El director del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo, Juli Caujapé, negó ayer que las instalaciones hayan sufrido algún deterioro durante los últimos meses y aseguró que los trabajadores e investigadores del centro "han seguido rindiendo al máximo posible y algo más" a pesar de la pandemia.

Caujapé salió así al paso de las críticas del grupo del PP en el Cabildo, que el lunes denunció, a su juicio, "el lamentable estado de abandono en que se encuentra el Jardín Canario por la desidia y la absoluta falta de atención por parte del gobierno de Antonio Morales y la Consejería de Medio Ambiente que dirige Inés Jiménez."

El director aseguró que las fotos en las que se basan las críticas del PP son del exterior del centro o de las zonas de trabajo, donde solo pueden entrar las personas autorizadas. "Como cada verano, tenemos que recordar a la ciudadanía que las plantas ni están muertas ni tienen falta de riego, sino que en las zonas de bosque termófilo están adaptadas a los veranos secos, con lo cual pierden las hojas y así ahorran energía para darlo todo en la época reproductiva de otoño, cuando llegan las lluvias y echan las flores", apuntó.

Caujapé consideró que definir al jardín como "joya de la corona", como hizo el PP, "no es la mejor metáfora" para un lugar que está vivo y en continuo cambio, y sí reconoció podas de seguridad y eliminación de plantas invasoras que amenazan a las endémicas.