La calima que durante esta semana se ha paseado por la península ibérica y ha llegado al norte de Europa afectando a países como Francia, Alemania y Suiza, entre otros, regresa al continente africano y al archipiélago canario en un largo viaje por el Atlántico empujada por los vientos alisios.
Más evidente en niveles altos, el polvo en suspensión llega ahora empujado por el giro ciclónico de la borrasca, lo que genera un viento de componente norte, y hace acto de presencia ya mucho más difuminado que como lo hacía en territorio peninsular, donde en estas últimas jornadas han vivido uno de los episodios más potentes de los últimos años.
Con todo, en Canarias este jueves se supera con creces el umbral que la OMS establece como saludable, fijado en 40 microgramos de PM 10 por metro cúbico de aire, como ocurría en la estación de la red de observación de la calidad de aire del Gobierno de Canarias ubicada en el Mercado Central de la capital grancanaria, donde a las once de la mañana de este jueves 17 de marzo se registraban 302 microgramos de partículas PM10.
A la misma hora, en Arrecife, se anotaban 238 microgramos, mientras que en Fuerteventura, la estación de la red del Gobierno canario ubicada en la Casa Palacio de Puerto del Rosario, se apuntaron 474 microgramos, casi doce veces más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
En la provincia de Santa Cruz de Tenerife la atmósfera, si bien también afectada por este siroco que llega de norte, se encuentra mucho más limpia, como lo reflejan los 101 microgramos detectados por la estación de García Escámez de la capital tinerfeña; o los apenas 32 microgramos de Santa Cruz de La Palma.
Mejora inestable
La situación a medida que transcurrían las horas era la de una mejor calidad del aire, con reducciones significativas de estos valores en las tres islas orientales, así como en Tenerife.
Sin embargo el panorama podría de nuevo agravarse durante la noche y horas de la madrugada, a remolque de una velocidad del viento que se espera que vaya amainando por la tarde del viernes viernes, si bien se espera que en las zonas más altas comenzará a rolar flojo de componente este.
Así, la calima quedaría relegada las islas de La Graciosa, Lanzarote y Fuerteventura, con menor probabilidad en Gran Canaria y Tenerife. Todo ello aliñado de un norte nuboso, con posibilidad de lluvias débiles y dispersas al principio de la jornada, y un sur con cielos algo más despejados.
Las temperaturas mínimas permanecerán similares, incluso sin descartar que sean algo más frescas en aquellas vertientes viradas al suroeste, y las máximas iniciarán un ligero ascenso, sobre todo en las zonas del interior de Gran Canaria.
Para el sábado se espera aún más calima en las islas de la provincia de Las Palmas, aunque ya en retirada, mientras se mantendrán los intervalos nubosos con posibilidad de lluvias débiles en la provincia occidental.
Las mínimas podrían descender aún un poco más en las islas orientales, con unas máximas con pocos cambios, lo que supone un arco de entre los 16 a los 21 grados centígrados en la capital grancanaria, y con un viento del norte flojo, pero que irá cogiendo algo de fuerza al final del día, según la predicción de la agencia estatal.
El alisio volverá a ser protagonista el domingo, trayendo consigo de nuevo unos intervalos nubosos, con algún claro a partir del mediodía, lluvias débiles y ocasionales en las islas de mayor relieve durante la mañana y unas temperaturas mínimas que continuarán en la baja y unas máximas con pocos cambios.
