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Agüimes

La Justicia obliga a Agüimes a responder una queja vecinal tras dos años de silencio

Un vecino reclama al Ayuntamiento que cese los ruidos de los ensayos de un grupo folclórico porque afectan a su descanso - Prepara una querella contra el alcalde

La Justicia obliga a Agüimes a responder una queja vecinal tras dos años de silencioYAIZA SOCORRO

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado al Ayuntamiento de Agüimes a dar respuesta a una queja vecinal tras casi dos años de silencio y después de que el demandante, el abogado Rayco Martín Suárez, remitiese un escrito al Consistorio, y lo hiciese también el Diputado del Común, sin haber recibido ninguno de ellos contestación alguna.

En su documento, el denunciante alega vulneración del derecho a la intimidad y el descanso y se queja, desde octubre de 2018, de molestias por los ruidos generados por una agrupación folclórica que ensaya en el garaje contiguo a su casa, en el casco del municipio. En su recurso argumenta que el espacio no tiene licencia para actividades culturales y que el Ayuntamiento permite la vulneración de su Ordenanza Municipal por consentir ruidos por encima de los límites máximos permitidos.

El fallo, fechado el pasado 7 de julio de 2020 y al que ha tenido acceso este periódico, reconoce el derecho del recurrente a que la Administración responda expresamente a su solicitud. En la sentencia, la magistrada María Olimpia del Rosario Palenzuela echa mano de la sentencia del 31 de marzo de 2009 del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) para recordar que el Ayuntamiento no puede guardar silencio ante la solicitud. "El silencio nunca debe ser entendido como una posibilidad en manos de la Administración a la misma altura que la respuesta expresa, sino como una anómala o irregular actuación por parte de quien está obligada a dar esa respuesta expresa y motivada, pues el silencio siempre -y solamente- debe ser entendido como un remedio jurídico en beneficio del administrado, de cara, precisamente, a garantizar su acceso a la vía judicial", señala el documento.

Estudio de ruidos

Estudio de ruidosEn el escrito presentado en el Ayuntamiento el 26 de octubre de 2018, el afectado explica que si bien los ruidos generados por la agrupación folclórica que ensaya en el garaje de la casa colindante "no son incomódos por su elevada intensidad, sí lo son por su reiteración y persistencia" y deterioran su calidad de vida, dado que la organización se reúne todos los lunes y jueves de todos los meses del año y la asistencia aumenta en los días previos a las fiestas. Esta situación, prosigue, ha obligado al recurrente y a su familia a cambiar sus hábitos dentro de su vivienda, desde atender a clientes en ese horario en su condición de abogado, o al descanso de sus hijas menores, que se acuestan a las 21.00 horas para madrugar e ir al colegio. Ello ha supuesto que el demantante sufra patologías del transtorno del sueño.

El letrado Rayco Martín Suárez, como afectado, señala en ese escrito que el local de ensayos está destinado a garaje o almacén "y no para desarrollar una actividad cultural, que como cualquier otra actividad necesita de un informe por parte de los técnicos municipales, de un proyecto de insonorización, de una licencia de apertura y de un informe vecinal".

Por todo ello, el recurrente solitaba al Ayuntamiento que actuara para cesar las molestias causadas por la agrupación musical, ya que el Consistorio es el arrendatario del garaje de ensayos.

Después de más de un año de la presentación de este escrito en las oficinas municipales, el afectado decidió presentar una demanda contra el Consistorio ante su silencio, en la que además insistía en que tomaran medidas para atajar esos ruidos, como es el traslado de la agrupación folclórica a otros espacios. "Lo que esta parte no comprende es lo que el Ayuntamiento entiende por actividades culturales, pues la localidad de Agüimes la conforman muchas localidades además, de un polígono industrial donde reubicar a dicha agrupación sin molestar a nadie, pues hay muchos locales donde ensayar y no se ha buscado ninguna alternativa".

Junto a esa demanda, el afectado ha presentado un informe de ruidos realizado por una empresa especializada que demuestra que se superan los niveles de ruidos permitidos por la normativa municipal. Los resultados de ese estudio revelan, por ejemplo, cómolos niveles de ruido en el interior de la habitación de la vivienda del recurrente es de 47,9 DbA (decibelios), siendo los niveles máximos permisibles por la ordenanza municipal de Agüimes de 40dBA, y en el exterior de la habitación es de 64,9 DBA, cuando la ordenanza establece como limite 55 dBA.Es por este motivo por el cual el recurrente acusa al Ayuntamiento de saltarse su propia ordenanza municipal.

Por todo ello, la Justicia condena al Ayuntamiento a responder al afectado, y también lo condena en costas. Rayco Martín Suárez ha anunciado que prepara además una querella contra el alcalde, Óscar Hernández, por su presunto delito medioambiental al no garantizar sus derechos.

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