El paso de la borrasca Filomena por Gran Canaria obligó a activar un operativo de más de mil personas y se produjeron cientos de desprendimientos sobre las carreteras que mantuvieron a los equipos en auténtica tensión, pero no hay que lamentar daños personales, y para ello fue fundamental la colaboración ciudadana que atendió el aviso de no circular. La mejor noticia, informa el Cabildo en un comunicado, es que las presas acopiaron más de 11 millones de metros cúbicos de agua, tres años de riego para el sur y el oeste de la Isla.

Si la semana evoluciona favorablemente, el próximo fin de semana llegará el momento de poder visitar las presas, ya que el disfrute siempre debe producirse tras la fase peligrosa de cualquier fenómeno.

Paisaje de ensueño

Gran Canaria arrastraba una sequía importante, con sus presas casi secas o muy vacías, una imagen que resulta hasta dolorosa de contemplar, pero el paso de Filomena ha aliviado esa situación, pues solo las presas del Cabildo de Gran Canaria acopiaron en el sur 3,7 millones de m3 de agua, lo que supone casi triplicar la que había, que era apenas 1,4 millones de m3.

Aún está entrando agua y no habrá que regar en las próximas dos e incluso cuatro semanas en el sur, dependiendo del cultivo, de modo que el paso de la borrasca por Gran Canaria deja agua para los próximos años y un paisaje de ensueño.