La playa de Pozo Izquierdo es privilegiada, de fama mundial e ideal para practicar el windsurf, como la Cícer o El Confital lo son para el surf. Sin embargo, el pueblo y la costa de Pozo Izquierdo es mucho más que viento. Es la mezcla de tradición y modernidad, y un ejemplo de luchadores y emprendedores.
Pozo Izquierdo, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, era a mediados del siglo pasado un pago de pocas viviendas, con malas comunicaciones con el resto de la Isla, rodeado de tomateros y con algunas pequeñas embarcaciones que se empleaban para ir a pescar en el trayecto a Castillo del Romeral, en el término municipal de San Bartolomé de Tirajana. El actual pueblo de Pozo Izquierdo es muy distinto a lo que era. El nombre de esta población procede por un pozo de agua dulce supuestamente cerca de la playa, aunque parece ser que no está claro cuál era su lugar exacto.
La población censada al final de 2020 es de 1.393 personas. Hace veinte años eran 347 habitantes en su censo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Un cambio importante en ese pago costero llegó entre los años 70 y 80 del siglo XX, cuando numerosos residentes del municipio, especialmente de Sardina, empezaron a construir en Pozo Izquierdo para huir de los veranos más calurosos de Sardina y de Vecindario. Esos primeros y numerosos niños veraneantes, que corrían y se bañaban en la playa, son vecinos y vecinas de allí o de otros lugares del término municipal o de la Isla que rondan ahora los sesenta años de edad.
La playa de Pozo Izquierdo, de 1.280 metros de largo y con un ancho medio de 20 metros, siempre ha sido ventosa, de arena negra y con abundantes piedras. Los alisios que son constantes y fuertes, con más intensidad durante los veranos, siempre han estado ligados a la costa, a la bahía de Pozo Izquierdo, entre la Punta de la Gaviota y la Punta de Tenefé, con la Punta del Corral en medio.
Iballa y Daida Ruano son una referencia mundial y ellas apoyan a la cantera winsurfista
El viento está entre los aspectos más característicos de Pozo Izquierdo, aparte de que sus oriundos y los que se instalaron después allí han sabido sacar provecho al viento, en vez de luchar contra él. Aprendieron a ser emprendedores y a adaptarse a los cambios. Además de esas casas de veraneantes, muchos residentes comenzaron a abandonar el cultivos de tomates y la pesca para ganarse la vida. El pueblo fue creciendo y ya tiene su zona residencial de dúplex y casitas bajas.
Sin embargo, no todas las formas tradicionales de ganarse la comida se han perdido, ya que aún continúan con actividad las Salinas de Pozo Izquierdo, ofreciendo una sal de mesa de calidad. Y junto a estas salinas, y en otros puntos de la costa, del municipio y de la comarca del Sureste, se instalaron a finales del siglo XX e inicios del XXI numerosos aerogeneradores, una forma limpia de sacar provecho a ese viento tan especial. La combinación de salinas y parques eólicos es el ejemplo de la buena existencia de tradición y de tecnología moderna.
Con los cambios de actividades económicas, llegadas de veraneantes y aumento de la población, arribaron los practicantes del windsurf de olas, ahora deporte estrella.
En 1989 tuvo lugar en la costa de Santa Lucía el Gran Canaria Grand Slam, la prueba más importante del circuito mundial profesional Professional Windsurfers Association (PWA).
Pozo Izquierdo es la meca en Europa para esta disciplina y está entre los primeros del mundo. Se hizo realidad con el paso de las décadas con sus condiciones de viento, olas e infraestructuras y negocios que antes no habían.
Björn Dukerbeck
Muchos relacionan Pozo Izquierdo con una leyenda mundial del windsurf, Björn Dukerbeck, quien fue 42 veces campeón del mundo de windsurf, en las modalidades de olas, slalom, freestyle, speed y absoluta. Fue campeón del mundo por primera vez y en la categoría absoluta en 1988. “Me siento canario. Llevo casi toda mi vida aquí, en Gran Canaria”, asegura.
Nació en Ribe (Dinamarca) en 1969, de padre natural de Países Bajos y madre danesa. En 1978, emigró con sus padres y hermana a Gran Canaria. Vivieron en Tauro, en el municipio de Mogán. Björn Dukerbeck descubrió el windsurf en la escuela que su padre abrió en los años 80 en Playa del Inglés, en San Bartolomé de Tirajana. Luego, lo practicó en los 90 en playa del Águila, para después continuar a Pozo Izquierdo, convirtiéndolo en su campo de entrenamientos.
Los negocios tienen un daño mayor por la falta de deportistas extranjeros
Su hermana, Britt Dukerbeck, también es windsurfista profesional que tiene ya 17 títulos mundiales. Su hermano sigue practicando este deporte cinco días a la semana y gestiona tres escuelas: una en Playa del Águila; otra en Playa del Inglés; y la tercera es móvil.
