para enfatizar que "tenemos una serie de rutas y caminos rurales y no creo que por tanto afecte de manera importante ni se produzcan aglomeraciones".

Se muestra algo más preocupado por las terrazas, "en las que sí pueden producirse una mayor afluencia de vecinos", así como por "el traslado de personas que con este horario más flexible lleguen de otros municipios para caminar o hacer deporte en horarios distintos a los que tienen ellos. Cuando salga en el BOE lo trataremos de articular para que no nos genere un problema".

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