Se dice que después de la tempestad viene la calma. Y qué mejor ejemplo para dar fe del dicho que las temperaturas suaves que se están viviendo durante el fin de semana en las Islas después de la ola de calor que azotó el Archipiélago. Hoy el montañero grancanario Ángel Zurdo, junto a Natalia Rodríguez, ha cogido su mochila para hacer una ruta por el Pico Osorio y disfrutar de los 16,2 grados centígrados que marcó su termómetro.

Un bosque que se puede disfrutar a menos de media hora de la capital grancanaria y que está al alcance de todo amante de la naturaleza. El Parque Rural de Doramas, con su imponente bosque de Laurisilva ofrece un paraje idílico en el que perderse entre su flora y fauna autóctona para pasar una mañana agradable alejado de la ciudad.

Ambos montañeros se adentraron en el Barranquillo de la Ánimas para percibir las condiciones húmedas que ofrece el suelo de la zona y olvidarse del bochorno con el que tuvieron que convivir durante la semana en su día a día. Completar el sendero del Barranquillo y llegar hasta el viñátigo más grande de la Isla hacen de esta ruta una experiencia por la que vale la pena madrugar y dejarse llevar haciendo deporte.

Ahora, los cielos nubosos han copado el panorama insular y las temperaturas superiores a los 30 y 40 grados con los que se tuvo que combatir son agua pasada. El termómetro comienza a aflojar, con bajones de más de 10 grados respecto a la semana e incluso ya se prevén lluvias débiles en ciertos puntos del Archipiélago.

De los 43,2 grados que marcó Tasarte y que se mantuvo hasta los 40 el viernes, en el que el abanico y los aires acondicionados fueron los actores principales de esta película caliente, a los 16,2 del termómetro del montañero Ángel Zurdo. Una amplitud térmica única en el mundo. Distintos escenarios en los que la población canaria puede pasar del infierno al más paradisiaco de los parajes naturales.