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Arqueólogo y gerente del museo de La Fortaleza | San Bartolomé de Tirajana | Primeras Jornadas de Patrimonio Histórico

Marco A. Moreno Benítez : “La Fortaleza es el gran espejo donde se puede mirar la arqueología de Gran Canaria”

Marco Antonio Moreno Benítez, codirector de Tibicena y gerente del museo de La Fortaleza. | | LP/DLP

San Bartolomé de Tirajana inicia hoy las primeras Jornadas de Patrimonio Histórico con una serie de conferencias que abre Marco A. Moreno Benítez, arqueólogo y codirector de Tibicena. Las jornadas se celebran hoy y los días 12, 19 y 20 de marzo. Incluye visitas a La Fortaleza y la necrópolis de Arteara.  

Le toca abrir esta tarde las primeras Jornadas de Patrimonio de San Bartolomé de Tirajana. Aborda el yacimiento de La Fortaleza, ¿cómo?

Crearé un recorrido por los trabajos que se han realizado en La Fortaleza y, lo más importante, los asistentes conocerán qué significó el yacimiento para la propia población aborigen. En Gran Canaria tenemos unos 1.300 años de historia arqueológica, y en La Fortaleza tenemos una foto fija donde se mezcla todo. Se mezclan las imágenes de los aborígenes con los ídolos, las pintaderas, los graneros, los poblados de costa o los de interior. Desde hace unos años, a través de estudios, se ha trazado una secuencia en la que empezamos a ver modificaciones en las conductas funerarias y a observar que entre los siglos III y VII se entierra de una forma, hay un cambio entre el VIII y X, y luego otro distinto del X al XV. Y a partir de esos registros funerarios nos dimos cuenta de que hay una evolución en la forma de ocupar y de vivir la isla. Así, los aborígenes del siglo III no son los mismos del XII, sino que hay distintas formas de vivir, pensar y ocupar, y La Fortaleza, con una larga ocupación desde el siglo II al XV, es el gran espejo donde se puede mirar la arqueología de Gran Canaria. Y eso es porque encontramos allí todas las distintas fases. La Fortaleza es además el trasunto de la caldera de Tirajana, porque posiblemente tuvo que ver en la configuración del resto de espacios arqueológicos de la zona.

Una foto fija, dice, con varios hitos.

Las dataciones y los estudios de ADN nos han permitido hilar la historia del yacimiento. Si miramos cinco años atrás, La Fortaleza que conocíamos no tiene nada que ver con la de ahora. Tenemos un yacimiento que es mucho más rico y está mejor conservado de lo que se pensaba. Tenemos la datación más antigua de Gran Canaria, que son los restos humanos de una mujer embarazada, que datan de entre los siglos IV y V; también el granero más antiguo de la isla, de los siglos VI-VII; el santuario del VII y es el yacimiento con más dataciones de ciclo corto, es decir, es el mejor datado de la isla con diferencia, con 50 dataciones. Es el yacimiento con mayor historia documentada de toda la isla.

Hace justo un año informaban del hallazgo de estructuras funerarias desconocidas. Un año después, ¿en qué se centran?

Estamos centrados en la conservación y puesta en uso del yacimiento. Queremos dar un paso más y nos gustaría que se transformara en un parque arqueológico desde el punto de vista jurídico. Eso permitirá delimitar cuál es el espacio arqueológico y establecer un planning de excavaciones y adecuación del yacimiento. Convertirlo en parque facilitará también que tenga especial protección, lo que implica que será tenido en cuenta en el reparto de subvenciones. Además, hemos solicitado que el proyecto se asiente institucionalmente de alguna forma, para que cuando nosotros no estemos al frente tenga garantías de continuar.

“Me gustaría que el yacimiento de La Fortaleza se transformase en un parque arqueológico”

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Tibicena lleva al frente de La Fortaleza desde 2007, como investigador, ¿le sigue sorprediendo el yacimiento? ¿Qué le ha enseñado?

Me ha enseñado que se puede disfrutar del pasado. Yo disfruto como un niño investigando y paseando por allí. Es mi proyecto de vida; si me quitan La Fortaleza cojo una depresión, porque ahí hemos puesto mucho esfuerzo y todas nuestras energías para divulgar todo ese conocimiento y que la gente lo conozca.

¿Y qué ha sido lo más apasionante en todo este tiempo?

Las visitas de los niños, hasta 3.500 por curso escolar antes de la pandemia. Es alucinante ver cómo salen de allí tan contentos y que vuelvan con sus padres el fin de semana porque les han insistido en regresar. Y desde el punto de vista histórico, en el equipo hemos tenido la suerte de caer en el mejor yacimiento arqueológico de la isla, primero porque tenemos muchos aspectos para estudiar, como el doméstico, el funerario o los rituales, y segundo porque es un yacimiento que se identifica mucho con el paisaje y tiene una marcada identidad para los santaluceños.

¿Cree que sigue siendo un gran desconocido para el público?

No, tenga en cuenta que estamos empezando a descubrir el yacimiento ahora. Hasta los 90, celebrar a la Virgen del Pino era una fiesta menor; en la zona se conmemoraba la incorporación de Gran Canaria a la corona de Castilla. Pero eso se abandona en los 90 y el yacimiento cayó en el olvido hasta que el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana pidió el rescate del espacio a partir de la creación del centro de interpretación. Fue en 2007 cuando nosotros llegamos y empezamos con los primeros sondeos, y en 2015 fue cuando nos dimos cuenta de que teníamos una bomba en las manos e iniciamos las dataciones. Empezamos a observar que teníamos dataciones más antiguas que el resto en la isla y que estábamos ante una gran joya arqueológica.

¿Qué enigmas cree que quedan por descubrir en La Fortaleza?

Empezamos a entrever que puede que a Gran Canaria llegase más de un grupo humano en esos 1.300 años de ocupación de la isla y nos gustaría determinar si llegaron a La Fortaleza o no. Nos interesan también tradiciones como las funerarias y si hay influencia de esos grupos humanos y queremos comprobar si eso ocurre o no en La Fortaleza, porque vemos que allí se mantienen tradiciones que no están en otros sitios. Por ejemplo, en Fataga se entierra entre los siglos VIII y X en grandes necrópolis, que no existen en la zona de la caldera de Tirajana. Entonces, ¿los aborígenes de La Fortaleza caminaban muchos kilómetros para enterrar en otros sitio, o es que como estaban asentados allí siguen enterrando como lo hacían sus ancestros siglos atrás? También queremos estudiar los poblados. Tengo la intuición de que esos poblados se abandonan antes de la Conquista y se volvieron a reocupar después. Y la única forma de obtener todas las respuesta es moviendo la tierra e investigando.

¿Qué suponen estas jornadas de patrimonio histórico?

Para mí es un orgullo, porque frente a las antiguas disputas entre San Bartolomé y Santa Lucía de Tirajana para ver quién tenía Ansite en su municipio, nosotros defendemos que sea un hito comarcal de Las Tirajanas. Es un orgullo que reconozan el trabajo y hagan suyo el mensaje de respeto por el yacimiento y la divulgación del patrimonio histórico. Es una gran responsabilidad ser el primer ponente.

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