Respecto a por qué eligió Pozo Izquierdo para entrenar, Björn Dukerbeck responde: “Porque necesitaba más viento para entrenar mejor. Son los alisios. No hay otro secreto. Y es el lugar ideal, el Hawai europeo, como lo son Gran Canaria y Canarias”.
Respecto al futuro de la costa de Santa Lucía respecto a este deporte, afirma que de aquí seguirán saliendo muchos más campeones del mundo. Y hay muchos ejemplos. “El último es el windsurfista canario-alemán Philip Köster, ya cinco veces campeón de olas [nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1994, de padres alemanes y afincado en Vargas, en Agüimes]. Y habrán más campeones mientras continúen las administraciones apoyando para que se celebren aquí los campeonatos del mundo. No hay nada como entrenar y competir en casa”, sostiene.
Dos joyas de la cantera
Entre esos niños y jóvenes que comenzaron a descubrir y practicar el windsurf en Pozo Izquierdo, estaban las hermanas gemelas Daida e Iballa Ruano, nacidas en dicho pueblo costero en 1977.
“Allí nacieron, se criaron, se formaron como profesionales, son vecinas, allí compitieron y se consagraron como grandes campeonas que son. Entre las dos suman 28 campeonatos del mundo”, destaca el periodista Rodrigo Pérez, quien agrega que “ellas son una referencia mundial y nunca han dejado de promocionar su pueblo e Isla natal”.
Iballa Ruano marcó historia en 2018 al ser la única persona que logró el hito de proclamarse campeona del mundo en dos deportes distintos, windsurf y paddle surf [surf de remo], en el mismo año. Las dos hermanas Ruano crearon el club deportivo Moreno Twins, que organiza aquí el mundial de windsurf desde 2012.
“Para alcanzar el ser campeón del mundo de windsurf tienes que serlo también en Pozo Izquierdo. Además, los que vienen a competir suelen venir un mes antes para entrenar y conocer las peculiaridades de aquí, del viento y de las olas”, resalta Rodrigo Pérez.
El pueblo costero se adapta y le saca provecho deportivo y económico al fuerte viento
Daida Ruano se formó también profesionalmente como fisioterapeuta e Iballa como diseñadora gráfica. Ellas tienen previsto inaugurar pronto un centro de fisioterapia en la calle Las Bajas, en Pozo Izquierdo.
Las gemelas Ruano también apuestan por la cantera, ya que en cada edición del mundial se celebra uno paralelo, el campeonato de windsurf junior. Así, los jóvenes, que son presente y futuro, están cerca de la estrellas del circuito internacional de este deporte.
Pozo Izquierdo tiene infraestructuras y servicios. Cuenta, por ejemplo, con el Centro Internacional de Windsurf. En la actualidad el Cabildo de Gran Canaria está realizando unas obras de mejora y adaptación en la plaza que está junto al citado centro y en las gradas del campo de regatas. El presupuesto es de 664.129 euros.
La costa de Santa Lucía dispone de una serie de negocios y de servicios de los que dependen decenas de familias. Hay tres tiendas especializadas en deportes náuticos: Pozowinds y Cutre Windsurf, en la calle Las Bajas; y LPWindsurf, en la calle Tanque Redondo. Tienen de todo: tablas de surf, material de surfing, de kitesurf, paddle surf, bodyboard o wingfoil.
“Tenemos una escuela de perfeccionamiento en la bahía de Formas. Ofrecemos también un servicio integral, es decir, respecto al alquiler de coches y el alojamiento”, explica Romina Peirano, de Pozowinds. “La pandemia del Covid-19 nos hizo mucho daño por la no celebración del campeonato en 2020, por las restricciones y el cierre de fronteras; nueve familias dependen de Pozowinds; nuestros clientes son windsurfistas locales y de cualquier parte del mundo”, comenta.
En Pozo Izquierdo están el Bar Pozo y los restaurantes Aloja, La Ola y El Viento. Hay dos minisupermercados. La población puede cuadruplicarse en un verano normal por los veraneantes y el campeonato de windsurf. Hay un hostal y viviendas vacacionales.
Dunkerbeck: “Saldrán muchos campeones más mientras se apoye al campeonato”
Pozo Izquierdo siempre estuvo ligado al mar, antes por la pesca y ahora por el windsurf. En las fotos, arriba, Daida Ruano, en el campeonato del mundo de windsurf de Pozo Izquierdo en 2019; abajo, en la página anterior, Ricardo Campello, en ese mundial; y sobre estas líneas -izqda.- obras en la zona de las gradas del campo de regatas; y las Salinas de Pozo Izquierdo, con aerogeneradores detrás. |
