El Ayuntamiento de Santa Brígida insiste en su objetivo de convertir toda la Finca el Galeón, si logra que se la ceda el Cabildo de Gran Canaria, en un gran parque público. “La idea es que la finca sea como el Parque del Retiro de Madrid pero en Santa Brígida”, explica el alcalde Miguel Jorge Blanco.
Este no es el primer intento del grupo de gobierno de Santa Brígida de disponer de este espacio agropecuario no sólo porque supone disponer de un gran área de esparcimiento sino porque se encuentra junto al mismo casco del pueblo de Santa Brígida, detrás del mercadillo, y la conforma todo un paisaje agrícola típico de las medianías de Gran Canaria, en el que se mezclan un palmeral canario, zonas de cultivos, y hasta un pequeño ganado.
En la Finca del Galeón, que abarca unos 40.000 metros cuadrados (4 hectáreas), de un gran valor forestal y medioambiental, conviven además de un extenso palmeral que se prolonga por el Guiniguada, huertos agrícolas en los que aprende el alumnado del colegio Juan del Río Ayala de Santa Brígida, una pequeña representación de la ganadería, entre unas cabras, ovejas pelibuey, tres burros; y hasta varios ejemplares de aves. También se localiza en la finca un pequeño Museo del Agua que se hizo aprovechando un antiguo pozo que existía en este paraje, y que forma parte de la visita que hacen sobre todo escolares o turistas.
Modos de visitarlo
Para conocer este espacio, el Cabildo ofrece hasta tres opciones. Se puede hacer una visita, a modo de paseo, y la entrada es libre. Otra posibilidad es pasar mediodía en todo el área recreativa, que está más pensado para grupos de entre 10 y 50 personas, para el que se precisa un permiso. Y también hay una empresa que organiza visitas para centros escolares, y recorridos didácticos autoguiados, para las que también hay que pedir cita.
Aunque en realidad, en el día a día los que más se benefician de este paraje son los vecinos de Santa Brígida puesto que lo tienen en el mismo casco, mientras que es los fines de semana cuando acuden desde todos los municipios a recorrerla. Debido a la pandemia, desde ya más de un año que no se organizan las excursiones didácticas de los centros escolares, y tampoco las de los grupos de turistas.
Como dice el responsable de la Finca, José Gil, en la Finca del Galeón también se ha notado este freno que ha impuesto el coronavirus. La idea es que el revuelo de los niños se vuelva a notar ahora en verano con las actividades agrícolas, y hasta las clases para aprender a reciclar la basura, que se organizan dentro de los campamentos de verano.
Pero lo que pretende el grupo de gobierno de Santa Brígida es que haya más espacio para esas visitas turísticas, así como para el uso deportivo y que también se incluyan espacios para negocios de restauración a fin de que la finca se convierta en un lugar al que ir no sólo para disfrutar de la naturaleza, sino también en donde poder disfrutar tomando algo en este entorno. Para ello, Miguel Jorge señala que la finca se convertiría en un gran parque público para Santa Brígida en el que se podrían combinar muchos espacios como los huertos urbanos, uso deportivo y las zonas dedicadas más para el ocio y turismo, y con terrazas que sirvan de desahogo para todo el casco.
Pero Inés Jiménez, consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, explica que ya esta propuesta se la hizo llegar el grupo de gobierno el pasado año, y los técnicos mostraron su desacuerdo porque advirtieron que se trata de un «espacio protegido».
Jiménez apunta que el Ayuntamiento de Santa Brígida lo ve como un espacio de ocio y el Cabildo lo contempla como un lugar de protección ambiental y aunque se pueda recuperar parte de esa finca lo primordial es que se tenga en cuenta esa protección.
Respecto a que el propósito del grupo de gobierno de Santa Brígida es volver a insistir con el fin de que la finca sea como una prolongación de la vida del municipio, la consejera de Medio Ambiente, dice que habría que revisar qué tipo de cesión es la que contempla el Ayuntamiento y el compromiso al que llega para hacerse cargo de todo lo que el mantenimiento de este paraje. Jiménez remarca que, sin duda, en el valor medioambiental de este espacio obliga a ser muy cuidadosos a la hora de cederlo porque lo más importante es preservarlo para que pueda seguir siendo un paraje natural al que pueden acceder todos los que quieran disfrutarlo.
