El Ayuntamiento de Arucas cierra la compra del histórico y emblemático Cine Rosales por 1.450.000 euros. El alcalde, Juan Jesús Facundo, pretende que se mantenga como una sala multidisciplinar para acoger espectáculos, pero también para la celebración de congresos y otros grandes eventos, gracias a sus 672 butacas, además de destinar las plantas altas a oficinas municipales. «Hemos conseguido que el cine siga en pie», afirma con orgullo Francisco Rosales, uno de los anteriores propietarios e hijo del fundador.
«Inauguración del Cine Rosales en Arucas. Su magnífica sala es una de las más modernas de la isla. Cuenta con dos aparatos Philips de gran fidelidad. Un amplio escenario permitirá la actuación de grandes compañías teatrales». Así anunciaba la prensa la inauguración del nuevo teatro, que tuvo lugar el 22 de febrero de 1963. La sala de proyección de películas venía a completar la oferta de otros dos espacios culturales en el pueblo, lo que demuestra el extenso ambiente cultural que vivía la sociedad de la época.
El inmueble propiedad de los seis hermanos Rosales Armas pasa ahora a manos municipales, ya que el Ayuntamiento acaba de cerrar la operación de compraventa de este edificio, que cuenta con una superficie de 1.221.35 metros cuadrados construidos.
La valoración final de la compraventa se ha cerrado en 1.450.000 euros, al tener más metros de los previstos inicialmente y diferentes usos urbanísticos potenciales para las cuatro plantas del inmueble, como es el residencial, el terciario, el dotacional y el de estacionamiento en un 100%; el uso de taller y de almacén en un 50%; y uso industrial en un 25%. Si bien en este caso se destinará a uso dotacional. Todo esto le confieren un valor superior a la partida inicialmente prevista, que era de un millón de euros.
El alcalde Juan Jesús Facundo pretende aprovechar las dos plantas superiores para destinarlas a oficinas municipales
Juan Jesús Facundo señala que ahora el Ayuntamiento tendrá que acometer obras de rehabilitación del edificio. Entre otras razones, para adaptarse a las personas con movilidad reducida, además de definirse los distintos usos que se le pretende dar. En principio, pretende que tenga carácter multiusos, en lo que puede tener cabida la proyección de películas, como teatro y otros espectáculos. Pero también como auditorio para la celebración de congresos, conciertos y otros grandes eventos, aprovechando su alta capacidad. Y las dos plantas superiores se destinarán a oficinas municipales. Hay que tener en cuenta que el inmueble se encuentra situado en la calle Alcalde Suárez Franchy nº 7, la misma en la que se localizan las actuales oficinas municipales.
Convivirá en el casco con el Nuevo Teatro Viejo, también con una larga historia y en manos municipales, pero que es más pequeño, ya que tiene 370 butacas, y que acoge la sede de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte.
Junto a su funcionalidad y su ubicación estratégica, dentro de PERI del Centro Histórico, el Cine Rosales tiene un gran significado social y cultural para la ciudad.
El alcalde avanza que el centro mantendrá su nominación como Teatro Rosales, y se colocará una placa que recuerde al empresario y promotor, Francisco Rosales.
Francisco Rosales Armas: "Si algo he conseguido es que la sala siga en pie"
Precisamente, uno de sus hijos, Francisco, ha mostrado su enorme satisfacción por haber podido venderlo a la Corporación municipal, y que la finca no terminara en manos privadas, porque garantiza que va a conservar su historia y su esencia.
«Si algo he conseguido es que siga en pie el Cine Rosales. Y quien único lo puede hacer para el municipio es el Ayuntamiento», afirma con orgullo.
El centro se inauguró en 1963 con el boom cultural del municipio y cerró la sala de proyecciones en 1998, pero acogió más eventos
El Cine Rosales abrió sus puertas el 22 de febrero de 1963, y siguió con esta actividad algo más de 35 años (hasta agosto de 1998). Sin embargo, pese a dejar de proyectar películas, acogió muchos espectáculos y eventos hasta que cerró el telón en octubre de 2019. Eran actividades promovidas en unos casos por el Ayuntamiento, pero también de índole privado, como era las presentaciones de murgas, festivales infantiles de la canción y otros actos. El último evento hasta el momento, recuerda Francisco, fue un concierto de Los Panchos. El trío puso su música el 28 y 29 de noviembre.
La historia del Cine Rosales se remonta a 1958, cuando el arquitecto Antonio Cardona y Aragón, recibe el encargo del empresario Fernando Rosales Hernández de proyectar un cine que tuviera un aforo de 632 butacas, y una superficie de 379 metros cuadrados.
El 5 de enero de 1963 se le concede la licencia de apertura, y se estrenó el 22 de marzo.
En el año 1987 se realizó una reforma para incorporar el sistema de sonido Dolby. También se pusieron butacas nuevas en la parte de abajo o platea. Las originales eran de madera.
El inmueble aparece recogido en una ficha de la Fundación Etnográfica para el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac), del Cabildo, en su Carta Etnográfica de Gran Canaria. En el documento se informa de que el cine se estuvo construyendo durante dos años, inaugurándose hace 58 años con la proyección de la película La Historia de rood.
«El promotor tenía una carpintería y viendo el éxito que tenían los dos cines ya existentes por esa época en Arucas (Cine Viejo y Cine Díaz) decidió la construcción de un tercero, que a su vez estaba preparado para actuaciones teatrales, para lo cual contrató a albañiles y peones, continuando él con la labor de carpintero a la misma vez», según la Fedac.
El concierto de los Panchos y la película Ben Hur
En los comienzos del cine había dos funciones, a las 19 y a las 22 horas. Los domingos eran cuatro: la matiné infantil a las 15, a las 17, a las 19 y a las 22 horas. El precio de aquellos inicios era de seis pesetas el patio de butacas, a ocho el entresuelo y los palcos, y la delantera entresuelo a diez. Y la sesión infantil era de tres pesetas.
La sala se llenaba con personas de Arucas y de localidades próximas como Firgas, Teror y Moya. Los domingos a las 19 solía llenarse de parejas, mientras que ese mismo día a las 22 horas proliferaban los matrimonios.
En esos años había dos grandes distribuidoras de cine: Tropical Film, que era propietaria de muchos cines de Las Palmas de Gran Canaria como Vegueta, Avellaneda, Capitol, Royal, Astoria, Victoria y el Cairasco. Los estrenos eran los viernes, siendo esta película la proyectada todo ese fin de semana. El lunes se hacía lo que se denominaba precio fémina, equiparable al actual día del espectador, con un precio rebajado.
La publicidad se hacía mediante unos pósters grandes, que denominaban afiche. Se colocaban en lugares ya establecidos, tanto en los barrios como en el casco. También se utilizaban los pasquines, que tenían una dimensión de un cuarto de folio.
El Cine Rosales trabajó mucho durante una época con la productora americana de la Metro, con películas de tanto éxito como es el caso de Ben-Hur, Los diez mandamientos y La caída del Imperio romano.
